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¿Qué será de Banxico a corto plazo?

Agustín Carstens enfrenta varios retos si toma el mando del Banco Central, opina Miguel Ángel Corro; deberá ser capaz de mantener la autonomía del Banco Central, recuerda el académico del ITESM.
lun 14 diciembre 2009 06:00 AM
El nombramiento de Agustín Carstens para convertirse en el Gobernador del Banco de México aún debe ser aprobado por el Senado. (Foto: AP)
agustin-carstens-AP.jpg (Foto: AP)

Muchos son los retos que enfrentarán tanto Agustín Carstens en Banxico como Cordero en la Secretaría de Hacienda y Crédito Público (SHCP). Pero sobre todo, junto con el nuevo secretario de Desarrollo Social, Heriberto Félix, tendrán que demostrar, en un lapso muy corto de tiempo, que su nombramiento fue acertado y no un error del jefe del Ejecutivo .

En el caso de Agustín Carstens, su primer reto será demostrar en pocos meses que en efecto es capaz de llenar el hueco que dejarán, después de 12 años en el cargo, Guillermo Ortiz y su equipo en el Banco de México.

Esta situación tendrá que ser vista desde tres perspectivas. La primera que está vinculada con las credenciales del propio Carstens para ocuparse de los destinos del Banco Central;  la otra relacionada con el respeto que el presidente mexicano tendrá por la autonomía de este instituto, y finalmente la interdependencia que se logrará entre Banxico y la SHCP .

En cuanto al primer aspecto, nadie tendrá dudas sobre las capacidades técnicas y profesionales de Carstens para asumir esta nueva responsabilidad ya que la institución que podría encabezar, si el Senado ratifica dicha propuesta, no le es desconocida, pues entre 1980 y el año 2000, estuvo vinculado al Banco desempeñándose en diversos cargos, entre ellos los de director general de Investigación Económica, Tesorero y Coordinador de Asesores del gobernador

Dada esta situación y una sólida formación académica en instituciones de prestigio nacional e internacional, algunas organizaciones del sector privado le dieron ya públicamente su voto de confianza. Apoyo que el propio Ernesto Cordero, su sucesor en Hacienda, también ha recibido. Estos dos aspectos del perfil de Cartens ha sido bien vista por expertos nacionales e internacionales , lo que a primera vista podría decirse que es un acierto la propuesta del presidente Calderón.

Sin embargo, el aspecto de la autonomía del Banco Central es lo que aún a muchos les preocupa e incluso inquieta. Han sido y son públicas las diferencias entre la presidencia y Ortiz. Esta situación existe desde los tiempos del "célebre" Fobaproa y cuyo punto de quiebre total se dio en agosto del año pasado, cuando Ortiz aparentemente "desobedeció" una sugerencia de Los Pinos para bajar por decreto las tasas de interés. Sin embargo, habrá que aceptar que en su rechazo a la "sugerencia"; "orden" o "exigencia", el gobernador del Banco Central hacia su tarea: defender la autonomía del organismo.

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Desde luego la ABM y el Consejo Coordinador Empresarial reconocen la labor de Ortiz Martínez porque defendió la autonomía del Banco Central y en plena crisis logró mantener la inflación bajo control , apoyado desde luego por la contracción económica.

Naturalmente, la pregunta es si Agustín Carstens hará lo mismo, tomando en cuenta el apoyo recibido por el propio presidente Felipe Calderón y los compromisos o "deudas" que esto le puede general a quien podría ser ratificado como el nuevo Gobernador de la institución. Primero por su nombramiento como titular de Hacienda, segundo por mantenerlo en el cargo a pesar del repudio popular por sus desafortunadas declaraciones sobre el "catarrito" , así como por el programa fiscal para 2010, y por supuesto, este "nombramiento" que parecería  su rescate en plena debacle, debido a que para varios analistas, Carstens es un funcionario agotado, operativa y políticamente razón por lo cual resulta natural su salida de la secretaría de Hacienda.

Independientemente de estos señalamientos sobre las razones de la propuesta presidencial, la incertidumbre no es sobre lo que hará Carstens, pues se tiene la certeza de lo que sabe hacer dado sus conocimientos amplios en materia de política monetaria.

La duda que genera la propuesta presidencial es sobre el comportamiento que se podría esperar del propio Carstens, ya que públicamente declaró que el está para ayudar al presidente y que sin problemas ocuparía la cartera que dejaría Guillermo Ortiz, con la afirmación de que " lo que diga el señor Presidente ", por más que a la vista de la imprudencia declararía más tarde que habría que defender la autonomía del Banco Central.

Sin embargo, en el propio sector privado reconocen que era necesario terminar con el enfrentamiento entre la Secretaría de Hacienda y el Banco de México y sobre todo con la mala relación, evidente, entre el presidente Calderón y Guillermo Ortiz. Por ello, el reto para Agustín Carstens será no sólo mantener la inflación bajo control y lidiar con las presiones que emanan del paquete fiscal que él mismo impulsó para 2010 , sino demostrar que efectivamente su arribo al Banco de México no implica una pérdida de autonomía. Sin embargo, habrá que recordar que él mismo recordó que la autonomía no reside en una sola persona sino en la Junta de Gobierno. En efecto, el gobernador tiene voto de calidad en caso de empate en la toma de decisiones, pero no puede oponerse a una medida aprobada por la mayoría de los subgobernadores.

El tercer aspecto es de la relación con la dependencia que deja de encabezar, esto es la SHCP. Carstens ya aseguró que habrá una mejor coordinación con Hacienda. Por supuesto, esto estará vinculado y dependerá de las "nuevas" reformas que el presidente instruyó al secretario Cordero, lo que pondrá a prueba la actuación del Banco Central y sin importar las preferencias de los partidos políticos o las presiones de los Pinos, lo cierto es que no podrá realizar muchos cambios a la política monetaria, ya que esto llevaría a un desajuste de las finanzas públicas.

Por encima de la "buena" coordinación entre estas dos instituciones, oportuno será ver que el mandato de Cordero de lograr el crecimiento sostenido de la economía, por el resto del sexenio, sin perder la estabilidad económica (por cierto algo que Carstens no pudo hacer) no necesariamente deberá de pasar por un cambio radical de la política monetaria aplicada hasta hoy por el equipo del "saliente" gobernador Ortiz, lo que genera una expectativa positiva sobre este nombramiento, al menos en el corto plazo.

Otro aspecto que podrá confirmar la "calma" de los inversionistas, es la permanencia de los equipos de trabajo al frente de las dos instituciones , pues la expectativa de los analistas coinciden en señalar que estos nombramientos no afectaron a los mercados porque su comportamiento está más ligado al de Estados Unidos, aunque la permanencia o cambios mínimos en los equipos de trabajo, dan señales positivas a los actores financieros. Asimismo, el que Agustín Carstens conozca perfectamente las entrañas de la institución que deja y la que asume, le otorga más "confianza" a esta decisión, sobre todo, en términos de lo que puede ser la política monetaria para 2010.

Es en este punto, donde de nuevo, al menos en el corto plazo, tendremos que valorar las primeras acciones del Banco Central, ya con Carstens al frente, pues el consenso en el sector privado y financiero es que su mayor ventaja es lo que muchos consideran como su debilidad: su "cercanía" al presidente Calderón, aunque para otros actores políticos, el gobierno en turno sigue la vieja lógica de favorecer a los amigos, independientemente de sus capacidades o sus resultados en la gestión pública.

En nuestra opinión, la política monetaria que deberá de impulsar el Banco Central, respetando el mandato constitucional, deberá de ser un pilar fundamental para impulsar el crecimiento. El hecho de que Carstens ahora tenga que actuar desde el "otro lado de la barrera", pero con la sensibilidad y el conocimiento de lo que impulsó desde la SHCP, podría generar una ventaja para redefinir no la política monetaria, sino la política de gasto público que deberá de ser considerada en las propuestas de reforma fiscal de las que habló el presidente durante el nombramiento de los nuevos funcionarios.

* El autor es director del Departamento de Administración y Finanzas de la División de Negocios del Campus Santa Fe del Tecnológico de Monterrey y director del Centro de Estudios Interdisciplinarios y Prospectiva del mismo Campus.

 

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