A Televisa le dan ‘remedio anti Telmex’
Las regulaciones impuestas por el Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT) obligarán a Grupo Televisa a compartir la infraestructura de antenas para transmitir las señales de televisión a la competencia y parte de sus contenidos, lo que acelerará el despliegue de nuevas cadenas que contiendan contra la televisora de Emilio Azcárraga Jean.
Sin embargo, la falta de una regulación para obligar a Televisa a rentar su propio espectro para que más participantes puedan transmitir sus contenidos, y los procesos para licitar las nuevas cadenas de televisión, pueden acabar en una regulación “benevolente” que perjudicará al consumidor, apuntó el titular de la extinta Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), Mony de Swaan.
El IFT obligará que Televisa acuerde los precios para que las compañías competidoras puedan arrendar su infraestructura para la transmisión de las señales de televisión abierta.
“Televisa tiene las antenas mejor ubicadas, por lo que los nuevos participantes habrían tenido que desplegar sus antenas en zonas menos favorables, aumentando sus costos. La determinación del IFT soluciona eso poniendo las antenas de Televisa a su disposición”, explicó el analista del sector, Fernando Butler.
La televisora cuenta con 221 repetidoras además de 33 estaciones locales para transmitir los canales 2, 4, 5 y 9, frente a las 94 y 84 con que cuenta los canales 13 y 7 de TV Azteca, según datos de Televisa.
Con esa capacidad llega a más de 26.6 millones de hogares, es decir, cerca del 98% de las casas en México para el canal 2.
La compartición de infraestructura permitirá que las empresas que ganen las concesiones para operar las nuevas cadenas de televisión que licitará el IFT -proceso que se lleva de manera paralela- gocen de la misma cobertura que Televisa una vez que acuerden el precio de renta, lo que beneficiará tanto a los costos como la rapidez con que comenzarán a competir, dijo por su parte el presidente de la consultora Mediatelecom, Jorge Negrete.
“Me parece inteligente y bien planteada la solución, pues si bien tiene la obligación de compartir, lo positivo para Televisa es que no será gratis”.
El IFT lanzó el viernes la convocatoria para los interesados en la licitación de las dos nuevas cadenas de televisión abierta digital a nivel nacional, como parte de los compromisos que marca la reforma en telecomunicaciones y radiodifusión aprobada a mediados del año pasado.
TV Azteca no podrá invocar la compartición de infraestructura en las zonas donde ya compite con Televisa.
Grupo Televisa pidió hace casi dos años que la Comisión Federal de Telecomunicaciones (Cofetel), el extinto regulador del sector, aplicará a Telmex la compartición de su infraestructura para permitir que los competidores pudieran ofrecer servicios de llamadas y de Internet a través de su red.
“La compartición de infraestructura contra Televisa es similar a lo que le aplicarán a Telmex en telecomunicaciones”, dijo el especialista del sector Fernando Butler.
La extinta Cofetel no incluyó la compartición de infraestructura como parte de su regulación contra Telmex en 2012, cuando quiso obligarla a tener una oferta pública de interconexión, que al final no fructificó. Grupo Televisa reclamó entonces que la falta de esta regulación iba a costar 16,000 millones de pesos al mercado.
Televisa pide más regulación para Telmex
Ahora el IFT obligará a Televisa a que comparta su infraestructura pasiva para transmitir señales radiodifundidas (televisión y radio), mientras que Telmex deberá hacer lo mismo para servicios de telecomunicaciones fijas (Internet y llamadas).
Mercado en descenso
Los nuevos competidores entrarán a pelear por un mercado de publicidad valuado en cerca de 35,500 millones de dólares (mdd), que actualmente se reparten en 70% y 30% Televisa y TV Azteca; pero que en los últimos años ha crecido a tasas menores al de la economía.
“Desde 2009, los ingresos por publicidad de televisión han crecido a un menor ritmo que el PIB. Incluso este año, donde esperamos un buen 2014 por la venta de publicidad derivado del Mundial de Futbol, estimamos un crecimiento de 6.4%”, explicaron analistas de Credit Suisse en una nota para inversionistas a finales de febrero.
Los analistas financieros de Credit Suisse también apuntaron que el rating, es decir el nivel de audiencia de la televisión abierta, ha caído desde 2005 cuando acaparaba el 88% frente al 12% de la televisión de paga, mientras que en 2013 la tendencia se ubicó en una proporción de 73% a 27%.
“Sabemos que la televisión de paga es un negocio que va decayendo, y que quizá para 2030 ya esté muerto. Por eso es importante que se desplieguen y comiencen a funcionar rápido las nuevas cadenas”, apuntó Butler.
Las medidas del IFT comenzarán a tenner vigencia a partir del 22 de marzo, y a partir de esa fecha, contarán 10 días para que Televisa publique su primera oferta de publicidad donde informará de las tarifas en paquete y por programa que otorga a sus anunciantes, así como sus planes de bonificación y descuentos.
La compartición de infraestructura permitirá ahorrar en costos a los nuevos participantes, pues el despliegue de una infraestructura con cobertura nacional sería de 350 millones de dólares (mdd), según un estudio realizado por el Centro de Investigación y Docencia Económicas (CIDE) en 2010.
Televisa deberá presentar el 7 de junio su primera Oferta Pública de Infraestructura, es decir el documento donde detallará las bases bajo las cuales arrendará sus activos en cuestiones de ubicación y cuestiones técnicas, aunque la propuesta final puede presentarse hasta agosto, debido a que el IFT puede modificarla si no se ajusta a sus parámetros.
La obligación que impuso el IFT para quitar la exclusividad de ciertos eventos deportivos, junto a la de retransmitir las señales de los canales de televisión abierta de Televisa y TV Azteca, también apoyará a los nuevos participantes en la licitación, pues cerca del 70% de los costos iniciales provienen de la generación de contenidos, según cálculos de la extinta Cofetel, que estimaba en cerca de 1,000 mdp el total de inversión inicial.
Pero el regulador otorgó un plazo de tres meses para que los participantes pusieran sus propuestas en la mesa, y otros tres para revisarlas, lo que retrasará la puesta en marcha de los nuevos operadores en este sector, explicó Mony De Swaan.
“Con los plazos que pusieron para determinar quiénes pueden participar, la obligación de Televisa de compartir infraestructura no va a ser válida hasta después de 2015. Espero que el regulador nos explique por qué necesitan de tanto tiempo”.
Los numerales 2.2 y 2.3 de la convocatoria publicada el viernes en el Diario Oficial de la Federación (DOF) otorgan a los interesados un plazo máximo para que el IFT otorgue una opinión favorable para que opten por la licitación.
De Swaan agrega que la imposición de medidas regulatorias contra Televisa ha resultado “conservadora” pues no se le obligó a arrendar parte de su espectro a terceros para difundir contenidos a través de sus canales en multiprogramación, ni se le impusieron regulaciones en materia de televisión restringida, donde obviamente domina con sus empresas de televisión de paga.
“Incluso pudieron llegar a pedirles que desinvirtieran en el canal 9. Todas son medidas discutidas y potencialmente podrían haberlas perdido ante tribunales. Pero debieron arriesgarse en favor del consumidor. Eso nadie se los hubiera reprochado”.
La multiprogramación permite que los actuales concesionarios de televisión abierta puedan transmitir varias señales digitales a través del mismo espacio donde antes podía pasar sólo una señal analógica.
La legislación secundaria en la materia, que está por discutirse en el Congreso, definirá cómo se permitirá realizar estas modalidades, y si todos los concesionarios podrán ocuparla, explicó el comisionado del IFT Fernando Borjón.
