Impuesto 'verde' encarecerá gasolinas
La propuesta del Gobierno federal de gravar con 70.68 pesos a los combustibles fósiles por cada tonelada de emisión de dióxido de carbono elevará el precio de las gasolinas en 2%, y en otro 5% el del combustóleo usado por los industriales, estimó el coordinador de Investigaciones Económicas del Centro Mario Molina, Carlos Muñoz. Esta iniciativa, incluida en la propuesta de reforma hacendaria del presidente Enrique Peña Nieto, usó el índice creado por el Centro Mario Molina para calcular el precio del carbono, y busca promover el uso de energías renovables menos contaminantes.
Muñoz reconoció que el sobreprecio que pretende cobrar Hacienda a los energéticos como el gas natural o la gasolina ocasionará un incremento en el precio de los energéticos fósiles que será pagado por el consumidor final.
El proyecto contempla gravar al gas natural con un impuesto de 11.94 centavos por millar metro de dióxido de carbono emitido; mientras que en los casos del coque de petróleo, carbón y carbón mineral, tendrán costos de 189.85, 192.96 y 178.33 pesos por tonelada respectivamente.
Así, este sería el impuesto más alto, como puede observarse en la tabla que incluida en la iniciativa.
Carlos Muñoz dijo que la iniciativa se ajusta a la media de lo que se cobra en países como Australia, Japón, Estados Unidos y países de la Unión Europea.
"México tiene que ir al parejo con el mundo a través de referencias internacionales", explicó.
Actualmente existen al menos 33 naciones y 18 gobiernos subnacionales que utilizan sistemas de precios para el carbono, ya sea mediante impuestos o a través del comercio de emisiones.
"Países como Australia, Canadá, Dinamarca, Eslovenia, Gran Bretaña, Holanda, Irlanda, Italia, Noruega y Suecia han aplicado impuestos directos al contenido de carbono en los combustibles fósiles. Otros países como Alemania y Austria han preferido aplicar aumentos a los impuestos energéticos con este mismo fin. Algunos países de América Latina como Brasil y Colombia están en la etapa de planeación de un impuesto al carbono, el cual aún no se ha implementado. En esta misma situación se encuentra China", refiere la iniciativa de reforma hacendaria federal.
La Secretaría de Hacienda pretende cobrar un impuesto especial sobre las emisiones de carbono con el fin de recaudar 20,000 millones de pesos durante 2014, lo que también desincentivaría el uso de combustibles fósiles .
"Se trata de un impuesto progresivo. En el caso de las gasolinas, de acuerdo con los datos de la ENIGH (Encuesta Nacional de ingresos y Gastos de los Hogares) al 2012, el 55% de la carga impositiva recaerá en el 20% de los hogares con ingresos más altos".
La ven "muy verde"
Expertos aseveraron que el gravamen no generará un impacto real en el sector de las fuentes de energía renovables, debido a que no contempla más medidas que desincentiven el uso de combustibles fósiles.
El experto del Centro de Investigación para el Desarrollo (CIDAC), Luis Serra Barragán dijo que la propuesta del Gobierno carece de un verdadero andamiaje para fomentar el uso de las energías limpias, por lo que resulta una medida más enfocada a la recaudación.
"Da la impresión de que es una cuestión más tributaria que una medida ambiental. No hay otros esquemas o incentivos para las energías limpias ni renovables ", recalcó.
La propuesta del Gobierno de Enrique Peña Nieto prevé quitar los beneficios con que contaban las firmas del sector para deducir su inversión en activos para la generación de energía renovable al 100%, lo que va en contra de los objetivos de reducir las emisiones, acusó la investigadora Liliana Alvarado - directora del Área de Desarrollo Social y Económica del centro de estudios Ethos.
"El Gobierno no presentó otras alternativas, como sobre la inversión directa que se daría al sector, para decir que sí va a apoyar a las energías renovables", dijo.
Serra señaló que el Gobierno desechó la opción de crear un mercado de venta de bonos de carbono, pues lo consideraron menos eficiente, pero esta visión resulta errónea, pues de hecho el esquema desechado puede generar mejores resultados a largo plazo.
En la Unión Europea este mecanismo de mercado de carbono existe desde 2005. Las compañías deben adquirir derechos para emitir cierta cantidad de emisiones una vez que han rebasado los límites que se le han otorgado, por lo que se generan los incentivos tanto para ajustarse lo más posible al límite, o bien generar emisiones por debajo de esa franja, tras lo cual pueden vender sus excedentes de emisiones.
Incluso la mayoría de los miembros de la Unión Europea cuentan tanto con el mercado de emisiones como la implementación de impuestos, pero México aún se encuentra lejos de tener la capacidad para tomar ambas vías, explicó Muñoz.
"La combinación de ambas es una herramienta poderosa, y eventualmente México deberá tenerlo, pero no creo que durante esta década se logre aún".
