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¿Dolores de espalda diurnos?

La espondilitis anquilosante es un mal reumático que causa dolores lumbares, explica Rubén Burgos; la enfermedad es tratable, pero se debe acudir a tiempo con un reumatólogo para diagnosticarla.
dom 14 febrero 2010 06:01 AM
La enfermedad se da en personas con un tipo de sangre HLA-B27. Pero no todas la gente con este tipo tendrá la afección. (Foto: Jupiter Images)
espalda-dolor-reumatitis (Foto: Jupiter Images)

La espondilitis anquilosante es una enfermedad reumática de origen desconocido que afecta la columna vertebral (desde la parte baja de la espalda, o región sacroilíaca y lumbar, hasta la zona dorsal y el cuello) y las articulaciones de las extremidades, mayormente las inferiores. Ocasionalmente afecta una parte de los oj os, el corazón, la piel y el intestino.

La mayoría de los enfermos con espondilitis anquilosante tienen un grupo sanguíneo llamado HLA-B27 que junto con otros genes, predispone a ciertos individuos a padecer la enfermedad, especialmente a aquéllos que ya tienen algún familiar afectado.  

Es muy importante dejar claro que la afección no es una enfermedad hereditaria y que no todas las personas con este tipo de sangre la padecerán.  Aunque 5 millones de mexicanos tienen el grupo sanguíneo HLA-B27, sólo 90,000 tienen la enfermedad.

La espondilitis anquilosante puede afectar a hombres y mujeres de cualquier edad, pero es más frecuente en hombres cuya edad se encuentra entre los 18 y 35 años.  En las mujeres, los síntomas suelen ser más leves al inicio. En los niños y adolescentes, los síntomas más importantes son el dolor y la inflamación de las rodillas, los tobillos y los empeines, lo que se acompaña de dolor en los talones con frecuencia.

Rigidez en la columna

Los síntomas más importantes son dolor y rigidez a lo largo de la columna vertebral, especialmente en la región lumbar; su instalación es lenta, aparecen todos los días durante la madrugada por lo que impide un sueño adecuado y tiende a mejorar a lo largo del día, conforme se moviliza y se activa el paciente.

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La movilidad disminuye y se reduce la capacidad física de diversas formas, sobre todo cuando se afectan las articulaciones de las extremidades inferiores. La mayoría de los enfermos tiene periodos con síntomas muy intensos que se alternan con periodos de mejoría espontánea.

Ojos inflamados

La uveítis (inflamación ocular) es una de las primeras manifestaciones de la enfermedad, y ésta causa dolor, enrojecimiento y visión borrosa por periodos de 6 a 12 semanas que suelen mejorar notablemente con el tratamiento.

Los enfermos con espondilitis anquilosante pueden tener psoriasis -una enfermedad de la piel y las uñas caracterizada por manchas rojas, y escamas que afectan la piel del cuero cabelludo, pliegues, o la mayor parte de la superficie corporal- y relacionarse estrechamente con la artritis psoriásica. Algunos enfermos tienen molestias intestinales sin causa aparente y que al final son diagnosticadas como enfermedad de Chron o colitis ulcerativa.

Busca ayuda profesional

Para diagnosticar esta enfermedad se requiere de un interrogatorio y una exploración cuidadosa, radiografías y ocasionalmente pruebas de laboratorio y resonancia magnética. 

El tratamiento incluye el uso de medicamentos para reducir la intensidad del dolor y la inflamación, sulfasalazina y bloqueadores del factor de necrosis tumoral alfa (el factor de necrosis tumoral alfa es una molécula que promueve la inflamación). Asimismo, se recomienda el ejercicio, la terapia física y en algunos casos la cirugía.

Hoy el mejor tratamiento para el enfermo que padece espondilitis anquilosante consiste en el uso de bloqueadores del factor de necrosis tumoral. Su efecto es mucho mejor en pacientes con síntomas de aparición reciente que en pacientes con más de 10 años de evolución. El efecto de estos medicamentos consiste en una reducción significativa de los síntomas relacionados con la inflamación.

Ante la sospecha de esta enfermedad, y aún en casos en los que ya este comprobado el diagnóstico, es muy importante que el enfermo con espondilitis anquilosante se ponga en las manos del especialista en Reumatología.

*El autor es especialista en Reumatología y Reumatología Pediátrica. También es investigador en el Hospital General de México, profesor de la Facultad de Medicina de la Universidad Autónoma de México y Director de la Clínica para el Diagnóstico y Tratamiento de las Enfermedades Reumáticas.

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