Cableras replican guión de Netflix
El auge de los servicios de video por Internet ha provocado que empresas de televisión por cable y hasta telefónicas lancen sus propios paquetes para que los clientes accedan a su programación “cuando quieran y donde quieran”.
Desde la llegada de Netflix a México, que cumplirá tres años en septiembre , América Móvil y Grupo Televisa han creado negocios de streaming para atender este creciente mercado.
“Vemos que el consumidor quiere más personalización con el contenido, y esto es vital para la evolución del entretenimiento”, comentó el vicepresidente senior de ventas para América Latina y el Caribe de ARRIS, Germán Iaryczower.
ARRIS, productora de equipos de telecomunicaciones, identificó que 56% de los usuarios en América Latina ve contenidos a través de laptops, computadoras, smartphones o tablets. La encuesta también muestra que 93% de las personas de entre 25 a 34 años les gustaría tener un servicio de streaming, pero sólo el 36% está dispuesto a pagarlo.
“Vemos que este grupo de jóvenes tiene una expectativa económica creciente, y su intención por adquirir estos servicios va a ir al alza”, dijo el líder para México de ARRIS, Miguel Cruz.
El reto para la expansión de estos servicios se encuentra en el acceso y calidad de Internet en México, pues el 96% del grupo que usa servicios de streaming se quejó de interrupciones.
México es uno de los últimos lugares en penetración de banda ancha fija y móvil entre las naciones de la Organización para la Cooperación y Desarrollo Económicos (OCDE), mientras que la velocidad promedio de las conexiones existentes se encuentra en 4 Mbps, menos de la mitad que en Estados Unidos (10 Mbps) o Canadá (9Mbps), aunque por encima de todos los países latinoamericanos, según datos de la consultora internacional Akami en su reporte State of Internet al cuarto trimestre de 2013.
“Sin duda la baja penetración y rapidez de la banda ancha en México frena un avance más agresivo de estos servicios”, opinó el analista de la consultora especializada The Competitive Intelligence Unit (CIU), Gonzalo Rojón.
Agregó que en México los servicios de streaming aún se complementan con los de la televisión de paga, pero en países como EU ya compiten por la audiencia como un producto sustituto, por lo que las cableras deben prepararse ante esta transición.
La siguiente gráfica muestra que Netflix se posiciona como el servicio de video por Internet más popular en el país, con 68% de los usuarios, según datos de una encuesta realizada por The CIU a inicios de este año:
Fuente: imagen tomada del estudio de The CIU sobre contenidos en Internet.
Cabe mencionar que Cuevana se ha visto envuelto en demandas con los productores de contenido por el pago de derechos.
Aunque los grandes proveedores ya cuentan con estos servicios para agregar valor a sus ofertas de televisión por cable, los operadores medianos como Maxcom, Axtel o Telecable tienen sus propias soluciones multipantalla para que sus suscriptores de TV de paga puedab acceder al servicio de streaming.
“No creo que podamos controlar lo que quiere el usuario. El usuario no quiere ser controlado, porque lo quieren ver donde quieren y cuando quieren”, dijo el directivo de ARRIS, firma que ofrece soluciones para plataformas como VEO de Cablevisión, que forma parte de Grupo Televisa.
El servicio de la cablera, que tiene el 6% del mercado, tiene la ventaja de ofrecer contenidos de Televisa, los más populares en el país, en el momento que el usuario quiera, aunque carga con la desventaja de tener un acceso limitado a todos los contenidos, pues para algunos se requiere pagar una cuota extra a la renta mensual, apunta Gonzalo Rojón.
“En general todos los servicios OTT (Over The Top) tienen un rezago frente a Netflix, la cual tiene una cartelera de programación mayor, y con mucho más tiempo en este mercado”, dijo el especialista de The CIU.
Pero los cableros tradicionales pueden aprovechar la ventaja de conocer los contenidos que quieren ver los mexicanos, así como su infraestructura, que les permite no depender de terceros para llevar los contenidos a través de Internet, algo con lo que no cuentan servicios como Netflix.
