Leyes y vacaciones frenan TV abierta
El retraso en la presentación de propuestas para la licitación de dos cadenas de televisión abierta en México provocará que sea hasta agosto de 2015 cuando se conozca a las empresas ganadoras. Originalmente se tenía previsto que el fallo se anunciara a más tardar el 25 de marzo del año entrante.
“No hay una certeza absoluta (sobre la aprobación de las leyes secundarias). Se ha hablado de que a finales de este mes o la primera quincena de julio. Sumado esos tiempos a la suspensión de actividades en el Instituto de acuerdo al calendario publicado en el Diario Oficial, creemos que es un tiempo prudente dar dos meses y medio”, explicó en entrevista el comisionado del Instituto Federal de Telecomunicaciones (IFT), Adolfo Cuevas.
El pleno del IFT informó este jueves por la noche que modificaría las fechas para la licitación de 246 frecuencias para dos nuevas cadenas de televisión abierta, debido a la incertidumbre sobre cuándo será la aprobación de las leyes secundarias en materia de telecomunicaciones, y el receso de labores del instituto.
Originalmente los interesados debían presentar su solicitud de opinión favorable en materia de competencia el 16 y 17 de junio, pero ahora será hasta el 2 y 3 de septiembre de 2014.
Los legisladores han expresado su intención para modificar las leyes secundarias que se derivan de la reforma constitucional aprobada hace un año, a pesar de que la misma Constitución estipulaba que debían estar para mediados de diciembre del año pasado.
El IFT suspenderá labores del 21 al 25 y el 28 al 30 de julio además del 1 de agosto, según publicó en el Diario Oficial de la Federación (DOF) desde febrero, lo que contribuirá a las demoras.
Artículo relacionado: Leyes de telecomunicaciones, en suspenso
Cuevas argumentó que los interesados en la licitación de las nuevas cadenas requieren tiempo para realizar el plan de negocio con el que competirán en el proceso, pero detalló que sin la definición de temas como el refrendo de concesiones, la multiprogramación, los tiempos publicitarios o los requerimientos de programación independiente, los participantes no podían configurar sus propuestas.
“Hubo tres grupos, no voy a revelar nombres, que se acercaron (y) plantearon las dudas”.
El funcionario dijo que el IFT tomó en cuenta estas dudas para replantear el programa, pues consideraron que algunos grupos que pretenden participar con empresas extranjeras requieren de toda esta certeza para decidir entrar a la licitación.
“Todos estos son factores que afectan un modelo de negocios, y en las expectativas de monto de inversión, de retorno, etcétera”, comentó Cuevas.
Pero la decisión, en lugar de dar certeza al sector, mina la confianza sobre el proceso y las decisiones del regulador, pues con la legislación actual, y tomando como base la reforma constitucional, pudo seguir, consideró el analista del sector telecomunicaciones Gabriel Sosa Plata.
“No me gusta, porque lo que ha venido haciendo el IFT se ha hecho sin necesidad de una legislación secundaria. Ahí tiene el mandato constitucional”, opinó el experto.
La reforma constitucional mandató al instituto para disminuir la concentración en el mercado de la televisión abierta que ahora concentra Televisa, con el 70% de los ingresos de publicidad en este mercado, mientras que TV Azteca tiene casi el 30% restante.
El IFT espera que las dos nuevas cadenas de televisión que licitará obtengan una tajada de casi 2,000 millones de pesos (mdp), es decir, el 8.5% del mercado, según estimaciones presentadas en abril.
Cuevas aseguró que existen temas importantes que se deben definir como si los ganadores tendrán el permiso para comercializar como canales de paga los que resulten de la multiprogramación de las señales digitales, tecnología que permite transmitir varios canales a través del mismo espacio por donde sólo puede pasar una analógica.
“Esta experiencia de usar los canales multiplexados para el servicio de televisión de paga se ha usado en algunos países europeos con un éxito, yo diría, considerable”, afirmó el comisionado.
El IFT estimó el valor del mercado de la televisión abierta de 45,086 millones de pesos (mdp) que incluye en la mayor parte los ingresos por publicidad abierta (unos 35,000 mdp), además de la venta de contenidos.
