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La muerte súbita

El fallecimiento inesperado se da dentro de la primera hora posterior al inicio de los síntomas; la principal causa de este tipo de deceso, a nivel mundial, son las enfermedades cardiovasculares.
mié 08 julio 2009 06:00 AM
Las enfermedades cardiovasculares se pueden prevenir y controlar si se acude regularmente a revisión con un médico. (Foto: Cortesía SXC)
estetoscopio (Foto: Cortesía SXC)

Se define la muerte súbita o inesperada la que ocurre dentro de la primera hora después de haber iniciado los síntomas y sin que exista enfermedad o síntomas preexistentes. En los Estados Unidos ocurren entre 400,000 y 500,000 muertes cada año, lo que supone una muerte cada minuto. La mayoría de las veces la causa es por un infarto del miocardio, esto es, la interrupción aguda del flujo sanguíneo a través de una de las arterias coronarias principales que alimentan al tejido muscular cardiaco, lo que produce alteraciones del ritmo cardiaco (fibrilación ventricular) y muerte.

Con alguna frecuencia la muerte súbita se presenta en personas jóvenes, aparentemente sanas con predominio en el sexo masculino. Según un dicho popular entre los médicos "caras vemos pero corazones no sabemos".

La aterosclerosis es el padecimiento más frecuente  en casi todo el mundo y la primera causa de muerte son las enfermedades cardiovasculares. En nuestro país es la primera causa de muerte y cada hora se mueren 8 mexicanos de causas cardiovasculares y no siempre ocurre en personas mayores.

Cada día es más frecuente en personas menores de 40 años y con una vida aparentemente saludable e incluso con práctica de actividades físicas cotidiana.

Lo importante es detectar causas como la hipertensión arterial, la diabetes, el colesterol elevado, el tabaquismo entre otros. Se debe tomar en cuenta aspectos hereditarios, dado que existen familias con progenitores que han tenido muertes cardiovasculares prematuras. 

Además de la oportuna detección y en su caso el tratamiento, deben de hacerse pruebas inductoras de enfermedades cardiacas. La más utilizada es una prueba de esfuerzo con monitoreo electrocardiográfico.

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En conclusión, podemos afirmar que la mejor manera de evitar o atenuar la grave epidemia de enfermedades cardiovasculares es la detección oportuna, acudiendo por lo menos una vez al año al médico, para  detectar los factores de riesgo y hacer pruebas necesarias para adelantarse a la catástrofe cardiovascular,  que es la  muerte súbita o el infarto del miocardio o cerebral.

*El autor es jefe de la División de Cardiocirugía en el Centro Médico 20 de Noviembre del ISSSTE. Profesor de Cardiología en la UNAM.

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