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Cómo Zuckerberg convenció a Oculus

El fundador de la firma de realidad virtual cuenta cómo el CEO de Facebook ganó su empresa; el acuerdo por 2,000 mdd da posesión a Facebook de lo que cree que es la siguiente gran plataforma.
mar 15 abril 2014 06:02 AM
Mark Zuckerberg, CEO de Facebook, cerró el trato para comprar a la empresa Oculus en tres días y medio. (Foto: Reuters)
zuckerberg facebook

Las adquisiciones de Mark Zuckerberg tienen una fórmula: nunca, nunca se filtran porque se concretan rápidamente. Por ejemplo, según reportes, la adquisición de WhatsApp por parte de Facebook por 19,000 millones de dólares fue cerrada con fresas cubiertas de chocolate el Día de San Valentín, y el acuerdo fue anunciado cuatro días después.

Un mes después de eso, la oferta de Facebook por 2,000 millones de dólares por Oculus VR fue consolidada durante una cena en casa de Zuckerberg. En el plazo de una semana, el trato estaba hecho.

El proceso de cortejo para Oculus comenzó en febrero pasado cuando Mark Zuckerberg llamó al presidente ejecutivo Brendan Iribe para sostener una conversación de 10 minutos. Zuckerberg preguntó a Iribe cuál sería la “aplicación estrella” para el casco de Oculus; Iribe le dijo que serían los videojuegos, pero insinuó que también habría una oportunidad de usar la realidad virtual para la comunicación. Presionó a Zuckerberg para que consiguiera un casco y un demo, y eventualmente viajó a la sede de Facebook para mostrar el prototipo Crystal Cove de Oculus a Zuckerberg, a Chris Cox, vicepresidente de productos de Facebook y al director de tecnología, Mike Schroepfer.

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Un mes más tarde, Iribe invitó a Zuckerberg a las oficinas de Oculus en Irvine, California, para mostrar su más reciente prototipo dirigido al consumidor. Oculus está particularmente orgulloso de este prototipo porque muy pocas personas que lo han usado experimentan desorientación (un problema común con las versiones anteriores de sus cascos).

Está “ muy cerca de la visión que todo el mundo ha tenido de la realidad virtual”, dijo Iribe, quien habló en la conferencia F.ounders en Nueva York la semana pasada. “Cuando lo ves, empiezas a creer lo grande que esto realmente puede ser”. Como a John Carmack, el director de tecnología de Oculus y una leyenda en la industria del videojuego, le gusta decir: “Uno recibe la religión por contacto”.

Eso definitivamente sucedió así para Zuckerberg. De acuerdo con Iribe, después de probar el casco, Zuckerberg dijo: “Así que, fue probablemente una de las mejores cosas que he visto en mi vida, y tal vez, que jamás veré”. Y siguió esa declaración con una pregunta: “¿Cómo puedo ayudar?”

Iribe dijo que no estaba seguro de que una ventana flotante de una aplicación de Facebook fuera muy popular en la realidad virtual.

“Eso no es de lo que estoy hablando”, dijo Zuckerberg. “Nos gustaría ayudarte. ¿Qué otros grandes problemas tienes?”

Iribe explicó que Oculus necesitaba crear un ecosistema y apoyarlo con una infraestructura. Zuckerberg respondió que Facebook sabe una cosa o dos acerca de plataformas y usuarios.

Iribe también explicó que Oculus tendría que recaudar mucho más dinero para tener el hardware adecuado. Oculus fue famoso en sus inicios porque su dispositivo estaba construido a partir de piezas de teléfonos celulares. Pero después se hizo evidente que el producto sería mucho mejor si tuviera pantallas, óptica y sensores personalizados.

Eso requiere de una inversión enorme. La empresa iba a tener que recaudar entre 500 y 1,000 millones de dólares, e Iribe bromeó, “está por encima de mi nivel de pago”. Zuckerberg le dijo que Facebook podría ayudar con ese problema también, ya que la empresa “tiende a hacer un montón de dinero”.

Iribe dijo que los dos presidentes ejecutivos comenzaron a ponerse de acuerdo en muchas cosas, pero “el número no llegaba exactamente allí” (refiriéndose al precio), por lo que Oculus decidió mantenerse independiente. “Nunca hicieron una oferta formal, pero nosotros teníamos una cifra bastante grande en mente por una empresa de 20 meses de edad”, dijo.

Poco después, c uando Facebook gastó 19,000 millones de dólares para adquirir WhatsApp, e l equipo de Oculus comenzó a creer en nuestra cifra un poco más”, dijo Iribe. Pero él notó que, en última instancia, la oferta era más acerca de una asociación que del dinero. Oculus no ejecutó un proceso de subasta, ni trató de venderse a sí mismo entre otros compradores potenciales.

Zuckerberg se ganó a Oculus con su visión de la realidad virtual como la siguiente gran plataforma. Facebook no tiene su propia plataforma, su propia versión de sistema operativo Android de Google, ni de la App Store de Apple. Sólo tiene página web y un conjunto de aplicaciones. Pero Oculus podría ser la plataforma para Facebook.

Por eso, cuando Zuckerberg llamó un sábado de marzo para invitar al equipo de Oculus a cenar, ellos se subieron a un vuelo hacia San Francisco la mañana siguiente. Carmack impresionó a Zuckerberg con su visión de la realidad virtual como reemplazó de los monitores 2D. Zuckerberg mostró al equipo como Facebook podría ayudar a Oculus a llevar cascos de realidad virtual a la gente de manera rápida, más amplia, y a menor costo.

Los dos equipos llegaron a un acuerdo y ese miércoles los cuatro fundadores de Oculus cenaron en casa de Zuckerberg, junto con Cox, Amin Zoufonoun, director de desarrollo corporativo, y Cory Ondrejka, un vicepresidente de ingeniería de Facebook, quien también fue confundador del mundo virtual Second Life.

Al final de la cena, Zuckerberg dijo: “Deberíamos hacer esto”.

“No sé si puso algo en la cena, pero ciertamente todos estábamos sonriendo y sintiéndonos bien acerca de ello”, bromeó Iribe. “Y se sentía como que era lo correcto”.

Zuckerberg dijo que pensaba que podían cerrar el trato por 2,000 millones de dólares en alrededor de tres días y medio.

Los equipos legales de ambas empresas acamparon en la sede de Facebook el fin de semana, trabajando día y noche sin dormir para redactar los detalles de la operación. “Cuando escuchas que a Facebook le gusta moverse rápido —ése es su lema—, te mueves rápido”, dijo Iribe. Ese domingo a las 5:30 de la mañana salió de la oficina de Facebook para ir directamente al aeropuerto, y de allí a casa a dormir. “Ya estaba alucinando y estaba un poco delirante porque no habíamos dormido”, dijo. Cuando despertó, todavía estaba desorientado. ¿Realmente había pasado eso o lo había soñado?

Ese martes, todo se volvió muy real: Facebook anunció el acuerdo después del cierre del mercado , sorprendiendo al mundo de los videojuegos, al mundo de la tecnología, a los patrocinadores de Oculus en Kickstarter, y a Wall Street (las acciones de Facebook cayeron ligeramente en operaciones posteriores al cierre). Incluso el consejo directivo de Oculus no se mostró entusiasmado con el acuerdo, ya que prefería que la empresa permaneciera independiente, dijo Iribe.

Desde entonces, Iribe ha estado ansioso por contar la versión de la historia de Oculus. Él y sus cofundadores publicaron tres entradas de blog separadas acerca del acuerdo, y Iribe se apresura a indicar que todo el equipo de Oculus estuvo a favor de venderse a Facebook. Él admitió que Facebook no era la opción obvia, y que incluso él había tenido algo de escepticismo inicial cuando escuchó hablar al respecto por primera vez.

Sin embargo, ahora es un creyente: “Cuando observamos lo que hará Oculus, y la realidad virtual, en general, de manera exitosa en una década a partir de ahora, realmente creo que el apoyo de Facebook y su respaldo en esto realmente harán una gran diferencia”, dijo.

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