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¿Por qué me voy de China?

Los candados a empresarios foráneos han complicado los negocios en China, dice Marc van der Chijs; el país enfrenta retos ambientales y de conexión a Internet que requieren soluciones del gobierno.
mié 27 marzo 2013 01:40 PM
Tras realizar negocios en China durante más de una década, Marc van der Chijs se mudó a Vancouver. (Foto: Cortesía Marc van der Chijs )
Marc van der Chijs (Foto: Cortesía Marc van der Chijs)

Cuando llegué por primera vez a China como un expatriado a principios del año 2000 para trabajar para Daimler, no tenía planes de quedarme.

Pero me enamoré de este país y China terminó convirtiéndose en mi hogar por más de 13 años. Me quedé por las oportunidades de negocio, y por la vibra empresarial que hay en ciudades como Shanghái y Beijing.

Durante mi estancia tuve la oportunidad de cofundar varias empresas, entre ellas el sitio web de videos Tudou.com, las operaciones asiáticas de la compañía holandesa de juegos en línea Spil Games y el portal dedicado a la moda UnitedStyles.com. También invertí en numerosas startups chinas del sector tecnológico e Internet y las ayudé a crecer.

Sin embargo, hace unos dos años me di cuenta de que mi amor por China fue cambiando poco a poco, y comencé a pensar en mudarme a un lugar diferente.

Con el paso de los años, hacer negocios se ha vuelto más y más difícil para un no chino. Aunque muchas áreas se han abierto a la inversión extranjera, los extranjeros no siempre pueden hacer negocios en igualdad de condiciones con los empresarios chinos.

Por ejemplo, a los extranjeros se les exige más capital para crear una empresa. Una vez que has montado tu negocio, será escudriñado más minuciosamente que las empresas locales. China aún ofrece muchísimas oportunidades de negocio, pero en general yo me siento menos bienvenido en los últimos años como un empresario extranjero.

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Mucho más importante que esto, sin embargo, fue el hecho de que la contaminación del aire y la calidad de los alimentos estaban empeorando en mi país de adopción.

Tengo una familia con dos niños pequeños, y me preocupan los efectos sobre la salud a largo plazo de la exposición al aire contaminado. Sin hijos, la contaminación pudo no haber sido un factor tan importante para mí, pero quiero que mis hijos crezcan en un ambiente sano. Yo también echaba de menos poder ejercitarme al aire libre, me vi obligado a correr bajo techo en una cinta caminadora durante varios años, incluso cuando entrenaba para maratones.

Tampoco extrañaré el acceso lento y restringido a Internet en China. Dado que viajaba internacionalmente por lo menos dos veces al mes, pude comprobar cuán rápidas eran las velocidades de conexión en otros países, y eso me frustraba cada vez que volvía a China y la Gran Muralla informática. El hecho de que más y más sitios eran censurados y sólo se podía acceder a ellos mediante una red privada virtual (Virtual Private Network) tampoco facilitaba las cosas. Cuando el gobierno también comenzó a bloquear esas redes , me di cuenta de que la situación no iba a mejorar en el corto plazo.

Después de buscar en muchos lugares, mi familia finalmente decidió que Vancouver sería un buen sitio para vivir. Es la ciudad que mejor se ajusta a nuestro deseo de buen clima, un estilo de vida activo y nuevas oportunidades de negocio. Me uní a CrossPacific Capital como socio, y ayudaré a las empresas norteamericanas en la cartera del fondo a establecerse o expandir sus actividades en China. De esta manera tengo lo mejor de ambos mundos: vivo en un lugar estupendo y aún puedo viajar a China regularmente y utilizar mi conocimiento del sector y mi red de contactos.

Al mirar en retrospectiva, pasé un tiempo fantástico en China y una vida mucho mejor de lo que podía haber imaginado cuando llegué allí con 27 años de edad. Ayudé a construir varias empresas, hice un montón de amigos y aprendí a ver el mundo desde una perspectiva diferente a la que los medios occidentales me habían dado. Me gustó el ambiente internacional de Shanghái, con sus innumerables clubes, restaurantes y trepidante vida empresarial.

En cuanto a China, soy optimista y creo que los problemas actuales se resolverán. Si es necesario, el gobierno chino puede hacer grandes progresos para combatir la contaminación y los problemas relacionados, sin tener que preocuparse por las próximas elecciones. Los problemas ambientales no desaparecerán en un año o dos, pero creo que en la próxima década veremos una gran mejora.

Marc van der Chijs s ha vivido y trabajado en China durante más de 13 años. Es cofundador de Tudou.com, del sitio de moda UnitedStyles.com y cimentó las operaciones asiáticas de la compañía holandesa de juegos en línea Spil Games. Actualmente es socio de CrossPacific Capital en Vancouver.

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