Vivienderas libran costos por tormentas
Los seguros y garantías, así como los apoyos que destinará el Gobierno federal para la reconstrucción de viviendas afectadas por las tormentas ‘Ingrid' y ‘Manuel', permitirán a las desarrolladoras inmobiliarias salvarse de que les "llueva sobre mojado", en un escenario donde varias firmas atraviesan problemas financieros. Los fenómenos meteorológicos que golpearon las costas del país en septiembre pasado provocaron pérdidas materiales de desarrollos habitacionales con 26,000 viviendas, de las cuales 10,300 requieren su reconstrucción total, de acuerdo con estimaciones de la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu).
Empresas como Geo, ARA y Urbi, que tienen presencia en los estados afectados por inundaciones, corrían el riesgo de ser impactadas económicamente, sin embargo el titular de la Sedatu, Jorge Carlos Ramírez Marín, señaló que aunque hasta el momento no se puede medir cuántos recursos se van a utilizar para la reconstrucción el apoyo provendrá de dinero público y no tendrá un costo para los damnificados.
"El costo económico de la reconstrucción de viviendas dañadas por las lluvias será con cargo al Gobierno federal, estatal y en algunos casos municipal. Existen los suficientes recursos para iniciar con la tarea de reconstrucción de viviendas que serán del Fondo Nacional Contra Desastres Naturales (Fonden) y del Fondo Nacional de Habitaciones Populares (Fonhapo)", dijo en un comunicado.
Explicó que el tiempo de reconstrucción y de reubicación de estas viviendas dependerá de las reservas territoriales con las que cuente cada estado, pero destacó que es un hecho que no se ubicarán en el mismo lugar para no repetir una tragedia similar.
David Aguilar, director de la oficina de comunicación de Urbi, destacó que la mayor parte de las casas vendidas por la empresa en zonas afectadas del país fueron con créditos de Infonavit y Fovissste, mismos que incluyen en su mayoría un seguro.
"Las afectaciones que se tuvieron en los desarrollos de Urbi no presentan daños de consideración y ninguna casa sufrió daños graves, sólo algunas goteras y filtraciones de agua, así como un puente que funciona como acceso a uno de los desarrollos fue necesario bombear el agua, los daños están por determinarse pero las autoridades han dado prioridad a zonas de mucho mayor afectación".
Destacó que los desarrollos de Urbi cumplen con las normas expedidas por las autoridades, pero reconoció que el agua que cayó por las tormentas rebasó por mucho los promedios de precipitación de las últimas décadas.
Geo tiene presencia en Oaxaca, Guerrero, Puebla, Morelos y Nuevo León, mientras que Ara en Guerrero, Puebla, Edomex y Tamaulipas.
Por su parte, Urbi tuvo afectaciones en Cancún, Veracruz, Chihuahua, Ciudad Juárez, Gomez Palacio y Monterrey.
"Hay estados muy afectados en el tema de vivienda, los evidentes hechos ponen de manifiesto que algunos desarrollos no se hicieron bajo las condiciones adecuadas. En algunos casos los desarrollos cuentan con garantías que pueden apoyar la remodelación en caso de afectaciones menores y en otros el Gobierno tiene destinado recursos para la reconstrucción total de vivienda", agregó Marco Medinam de Ve Por Más Grupo Financiero.
Roberto Solano, analista de Grupo Finaciero Monex, aseguró que el sector de la vivienda requiere impulso ya que las tormentas significaron una afectación directa para las desarrolladoras.
"A pesar de que las vivienderas que cotizan en Bolsa sólo representan el 17% del mercado, las inundaciones por las tormentas en algunas regiones afectarán aún más a estas empresas, que a excepción de Ara muestran datos muy negativos", indicó.
En el caso de ARA, al segundo trimestre del año reportó ingresos por 1,653 millones de pesos, un incremento de 5.4% anual, mientras que Urbi y Geo siguen sin reportar sus resultados del mismo periodo.
Solano destacó que las construcciones en terrenos irregulares obedecen a la política laxa para las reservas territoriales, pero con la nueva política de vivienda se espera que se eliminen este tipo de prácticas.
"Para las desarrolladoras que son públicas la preocupación se centra más en la reestructuración de sus pasivos. Esperamos una contracción en los volúmenes de vivienda escrituradas, reordenando operaciones en el sentido de priorizar la solución al tema de los restos que implica reestructurar sus pasivos y reordenando operaciones para el siguiente año y así solventar la crisis en el sector", explicó Medina, de Ve por Más.
