Viejos errores en el Metrobús 2

A marchas forzadas y tras meses de retraso, el Gobierno de la Ciudad de México inauguró la línea 2 del Metrobús, que va por el eje 4 Sur (Xola), desde Tacubaya hasta Tepalcates. La administración ya contaba con la experiencia de la línea 1, que a tres años y medio de operación todavía está en proceso de reparación.

¿Las autoridades aprendieron la lección? No. Cualquier iniciativa que mejore el transporte público en una mega urbe siempre es bienvenida, como ocurrió exitosamente en Colombia y Brasil; no obstante, la aplicación mexicana, especialmente la de la capital, pecó de precipitaciones. Las autoridades pretenden mejorar el transporte público para que la gente deje su auto en casa, sin embargo, la realidad es relativa, por la saturación que hay a ciertas horas. Con la nueva ruta, el DF ya tiene cubiertos los cuatro puntos cardinales, pero afectar las avenidas Insurgentes y Xola con una reducción a dos carriles provocó nudos y congestionamientos considerables, pues al igual que en la línea 1, no fue posible alterar los arroyos de calle, por lo que los cruces de Insurgentes, Revolución y Rojo Gómez de la flamante línea 2 se convirtieron en cuellos de botella.

La idea original de las estaciones de la línea 1 tenía una expresión tosca y pesada. En contraste, la nueva ruta contó con una imagen ligera, hecho que la ciudadanía agradece. También parece que la obra recién inaugurada es accesible para discapacitados. Otro de los objetivos del proyecto era ayudar a regenerar zonas degradadas y peligrosas, como Tepalcates, en Iztapalapa, pero como será estación terminal seguramente llegarán vendedores ambulantes.

Al final, tenemos un nuevo esfuerzo del gobierno de la ciudad que en parte mejora lo hecho en la línea 1, pero que vuelve a repetir errores de concepción del proyecto. Ojalá en las nuevas líneas se refleje más la experiencia aprendida.
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*Arquitecto, doctor en Historia e investigador de la UAM Xochimilco.