Portugal divide al Banco Espírito Santo
El Banco Central de Portugal ha dividido al problemático Banco Espírito Santo en uno “bueno” y otro “malo” bajo un plan de rescate que costará miles de millones dólares, pero que protegerá a los pagadores de impuestos y clientes de la entidad financiera.
A través del programa de 4,900 millones de euros (unos 6,600 millones de dólares), la mayoría de los depósitos, sucursales, empleados y las operaciones serán transferidas a Novo Banco, una nueva firma controlada por el Banco de Portugal .
Los problemas de Espírito Santo se quedarán en la parte mala y las pérdidas serán sorteadas por los accionistas y acreedores.
Los actuales clientes del banco y los tenedores de bonos sénior serán protegidos.
“Nada cambia para los clientes, quienes podrán continuar con sus operaciones normales y sin interrupciones”, señaló el Banco Central en un comunicado. “Las disposiciones contractuales con los clientes permanecerán sin cambios”.
Los fondos para salvar al banco provienen del programa de resolución del Banco de Portugal, un mecanismo diseñado para controlar los riesgos en el sector. Un préstamo del Estado añadirá capital adicional al plan.
El rescate llega en momentos de problemas profundos en el grupo Espírito Santo que en meses recientes se han dado a conocer sus irregularidades financieras.
El impacto fuera de Portugal será limitado. Banco Espírito Santo mantiene menos del 15% de los activos bancarios en el país y sólo 0.25% del sector en la eurozona.
Las instituciones europeas todavía están lejos de ser perfectas, pero han recorrido un gran camino durante los últimos dos años. Los líderes de la Unión Europea (UE) están provistos de herramientas para calmar el pánico del mercado al crear un fondo de rescate financiero – el Mecanismo de Estabilidad Europea – y han puesto en su lugar los elementos esenciales para crear una unión bancaria.
El Banco Central Europeo revisa los activos y la resistencia de las regiones más importantes para las entidades financieras, y los estados europeos han aprobado las reglas sobre cómo rescatar o eliminar bancos que se metan en problemas.
Mark Thompson contribuyó a este reporte.