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Una ONG empresarialmente responsable

Las organizaciones sociales requieren una buena administración para funcionar, dice Laila Elías; al ser instituciones sin fines de lucro, deben saber cómo conseguir aportaciones y donaciones.
mié 10 febrero 2010 06:01 AM
Las OTS deben transmitir una estrategia de comunicación y acción compatibles con sus causas. (Foto: Jupiter Images)
ong-organizado (Foto: Jupiter Images)

Al igual que las empresas públicas (primer sector) y las privadas (segundo sector), las organizaciones sociales o del tercer sector (OTS) , requieren de una estructura a fin de contar con una adecuada gestión interna y externa para cumplir con sus objetivos planteados.

Dicha estructura organizacional debe estar basada en la misión y razón de existir de la institución, ser soportada por una serie de recursos tanto humanos como económicos, y materiales y tecnológicos, que le permitan llevar a cabo cada procedimiento y actividad de manera eficiente.

Es necesario que este sistema se valga de una composición jerárquica del recurso humano, a fin de definir la posición de cada miembro, su línea de mando, sus estrategias de dirección, comunicación y liderazgo, para así delimitar las responsabilidades, obligaciones, funciones, alcances y limitaciones de los mismos.

La planeación estratégica juega un papel de suma importancia dentro de la estructura organizacional , ya que con ésta se definen los procedimientos operativos y administrativos necesarios, así como las acciones más próximas a seguir para el cumplimiento de cada objetivo en el corto, mediano y largo plazo.

Un factor determinante de cualquier entidad del tercer sector es el estilo para dar a conocer, promover y/o difundir su causa, así como la forma en que esto impactará dentro de sus procedimientos y actividades continuas. Para ello, desarrollar un plan de mercadotecnia social acorde a sus intereses y necesidades -y por ende de sus accionistas- permitirá atraer mayores recursos a la organización.

Cabe señalar que lo anterior siempre debe ir acorde con el tipo de OTS según la actividad preponderante que realiza, así como de la necesidad que atiende. De lo contrario se causará una incongruencia entre lo que comunica y las acciones que emprende, lo cual se transformará en desconfianza y mala reputación interna y externa.

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Finalmente, es necesario que las OTS estén soportadas sobre una estructura o base sólida, que les permita estar más preparadas para enfrentar los retos y desafíos que se les presentan en el día a día. De no conseguirlo resultará mucho más difícil ser eficaces y eficientes a través del tiempo.

*La autora es alumna del Doctorado de Administración de la Universidad Anáhuac, México Sur. Es jefa de departamento de la Gerencia de Combustibles, Líquidos y Carbón en la Comisión Federal de Electricidad. La columna fue revisada el doctor Delfino Vargas Chanes.

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