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Los retos de la mujer en el área laboral

Un 96.1% de mujeres divide su tiempo entre lo profesional y el cuidado de un hogar; el reto de la sociedad es propiciar un ambiente laboral más equitativo para hombres y mujeres, opina Olga Molina.
vie 03 julio 2009 06:00 AM
De cada diez personas económicamente activas en México, cuatro son mujeres. (Foto: Jupiter Images)
empleada-trabajo-mujer-JI.jpg (Foto: Jupiter Images)

La incorporación de la mujer al mundo laboral es cada vez más notable y cobra mayor importancia en la economía nacional.

Cifras recientes del INEGI reportan que  por cada diez personas económicamente activas, seis son hombres (62.7%) y cuatro mujeres (37.3%). Además, la mujer dedica cerca de 92 horas semanales al trabajo del mercado y del hogar, superando con  25 horas más, el trabajo del varón (INEGI, 2009).

La gran mayoría de las mujeres (96.1%), especialmente las madres, además de desempeñar una notable contribución en el ámbito profesional, aportan su tiempo con esfuerzo y dedicación al trabajo del hogar; una labor que se traduce en la educación de los hijos, el cuidado a los miembros del hogar, la organización y dirección de los quehaceres del mismo: proporcionar alimentación,  limpieza y arreglo de la vivienda, cuidado de la ropa y calzado, compras y pagos, entre otros...

El tiempo invertido en dichas labores, al no ser remunerado económicamente, suele ser menospreciado por la sociedad, sin embargo, resulta ampliamente productivo no sólo para la economía del hogar sino también para la nacional. Un estudio realizado a finales del 2008 por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL) en México, profundiza acerca de la importancia de la producción no remunerada dentro del hogar en términos económicos y estima que aproximadamente ésta representa 20% del PIB en México.

Por lo demás, aunque en la tercera parte de los hogares la contribución de la mujer es secundaria, se ha incrementado la proporción de los hogares donde la aportación monetaria de las mujeres es la fuente principal de ingresos (de 9.9% en 1992 a 15.2% en 2005).

Las cifras expuestas muestran un claro panorama de la importancia del trabajo femenino para la economía nacional, no obstante, la mujer se enfrenta ante retos y circunstancias que llegan a frenar su crecimiento y desarrollo.

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Ante la actual crisis económica mundial, las mujeres resultan ser las más afectadas. Durante las épocas de crisis se ha observado un incremento en el número de trabajadores no remunerados y desempleados. A este respecto, María Elena Valenzuela, especialista en sexo y empleo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para América Latina, comentó en entrevista para la BBC Mundo, que la crisis financiera iba a afectar más a las mujeres debido a que ellas viven una situación de desigualdad en el mercado de trabajo, siendo más factible que una empresa, ante la necesidad de disminuir su personal, empiece por despedir mujeres.  

Del mismo modo la crisis genera mayor incertidumbre en las mujeres, ya que son en gran parte, las responsables del gasto diario y del bienestar de los hogares. La mujer es la que finalmente lidia con un presupuesto que tiende a reducirse, indicó Weller de la CEPAL en entrevista para la BBC Mundo. La crisis además incrementa la carga de trabajo doméstico para la mujer, al reducirse las posibilidades de obtener servicios que disminuyan la labor doméstica.

La doble jornada que representa el trabajo doméstico, aunado a la crisis económica pone de manifiesto la urgente tarea de fomentar la corresponsabilidad del varón y la mujer en las labores del hogar y así contribuir a la dignificación del trabajo.

Otro de los principales retos que enfrenta la mujer en el mundo laboral, es la conciliación familia- trabajo, labor que no sólo le corresponde a ella, sino también a las empresas, al gobierno y a la sociedad. Entre las medidas que se presentan para lograr dicha conciliación, las mujeres consideran necesarias las siguientes prestaciones laborales: jornadas de trabajo más reducidas, horarios flexibles, permisos por paternidad/ maternidad, entre otros (Secretaría del Trabajo, 2006).

Por otra parte, en el tema de maternidad, la Organización Internacional del Trabajo establece nuevas medidas para la protección de la mujer durante y después del embarazo. Recomienda que se otorgue una licencia de maternidad de al menos 14 semanas con goce de sueldo así como la no discriminación laboral de la mujer embarazada, es decir, garantizar que la maternidad no constituya una causa de discriminación en el acceso al empleo y se prohíbe que se exija a una mujer que solicita un empleo someterse a examen de no gravidez (Convenio 103- OIT).

Hasta la fecha, el Gobierno mexicano no ha ratificado dicho convenio y la legislación mexicana en materia laboral únicamente otorga 12 semanas de licencia de maternidad, asimismo no se ha logrado una reforma a la Ley Federal del Trabajo para evitar la discriminación en los centros de trabajo, donde en algunos casos siguen requiriendo el certificado de no gravidez a las mujeres que solicitan empleo.

Como parte del Diagnóstico de la Mujer realizado por Construye, se les preguntó a las mujeres en un estudio cualitativo su opinión sobre el tema, y expresaron:

"Nos falta unión como mujeres, somos muy egoístas, si somos egoístas nunca vamos a tener la fuerza para que juntas podamos crecer". 

"Las mujeres que han llegado al ámbito laboral y han copiado el estereotipo del hombre, han incluso perjudicado nuestra imagen porque tenemos otro estilo que tampoco hemos podido definir".

 "La mujer está en una encrucijada, pues tiene que escoger entre estar con su hijo enfermo  o conservar el trabajo para pagar la medicina que necesita."

"Los hombres siguen teniendo mayor oportunidad de ocupar puestos directivos, incluso está la creencia de que el hombre va a ser más estable emocionalmente... Está la imposibilidad de creer que la mujer tiene una capacidad de liderazgo y no se ha reconocido que es distinta a la del hombre..."

La inserción paulatina de la mujer en el ámbito laboral ha sido considerablemente positiva y la ha consolidado como agente que contribuye al desarrollo humano, social y económico de México. No obstante,  persisten retos para lograr potenciar sus cualidades, por ello es necesario y urgente escucharla para atender de forma más eficaz sus necesidades.

*La autora es coordinadora del área de Investigación y Desarrollo en Construye , Observatorio Regional para la Mujer de América Latina y el Caribe , y editora del portal Mujer Nueva.

Su especialización está enfocada, principalmente en Derechos Humanos, Organizaciones de la Sociedad Civil y el tema de Mujer.  Ha participado en diversos foros como ponente, entre los que se encuentra el Sexto Parlamento de la Mujer en el Congreso de la Unión de la Federación Mexicana en marzo de 2004.


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