El pasado 23 de abril falleció don Gilberto Borja, uno de los más grandes precursores de la ingeniería civil, cuyo mayor legado son las obras de infraestructura del México moderno. Participó en la construcción de aeropuertos, carreteras, puertos, presas, el drenaje profundo, oleoductos, vías férreas, termoeléctricas y un sinnúmero de edificaciones entre las cuales destacan: el Sistema de Transporte Colectivo Metro, la nucleoeléctrica Laguna Verde, la presa Infiernillo, el puerto Calica y la urbanización de Ciudad Universitaria. Egresado de la UNAM y bastión de ICA, en la cual trabajó por 44 años y presidió de 1984 a 1994, fue un hombre que se distinguió por su labor filantrópica a través de varios patronatos educativos, deportivos, culturales y de asistencia social. Fue director de Nacional Financiera durante el gobierno de Ernesto Zedillo. Entre muchos reconocimientos, obtuvo la Medalla Belisario Domínguez que otorga el Senado de la República y en 2005 el Premio Nacional de Ingeniería Civil. "La ingeniería civil mexicana ha perdido uno de sus grandes baluartes, ejemplo de entrega permanente en bien de México; siempre lo recordaremos con cariño y agradecimiento. El Colegio de Ingenieros Civiles de México siente mucho la pérdida de este destacadísimo ingeniero y gran impulsor del gremio", comenta el Ing. Mario Luis Salazar Zúñiga, presidente del CICM.
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