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SANAA trazos del cuarto Pritzker japonés

La obra de SANAA se caracteriza por su perfección técnica, elegancia e impacto en el entorno urbano; por cuarta vez en 30 años de historia, el premio Pritzker es para arquitectos japoneses.
lun 29 marzo 2010 10:59 AM
Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa se unieron para formar el despacho SANAA en 1995.  (Foto: Cortesía SANAA)
Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa, SANAA (Foto: Cortesía SANAA)

Ésta es la tercera vez en la historia del Pritzker que se honra a dos arquitectos simultáneamente en el mismo año, dijo Thomas J. Pritzker, actual presidente de la fundación Hyat, luego de anunciar que los ganadores del premio Pritzker eran los arquitectos japoneses Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa, del despacho SANAA.

La primera vez que ocurrió fue en 1988, cuando se honró a Oscar Niemeyer y Gordon Bunshaft, y la segunda cuando los honrados con este prestigio fueron Jacques Hersog y Pierre de Meuron.

Kazuyo Sejima y Ryue Nishizawa se unieron para formar el despacho SANAA en 1995. Una de sus primeras obras juntos, el Museo de Ogasawara en Nagano, Japón, ya era muestra de la gran calidad de proyectos que la firma SANAA presentaría en el futuro:

Este museo, cuya construcción tuvo inicio en 1995, se alzaba en un terreno de importante patrimonio nacional, donde alguna vez se irguió un castillo del siglo XIV y XV. El museo sigue la forma alargada del terreno y su estructura lo eleva sobre el nivel del piso, para hacer visibles los restos del castillo y evitar problemas de humedad provenientes del subsuelo.

Si bien la mayoría de la obra de este despacho se encuentra en su Japón natal, abarcando principalmente proyectos de vivienda y de usos mixtos, también han tenido importantes contribuciones a nivel internacional.

El Stadstheater, en Almara, Holanda es un claro ejemplo. SANAA fue elegido en 1998 para proyectar un teatro municipal y centro cultural en un pueblo al oeste de Ámsterdam, y forma parte del plan maestro desarrollado por la firma OMA.

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Otra de sus obras importantes localizadas en Kanazawa, Japón, es el Museo de Arte Contemporáneo del siglo XXI, construido en 2004. En este  proyecto los arquitectos japoneses mostraron algo de su versatilidad, rompiendo con la rectitud de obras pasadas para darle un desarrollo formal más curvo y orgánico al edificio.

Esta característica fue retomada en algunos de sus proyectos internacionales como son el Pabellón de Vidrio de Toledo, en Ohio, Estados Unidos (terminado en el 2006), donde la sinuosidad se da en los recorridos internos, y el Rolex learning center, en Suiza (terminado en 2009). Ambos proyectos de gran calidad arquitectónica rompen con la rigidez rectilínea que a veces puede caracterizar a la arquitectura japonesa.

Sin duda, uno de sus proyectos más conocidos es el Museo de Arte Contemporáneo de Nueva York. Este proyecto, comenzado en 2003 y terminado en 2007, logró aumentar el espacio de exposición para las obras, gracias a su disposición vertical. Debido al juego intercalado que se da entre los niveles se pudo solucionar la problemática de iluminación dentro del museo, a través del empleo de tragaluces en los espacios donde los niveles se intercalan. Este quiebre y desplazamiento de los niveles, además de ser una solución funcional le da al edificio su particular expresión formal, que resuena con un deconstructivismo un poco diluido.

La obra de estos dos arquitectos japoneses se ha visto marcada por la perfección técnica de sus proyectos, así como un agudo sentido estético. Los proyectos de SANAA resaltan por su elegancia, a la vez que aportan una importante contribución al entorno construido. Sin ser hitos arquitectónicos, no dejan de resonar en el entorno en que son emplazados y es gracias a una fuerte cualidad urbana que los edificios de SANAA permanecen en armonía con su contexto.

El premio Pritzker a la excelencia y las constantes contribuciones a la humanidad y el entorno construido, comenzó a honrar arquitectos vivos en 1979, a través de la fundación Hyatt. Desde entonces se ha convertido en el más alto honor que un arquitecto puede recibir en reconocimiento a su trabajo.

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