J. Mayer reinventa el hongo sevillano
La ciudad española de Sevilla cuenta con un nuevo espacio público: el Metropol Parasol, una intervención urbana situada sobre la Plaza de la Encarnación. El espacio está compuesto por un foro, una zona arqueológica, un restaurante y un mirador. El proyecto, inaugurado el día de ayer y diseñado por el arquitecto alemán J. Mayer H., se encuentra sobre un terreno que quedó abandonado por mucho tiempo, pero que antiguamente albergaba un convento medieval y posteriormente un mercado central.
El mayor atractivo de Metropol Parasol es su estructura en forma de enormes parasoles que parecen hongos que tienen una trama que se asemeja a pixeles o a una red, lo que provoca un juego de sombras sobre la superficie.
Secreto del hongo
Metropol Parasol está compuesto de cuatro niveles entrelazados continuamente: el subsuelo posee una plataforma de visita con restos arqueológicos, cuyo descubrimiento detuvo la construcción por un tiempo.
En el primer nivel hay una plaza peatonal cubierta y un mercado de 2155 m2 de superficie, mientras que en el segundo se encuentra una plaza de 3,000 m2, elevada a 5m sobre el mercado, que funcionará como foro para actuaciones y espectáculos.
El tercer piso alberga a un restaurante con capacidad para 300 personas y el cuarto un balcón panorámico de libre acceso que cuenta con una pasarela que serpentea encima de los Parasoles y con vistas hacia todo el casco antiguo de Sevilla.
Rompecabezas
El reto consistía en encontrar un material que no fuera muy pesado y que se ajustara al presupuesto. De igual modo era necesario encontrar la manera de crear la forma y movimiento del diseño. Para esto fue necesaria la ayuda de Arup, firma de ingeniería que optó por la construcción de una estructura ligera, moldeable, de bajo costo y a su vez sustentable.
Después de varios estudios con hormigón, acero y plástico, la compañía internacional realizó modelos en tercera dimensión que sirvieron para desarrollar una estructura con madera micro-laminada (Kerto) protegida por un recubrimiento de poliuretano impermeable.
El proceso requirió la integración de 3,000 piezas únicas de madera unidas mediante una conexión a través de barras de acero encoladas de fácil optimización para un rápido montaje en obra.
Tras un análisis térmico, que reveló las posibles complicaciones del cálido clima de la región, el equipo de diseño desarrolló un nuevo proceso de encolado, capaz de soportar las altas temperaturas de Sevilla.