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Venta de armas ‘pierde pólvora’ en EU

Las colocaciones de estos equipos perdieron fuerza en enero al ubicarse en 1.66 millones: FBI; empresarios se quejan por la supuesta escasez de municiones y rifles semiautomáticos.
sáb 15 febrero 2014 06:00 AM
La compra de municiones también ha bajado, debido a los recortes presupuestarios. (Foto: Getty Images)
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Las ventas de armas de fuego y municiones están disminuyendo en Estados Unidos luego de gozar de una racha frenética desatada por los temores de mayores restricciones a raíz de los asesinatos en Newtown y otras masacres.

La verificación de antecedentes por parte de la Oficina Federal de Investigaciones (FBI), considerado el medio más preciso para monitorear la venta de armas, se redujo en un tercio en enero en comparación con el año anterior. El mes pasado se realizaron 1.66 millones de controles de antecedentes, mientras que en el mismo lapso de 2012 la cifra fue de 2.5 millones.

En los últimos dos años de intensa demanda, los propietarios de tiendas de armas y los consumidores se habían quejado de escasez de municiones, rifles semiautomáticos y cargadores de alta capacidad, a pesar de que la producción aumentó.

Nota relacionada: Se agotan las armas en EU

Pero la escasez parece haber terminado. “Los inventarios de minoristas, que escasearon en la primavera pasada, han vuelto a la normalidad en su mayor parte”, escribió recientemente Rommel Dionisio, analista de industria armamentista de la firma Wedbush.

“En fechas recientes las comparaciones mensuales se han vuelto marcadamente negativas, una tendencia que esperamos dure por lo menos hasta mayo o junio de 2014”.

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El analista indicó en su informe que el “temor al endurecimiento de la legislación sobre el control de armas”, que fue la motivación inicial para comprar armas y municiones a un ritmo tan frenético, ha disminuido.

De acuerdo con los controles de antecedentes del FBI, la compra de armas aumentó considerablemente después de la reelección del presidente Obama, con un alza de 25% en noviembre de 2012 respecto al mes anterior. Y aumentó aún más dramáticamente, en casi 40%, al mes siguiente, cuando un atacante usó un rifle semiautomático Bushmaster con cargadores de alta capacidad y varias pistolas para matar a 20 niños y seis maestros en una escuela primaria en Newtown, Connecticut.

Esos acontecimientos avivaron el temor, entre los defensores de las armas, de que el presidente impondría restricciones más severas.

Pero la iniciativa propuesta por Obama, que habría restablecido la prohibición que pesaba sobre los rifles de asalto que expiró en 2004, no fue aprobada por el Congreso. Algunos estados, como Connecticut y California, han logrado suscribir mayores restricciones para el uso o porte de armas, pero estos esfuerzos han fracasado a nivel federal.

Aunque las ventas de armas han descendido desde su máximo del año pasado, todavía superan las ventas mensuales que precedieron a la reelección de Obama, señaló Lawrence Keane, portavoz de la Fundación Nacional de Tiro Deportivo, la asociación del gremio afincada en Newtown.

Por ejemplo, la cifra de ventas por 1.66 millones en enero de 2014 es significativamente mayor que los 1.38 millones de armas vendidas en enero de 2012.

“Las ventas han bajado respecto al máximo, pero siguen siendo más altas que antes de noviembre de 2012”, dijo Keane en un correo electrónico a CNNMoney. “La base de clientes ha crecido. Esto se debe a que en los últimos años, los minoristas nos dicen que alrededor del 25% de los clientes son compradores primerizos. Hemos visto un incremento importante de compradoras mujeres”.

La venta de municiones, a la que el FBI no da seguimiento , también ha caído desde su máximo, de acuerdo con informes puntuales del Gobierno y la industria privada.

El Departamento de Seguridad Nacional anunció que sus compras anuales de municiones han disminuido debido a las limitaciones presupuestarias. La dependencia dijo que compró 84 millones de cartuchos en el año fiscal 2013, un descenso considerable comparado con los cinco años anteriores, cuando el promedio anual fue de 109 millones.

Cabela, una empresa minorista de armas y equipos de caza, declaró el jueves que sus ventas en tiendas comparables cayeron un 10.1% en el cuarto trimestre respecto al mismo ejercicio de 2012.

“Los clientes se alejaron de las municiones más bruscamente de lo que esperábamos”, dijo el CEO de Cabela Tommy Millner en el comunicado de prensa que reportaba las ganancias trimestrales de la compañía.

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