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La irreverencia vestida de formalidad

Tras años de discusión la tan esperada reforma a las leyes de contratación pública sigue pendiente; las negociaciones han tenido lugar, incluso en el Congreso de la Unión y en secretarías de Estado.
jue 07 mayo 2009 04:07 PM

Mi amigo, el ilustre abogado mexicano Carlos Pastrana, dice que México es un país irreverente vestido de formalidad. Y así es: lloramos cuando escuchamos el Himno Nacional en el extranjero, pero ni de broma pagamos nuestros impuestos. Lamentablemente, también asumimos esta actitud en aspectos tan trascendentes como la reforma a las leyes de contratación pública.

Desde hace años se discute esta legislación, debido a que, a decir de muchos actores en la materia, su formato impide el desarrollo nacional, incentiva la corrupción, desalienta el heroico actuar de los servidores públicos y, además, fomenta el abuso por parte de los particulares.

"El formato (que tiene la contratación pública) impide el desarrollo nacional"

 

 

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Los mismos temas se discuten en charlas de cafés poco amenas y hasta en congresos y coloquios en las secretarías de Estado y en el Congreso de la Unión. Por eso pongo en la mesa algunos aspectos comentados en estos encuentros que me parece que, al día de hoy, son críticos en la materia:

a) La inmensidad de normas y regulaciones existentes, desde el Artículo 134 constitucional, hasta los famosos Pobalines (Políticas, bases y lineamientos), y el abuso en su interpretación, que genera inseguridad jurídica a los participantes y a los servidores públicos.

b) El creciente número de casos de abusos hacia licitantes en los procedimientos de contratación, en forma absurda y bizarra, que desalientan la participación y la inversión.

c) El “presupuesto insuficiente” que evita la adjudicación de las propuestas y que por el bien de todos ya podría solucionarse, señalándoles a los licitantes el monto máximo que podrían pagar por las compras o contratos.

d) Una clara reforma a las inconformidades, no para satanizarlas más, sino para convertirlas en un verdadero medio de control de la legalidad, eficiente y fuerte en beneficio del estado de Derecho.

*Abogado, socio director de COMAD, SC.
rhernandez@comad.com.mx

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