Buffett, enemigo del pago extra
El redoble de tambores para la reunión anual de Warren Buffett, de Berkshire Hathaway en Omaha, Nebraska, comenzó en la terminal del aeropuerto, allá en D.C., donde un padre estaba explicando con sándwiches a su joven hijo pelirrojo el concepto de las clases de acciones: “Pero a veces puedes comprar un pedazo más pequeño por mucho menos dinero...”
Y en el avión -tal vez el único fin de semana del año en que los vuelos con destino a Omaha están completamente llenos, con la mayoría de los pasajeros vestidos de trajes- todas las pláticas eran acerca de Berkshire.
En el transporte del aeropuerto al hotel, la conversación entre extraños varió desde el mercado (“Estoy seguro de que habrá una caída, pero no estoy seguro de cuándo”) hasta la forma en que habían llegado a poseer acciones de Berkshire (“Oí de ellas por un vecino... Originalmente vendí cuando llegaron a los 2,000 dólares) y al plan de sucesión de Buffett (“Se asume bastante que será Ted Weschler”).
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La reunión en sí, que se inicia con una breve discusión sobre los resultados de ganancias y cierra con el voto obligatorio del consejo, se ha vuelto un festival en toda regla que se apodera de Omaha durante la primera semana de mayo -una bonanza de evento que Buffett apoda “Woodstock para los capitalistas”-. De hecho, para muchos de los accionistas que acuden en masa al evento desde todas partes del mundo -especialmente los primeros inversores cuya riqueza impulsada por Berkshire es a menudo una nota al pie de un estilo de vida por lo demás modesto- el fin de semana es una juerga durante la cual se les anima a hacer lo que hace Buffett.
En general, eso involucra (además de una inversión disciplinada) comer bocadillos cargados de catsup, dulces marca See y Coca Cola -en todo momento del día- y llenarse de artículos con descuento de las empresas de Berkshire en nombre de la frugalidad. Como el veterano socio de negocios de Buffett, Charlie Munger, dijo en tono de burla: “Entre más compras, más ahorras, a estos precios”.
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Extraídas de las respuestas del Oráculo de Omaha a las preguntas de decenas de accionistas en la reunión, éstas son algunas de sus ideas clave:
Ted y Todd están siendo preparados para la gestión
A medida que los accionistas se ponen cada vez más inquietos por que Buffett nombre a un sucesor, la especulación se ha enfocado en sus dos gestores de cartera, Ted Weschler y Todd Combs, quienes han superado en desempeño al propio Buffett durante los últimos años, pero aún no han hecho acto de presencia en la reunión anual.
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Buffett siguió siendo recatado acerca de su selección, pero dijo que Weschler y Combs, quienes actualmente gestionan alrededor de 7,000 millones de dólares, “manejarán más dinero en el futuro de lo que manejan ahora”. Buffett también señaló que depende de los gerentes para ayudarlo con otras partes del negocio, como negociar con las empresas y ejecutar ideas que Buffett no “tiene ganas de llevar a cabo él mismo”. Al dar indicios acerca del creciente papel de Combs y Weschler, Buffett dijo: “Serán factores más importantes a medida que pasan los años”.
No le pidas a Buffett un aumento de sueldo.
El "Oráculo" puede ser un gran jefe en muchos aspectos -no hace microgestión y rara vez realiza despidos masivos- , pero parece que prefiere a empleados que aceptan sus salarios sin quejarse. En varias ocasiones durante la reunión elogió a sus directivos por hacer su trabajo bien sin pedir más. “Tanto Ted como Todd han sido muy útiles en hacer cosas más allá de sus funciones de gestión de inversiones -les gusta hacerlo, quieren hacerlo-, no piden una compensación adicional por ello”.
Y cuando Buffett adquirió la firma de vehículos recreativos Forest River, al ofrecer a su presidente ejecutivo un paquete de compensación, el “nunca sugirió cambios”, recordó con cariño. Ciertamente, Buffett es conocido por pagar bastante bien.
El calentamiento global es irrelevante.
Los ferrocarriles de Buffett llevan carbón, pero él permanece fuera del debate sobre el impacto ambiental debido a que sus trenes son obligados por la ley a llevarlo, así que él no podría boicotearlo aunque quisiera. Pero él no ve el calentamiento global como un problema para Berkshire en el corto plazo”. No creo que, al tomar una decisión de inversión en Berkshire Hathaway, o en todas las otras empresas, el cambio climático deba ser un factor en el proceso de toma de decisiones”, dijo.
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Munger es incluso más escéptico: “Creo que muchas de las personas que afirman que el cambio climático causará más huracanes y desastres naturales están haciendo afirmaciones exageradas”, dijo, entre muchos aplausos.
Los multimillonarios están realizando vuelos privados con más frecuencia.
La compañía de jets privados de Buffett, NetJets, creció muy poco debido a que menos clientes nuevos compraron aviones. Sin embargo, solo un pequeño segmento de los individuos ricos pueden pagar sus propios aviones, y Buffett se sintió alentado por el hecho de que los propietarios actuales parecen estar utilizando sus jets más a menudo, algo que decayó durante la recesión: “Los vuelos se han recuperado, los propietarios están usando sus aviones más en los últimos seis meses a un año”, dijo Buffett.
Los coches de conducción autónoma amenazan a Berkshire Hathaway.
Hay pocas cosas que representan una amenaza competitiva para Berkshire Hathaway, y Buffett y Munger son reacios a admitir a esas amenazas. Aún así, existe un suceso que puede poner presión sobre Berkshire, según Buffett: los coches de conducción autónoma. Buffett es un gran fanático de su propiedad largamente mantenida, GEICO, la aseguradora de autos. Pero la cuestión del seguro de autos para coches de conducción autónoma que no chocan aún no ha sido respondido. Y si los autos futuristas dejan a GEICO fuera del negocio, dice Buffett, “por lo menos no estaré allí para verlo”.
Buffett es alcista respecto a Airbnb.
Aunque los reguladores de Nueva York hacen la guerra contra Airbnb, el emprendimiento de alquiler de viviendas, Buffett lo respalda por su poder para reducir los precios de los hoteles al incrementar el suministro. Después de quejarse de que los hoteles en Omaha estaban explotando a los accionistas de Berkshire al elevar las tarifas durante el fin de semana de la reunión anual, Buffett alentó a los inversores visitantes a optar por Airbnb, con la esperanza de que el aumento en la demanda hiciera bajar los precios.