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La excusa de los mojados

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mié 19 diciembre 2007 10:36 AM

Ciudad Argentum nació hace algunos años con un ancla que finalmente no cuajó. La idea del gobierno que preside Amalia García era crear un observatorio de la migración, una especie de centro de estudios sobre el fenómeno que eventualmente pudiese transformarse en sede permanente de la ONU en dichas cuestiones. Así lo explicó ella misma en la Expo de Desarrollo Inmobiliario organizada por la Asociación Mexicana de Profesionales Inmobiliarios en marzo de 2006.

La migración forma parte del día a día de los zacatecanos como en ningún otro estado de la República. Es el principal expulsor de población hacia EU, pero también hacia otros estados mexicanos. En 2003 había casi dos millones de zacatecanos viviendo del otro lado de la frontera, lo que contrasta con el millón y medio que vive en el estado. Poco más de medio millón de zacatecanos vive en otros estados del país.

Según el Gobierno de Zacatecas, México es el principal expulsor de emigrantes en el mundo. Cada año salen para EU 400,000 personas en promedio. Del otro lado del Río Bravo están establecidos más de 26 millones de personas de origen mexicano. México es el principal receptor de remesas del mundo. En 2004 llegaron a México por este concepto 18,000 millones de dólares (mdd).

La migración en Zacatecas comenzó a finales del siglo XIX y tomó fuerza durante la Revolución (1910–1917). Casi un siglo después, el monto total de remesas recibido por el estado ascendió a 481 mdd en 2003.

Zacatecas ocupa el primer lugar en el porcentaje de hogares con emigrantes —23.3%—, en el porcentaje de mujeres emigrantes respecto de la población estatal —1.9%— y en el envío mensual de remesas —340 dólares por hogar—, según el INEGI,  el Banco de México y el Consejo Nacional de Población (Conapo).

La emigración es un fenómeno negativo no sólo porque separa a las familias, sino porque reduce la fuerza laboral de los lugares de origen, así como su fuerza intelectual. Por tanto, crea una fuerte dependencia de las remesas, lo que convierte también a los que se quedan en sujetos pasivos y dependientes.

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