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El aeropuerto de Cancún a toda turbina

La T3 permitirá atender la creciente demanda de viajeros internacionales por lo menos hasta 201
lun 10 diciembre 2007 12:00 AM
Sin Pie de Foto
Debido al huracán Wilma fue necesario establecer un nivel de

A 11,000 pies de altitud y a 690 km/h, un edificio cuyo tamaño no puede precisarse se distingue como un volumen de color claro entre el verde selvático. Al iniciar el descenso, el avión presidencial es percibido desde tierra y se sabe ya su destino.
Es un jueves de mayo de 2007 y el Presidente de la República tiene en su agenda un compromiso trascendental que cumplir: inaugurar justamente aquel edificio, la terminal aérea más moderna de América Latina.

Con una inversión de 100 millones de dólares (mdd) y como resultado de un proyecto aterrizado para brindar comodidad, servicios especiales, acabados de alta calidad y estrictos estándares de seguridad tanto a los usuarios como a las aerolíneas, el pasado 18 de mayo inició operaciones la Terminal 3 (T3) del Aeropuerto Internacional de Cancún (AIC) —el segundo de mayor tráfico en el país sólo después del Aeropuerto Internacional Benito Juárez, en la Ciudad de México—, con lo que duplica su capacidad de vuelos internacionales.

Por la vocación de esta terminal, más de 75% de los viajeros requieren de una unidad especializada que permite atender sus necesidades específicas, tanto en lo referente a las instalaciones como a preferencias y hábitos, además de procedimientos muy concretos como normas de seguridad, aduaneras y migratorias.

El AIC cuenta con rutas a más de 160 destinos: 62 a EU, 34 a Europa, 32 a Latinoamérica, 21 a Canadá y 15 domésticas. En cuanto a la procedencia de los viajeros, 50% del total es estadounidense, 24% nacional, 15% europeo, 8% canadiense y 3% sudamericano.

“A modo que las instalaciones operen con suficiencia al menos hasta 2018, la planeación estuvo basada en varios estudios, entre los cuales destacan la eficiencia de vialidades y crecimiento de la demanda, simulaciones de distribución de mostradores, bandas y posiciones”, asegura Gabriel Gurméndez Armand-Ugon, director del AIC.

Fue de suma importancia el papel de los asesores y consultores a los que se acercó Grupo Aeroportuario del Sureste (Asur), especialmente CPH (Copenhague Airports) quienes compartieron sus ‘fórmulas’ danesas para apuntalar el proyecto.

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Para fines logísticos, la T3 se caracteriza por contar con instalaciones de uso común para las aerolíneas, con lo que brinda flexibilidad de administrar los recursos aeroportuarios (mostradores, bandas y puertas de embarque) según la demanda.

Despegue a tiempo
A finales de 2004, la demanda de pasajeros aumentó entre 12% y casi 15%, con una suma anual de 10 millones de personas. En paralelo, la inversión hotelera impulsaba una creciente afluencia de turistas , por lo que Asur, administrador y operador de nueve aeropuertos del Sureste mexicano, decidió anticipar inversiones y construir una nueva terminal con tecnología de punta.

El tráfico internacional de pasajeros ha crecido 13% en los primeros 10 meses de 2007. En cambio, el nacional ha tenido un incremento de 29.6% en el mismo periodo, producto de la apertura de este mercado a nuevas compañías y rutas. Por ser un destino vacacional, el aeropuerto tiene mayor número de operaciones en temporadas altas. Hasta 495 operaciones comerciales al día o 61,366 pasajeros totales.

Seguros a bordo
El edificio se caracteriza por tener un ambulatorio de recepción de más de 120 m de longitud, de manera que garantiza flujos y desplazamientos sin aglomeraciones. La T3 está equipada con 11 aeropasillos móviles, es decir puentes de abordaje que permiten que los pasajeros suban directo al avión sin necesidad de desplazarse por la plataforma del lado “aire” (pistas y circuitos de maniobras).

Aunado a ello, la vista panorámica del espacio aéreo a través de los ventanales de la fachada y la oferta de restaurantes, tiendas y SPA contribuyen a disipar la tensión previa a un vuelo.

Su equipamiento, distribución y diseño simplifican el control de seguridad de pasajeros y operadores en área estéril y restringida, garantizando la separación de flujos de llegada y salida mediante conexiones telescópicas dobles donde una ramificación conduce del avión hacia el mezanine para desembarcar a los servicios de migración, aduana y sanidad, mientras que la otra conecta las salas de última espera, en el segundo nivel, con los aviones salientes.

También cuenta con un sistema de revisión de equipaje único en México. La planta de inspección está automatizada y se alimenta desde la terminal por medio de un túnel cerrado que impide cualquier contacto de terceros con las maletas.

Es el primer aeropuerto en Latinoamérica en desarrollar un programa de revisión del 100% del equipaje documentado con un sistema de bandas con escáneres de tomografía compu-tarizada que produce una imagen tridimensional del contenido e identifica los materiales transportados con un código de colores para evitar actos ilícitos e interferencias contra las aeronaves. El equipaje también es sometido a detección de trazas de explosivos, para evitar que sean introducidos en algún vuelvo.

Además, cuenta con circuitos cerrados de televisión, control de accesos, puertas de emergencia en sus tres niveles, sensores de humo, arcos detectores de metales y equipo de rayos X para revisión de equipaje de mano y para el área de suministros.

Después de realizar los trámites de migración y aduana, los pasajeros recorren un pasillo donde pueden encontrar servicios de información, transportación, hospedaje, cambio de divisas y sanitarios dentro de un esquema totalmente controlado, evitando contacto con la calle y con prestadores de servicios no autorizados.

Existe la posibilidad de que a futuro se ofrezca el pre-clearance (predocumentación de migración y aduana) de Estados Unidos en Cancún, como si se realizara desde algún aeropuerto del país vecino, lo cual facilitaría los trámites para los visitantes. Las instalaciones actuales tienen una reserva disponible de 10,000 m2 para construir ampliaciones modulares e implementar este sistema. La T3 tiene la posibilidad de crecer en dos direcciones para aumentar posiciones de recepción de aeronaves, ya que se ha proyectado a una distancia razonable de los edificios existentes. Aunque la T3 está dedicada al tráfico internacional, también la T2 opera vuelos de este tipo, distribuyéndose entre ambas en función de los horarios pico.

Línea vital
Los conceptos de sustentabilidad y accesibilidad están presentes en este proyecto, para lo cual cumplió con diversas normatividades. Antes de comenzar la obra, Asur tramitó los permisos que establece la Ley General de Equilibrio Ecológico y Protección al Medio Ambiente. Durante la fase de construcción se realizó una supervisión ambiental para garantizar su cumplimiento, lo cual derivó en acciones como el retiro de vegetación, reforestación, recolección de sustancias peligrosas, restauración de la capa vegetal y control de residuos sólidos. La jardinería procura contribuir a la reposición de las áreas naturales al rescatar muchas de las especies afectadas por la limpieza del terreno para asentar las dos pistas que conformarán el proyecto completo de la terminal.

Para el diseño de la plataforma de ‘lado aire’ se aplicaron normas y recomendaciones nacionales e internacionales, basadas en el Anexo 14, Aeródromos, del Convenio de Chicago. Hubo una estrecha coordinación con Aeropuertos y Servicios Auxiliares (ASA) para cumplir con los requerimientos de abastecimiento de combustible a las aeronaves; una vez aprobado el proyecto de hidrantes de combustible se logró la autorización de la Dirección General de Aeronáutica Civil.

Equipada con rampas y elevadores, la sala de última espera, las áreas de circu-lación y la de abordaje fueron planeadas para que también las personas con capacidades diferentes encuentren las condiciones para utilizar estos espacios.

Según el arquitecto Jorge Trad Aboumrad, del despacho proyectista Diseño y Arquitectura Urbe, la terminal “fue diseñada para que hubiera cero ganancia de calor por asoleamiento en azoteas y fachadas; sólo debe vencerse el calor humano, de los equipos y de la iluminación, misma que es de baja ganancia (9 a 10 W/m). El ahorro energético también estuvo planeado al colocar módulos acristalados dispuestos reticularmente en las fachadas poniente y sur, recubiertos con película de polivinil butiral y resistentes a vientos de hasta 200 km/h. Los materiales fueron seleccionados tomando en cuenta la funcionalidad del edificio, para lograr eficiencia energética, luminosidad y comodidad. En ello se abarcan temas como el estudio acústico que es fundamental en sitios concurridos, la capacidad de aislamiento térmico y las consideraciones estéticas. Muchos acabados fueron elegidos para trasmitir un espíritu de México y del lugar.

Además de imprimirle un toque caribeño, las velarias blancas que cubren pasillos exteriores son desmontables para evitar su pérdida ante cualquier meteoro climático.

Plataforma ingenieril
El huracán Wilma fue un azote de catastróficas proporciones cuyo saldo positivo trajo enseñanzas invaluables al construir la terminal. Los trabajos preliminares ya habían comenzado cuando el enorme meteoro tocó tierra. Tras éste, quedó de manifiesto que el edificio se ubicaba en una zona inundable, por lo que debieron replanterse varios aspectos del proyecto original. Su desplante fue elevado y el diseño estructural modificado, lo que demoró tres meses el término planeado.

Trad Aboumrad explica que la estructura está formada en claros de 12.20 x 12.20 m con cimentación con zapatas aisladas, dados y columnas cilíndricas de concreto armado de 80 cm de diámetro donde se apoyan armaduras metálicas de alma abierta de 1.00 m de peralte, que soportan una losa acanalada de lámina de acero con malla y colada con capa de compresión. Las columnas están forradas con Alucobond. Muros, antepechos y pretiles están revestidos con un mármol travertino cortado en contra-veta, envejecido, entintado y sellado denominado Adi Cancún.

Tiendas y restaurantes se encuentran dispersos en el primer nivel, al tiempo que el servicio de inspección sanitaria cuenta con asientos y áreas de circulación. Un mirador perimetral da hacia plataformas y pistas. La fachada de cristal de 3.1 cm de espesor (dos cristales de 6 mm recubiertos de polivinil butiral azul al exterior, un vacío de 1 cm y otro cristal transparente de 6 mm al interior) está integrada por perfiles de aluminio reforzado y atiesado a la estructura de piso a techo. Los ventanales están divididos en módulos de 1.52 x 1.52 m (5’ x 5’).

Rumbo a la troposfera
Con una inversión aproximada de 740 mdp, el desafío actual de Asur es construir la segunda pista de la T3, que “no sólo supone una nueva pista de aterrizaje, sino el sistema de rodajes, la edificación de una torre de control con casi 100 m de altura (la más alta de América Latina) y un puente elevado para aeronaves”, enfatiza Gurméndez. Los aviones aterrizarán en la nueva pista y su rodaje será sobre el nivel de la avenida principal de acceso.

En México, sería el primer par de pistas paralelas con operaciones simultáneas, mismo que pretende inaugurarse el cuarto trimestre de 2009, lo cual elevaría las salidas y llegadas a 80 operaciones por hora. El objetivo es lograr mayor eficiencia mediante un circuito, con recursos de infraestructura compartidos, reducción de tiempo y consumo de combustible, además de evitar cruces peligrosos. Al momento, la T3 representa el proyecto de mayor inversión y dimensiones para Asur desde que recibió la concesión para operar el aeropuerto en 1998.

La inversión efectuada no sólo ha sido económica. También implica una fuerte apuesta a la modernización aeroportuaria como reflejo y en correspondencia a las instalaciones de última generación con las que se cuenta en EU y Europa. Lejos de un boom en infraestructura aérea, los fenómenos socioeconómicos y demográficos de la globalización plantean la necesidad de crear terminales en gran medida autosuficientes y capaces de crecer a futuro sin afectar su entorno. El país está cambiando, expandiéndose y volviéndose un atractivo destino más cosmopolita. Cancún pone su parte. Lista la T-3. Bienvenido el mundo.

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