Inversiones rusas presionan a Europa
Los inversionistas rusos gastaron miles de millones de dólares en empresas europeas durante el fin de semana, patentizando los profundos lazos entre Moscú y la Unión Europea (UE).
Las operaciones se produjeron en un momento en que crecía la probabilidad de que Europa sancionara a Rusia por lo que considera una intromisión en Ucrania. Y en efecto, los ministros de Exteriores de la UE se reunieron el lunes para acordar medidas sancionadoras contra ciertas personas tales como la restricción para viajar y la congelación de activos.
Uno de los hombres más ricos de Rusia, Mikhail Fridman, adquirió este domingo una compañía alemana de petróleo y gas a través de una firma de inversión establecida el año pasado en Luxemburgo por Alfa Group, su conglomerado de empresas financieras, comerciales y de servicios públicos.
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En el acuerdo, el grupo energético alemán RWE dijo que convino los términos y condiciones para vender su división de producción Dea por alrededor de 7,000 millones de dólares, incluidos unos 800 millones de dólares en deuda.
“Ellos clarificarán en breve los detalles adicionales para poder celebrar el acuerdo de compraventa”, declaró RWE en un comunicado.
Segundo bocado
La segunda operación, anunciada el lunes, fue protagonizada por Rosneft, la petrolera paraestatal rusa, que adquirió una participación en el fabricante italiano de neumáticos Pirelli.
Rosneft tomará el control del 13% de Pirelli a través de una participación del 50% en un nuevo holding junto con los bancos italianos Intesa Sanpaolo y UniCredit y el CEO de Pirelli Marco Tronchetti Provera. El acuerdo valora las acciones en unos 12 euros por papel, por lo que la participación de Rosneft vale cerca de 1,000 millones de dólares.
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Intesa Sanpaolo dijo que los detalles del acuerdo quedarían “totalmente definidos en los próximos días”. Rusia representa alrededor del 4% de las ventas de Pirelli.
¿Un tercer bocado?
La prensa ha informado, además, que Fridman estaría buscando diversificar fuera de Rusia luego de vender su participación en TNK-BP, que fue adquirida por Rosneft a fines de 2012.
Los inversores en activos rusos han sido duramente castigados este año por la creciente tensión con Occidente, que ha provocado una fuga de capitales. El MICEX, el índice bursátil más importante de Rusia, ha caído 17% desde el inicio del año, y el rublo se ha desplomado un 11% a mínimos históricos frente al dólar.
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Los líderes de la UE quieren presionar a Moscú por la intervención en Ucrania, pero muestran reservas ante la posibilidad de desatar una guerra comercial en pleno.
La débil situación económica de Rusia y su dependencia de los ingresos del petróleo y del gas hacen suponer que sería la parte más afectada, pero la recuperación de Europa sigue siendo frágil y miles de empresas e inversionistas podrían verse perjudicados.