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¡Cuidado!, que hay niños jugando

Los jardines de juegos no tiene que convertirse en lugares riesgosos para los pequeños; caerse y golpearse es parte de ser niño, pero esto no significa que accidentarse también lo sea.
vie 30 abril 2010 06:00 AM
Es casi imposible que un niño permanezca quietito y tranquilo al estar en un área de juegos. (Foto: Cortesía SXC)
Niños jugando parque (Foto: Cortesía SXC)

Caerse, golpearse y rasparse para después "rebotar" y seguir jugando como si nada hubiera pasado, es parte de ser niño. No obstante, para prevenir accidentes es posible adecuar los espacios diseñados para los pequeños. Por eso, a la hora de proyectar un espacio de juegos para los infantes hay que considerar el área de uso de la estructura y seleccionar un material de superficie de suelo adecuado, recomienda Barbara Butler, quien desde 1987 se dedica en Estados Unidos al diseño y a la construcción de espacios de juego para niños.

La también fundadora de Barbara Butler Artist-Builder Inc opina que una correcta área de uso le dará a los chicuelos el espacio necesario para poder jugar, corretear y saltar sin peligro de sufrir golpes y tropezones con objetos que conforman la estructura de juego.

"Es casi imposible que un niño permanezca quietito y tranquilo al estar jugando en este tipo de estructuras", detalla Butler en un estudio llamado "Jardines de Juegos, tips de seguridad".

El área de uso se debe pensar no sólo de manera horizontal porque los niños, trepan y saltan en las estructuras.

Por ello es importante asegurarse de que no haya ramas o cables sueltos por encima de la estructura. Por área de uso se refiere a un espacio totalmente libre de obstáculos no menor a dos metros, que circunde la estructura de juegos y cuatro metros en caso de que haya columpios.

"Nunca falta un niño cuya imaginación lo lleva a ver a esos objetos como elementos para columpiarse", dice Butler.

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Los materiales adecuados
La selección del material de superficie es igualmente importante. Por material de superficie se debe entender no al material del cual esté construida la estructura, sino al recubrimiento del suelo en el que se alce la estructura.

Hay tres materiales que son los más indicados para los juegos de niños. Por un lado están las superficies de arena, las cuales son excelentes para amortiguar las caídas y permitir a los niños seguir jugando. Si bien este material no es el mejor para la limpieza, si es excelente para la seguridad.

Un segundo material que muestra grandes ventajas para este tipo de espacios es el aserrín de madera, porque también actúa como un excelente amortiguador.

Por último, probablemente el más limpio de todos los materiales a recomendar es algún tipo de duela de goma gruesa. Aunque no amortiguan tan bien como la arena o el aserrín, estos pisos de goma son buenos para proteger de superficies duras, y no ensucian tanto como los otros recubrimientos.

Todo a la medida
Al momento de diseñar las estructuras de juego, las alturas son esenciales.

En el caso de los barandales, estos deben estar siempre a una altura de 90 centímetros y su diseño debe evitar que los niños puedan trepar por la estructura. Igual de importante es vigilar los espacios que quedan entre barandales, los cuales deben de ser pequeños para impedir que algún niño aventurero tenga el deseo de pasar entre los espacios, y al intentarlo quede atrapado.

Al trabajar con madera en la estructura es importante por supuesto lijar muy bien las piezas para evitar astillas, así como redondear todas las puntas de manera para que no haya superficies punzantes sobre las cuales golpearse.

Buscar lugares sombreados para colocar la estructura también es un punto a tener en mente. Sobreexponer el área de juegos al sol es malo, tanto para la estructura como para los niños, que pueden sufrir desde quemaduras hasta deshidratación.

El último punto para la seguridad de los jardines de juegos es el mantenimiento. Hay que asegurarse con regularidad de que las estructuras que conforman estos espacios se mantienen estables. Todos los barandales deben permanecer firmes, y cada uno de los tornillos debe estar bien ajustado.

Es recomendable que por lo menos una vez al año se lleve a cabo una inspección profunda de la estructura, para asegurarse de que la integridad del área de juegos se mantenga.

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