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Qué aprender del volcán Eyjafjallajökull

El volcán de nombre impronunciable mostró varias deficiencias del transporte, dice Keith Dierkx; con la cancelación de miles de vuelos, lo mejor es aprender cómo evitar estas contingencias.
sáb 24 abril 2010 06:04 AM
Se estima que 50,000 pasajeros tomaron el tren ante la situación de crisis, que mantuvo parados varios aeropuertos europeos. (Foto: Reuters)
ceniza volcan islandia

Tras la paralización de más de 80,000 vuelos en Europa esta semana a causa de la erupción del volcán Eyjafjallajökull en Islandia, estamos buscando las lecciones aprendidas para prevenir este tipo de dificultad económica y personal, especialmente para algunos de nosotros que fueron afectados por esta situación. (Para ser sincero, me encuentro entre la masa de improbables pasajeros aéreos desplazados, que buscan un vuelo de regreso al hogar).
Lo que sí quedó claro en medio de la confusión y la neblina gris es que hemos sentido cuán frágiles somos como sociedad y cuán dependientes de los sistemas de transporte para nuestro sustento económico.

Este momento nos ayuda a cristalizar la necesidad de una infraestructura de transporte más conectada, en la que el transporte aéreo, vial y ferroviario se integren en un sistema como un todo, no como partes aisladas, que nos permita usar los datos para optimizar los canales de transporte de maneras más inteligentes, y planificar para contingencias antes de que se produzcan.

Para evitar este tipo de falla sistémica nuevamente, hay algunos pasos que podemos dar.
- Empoderar a los pasajeros con información sobre las opciones de transporte. Los usuarios del transporte necesitan que la información les llegue en el momento en que buscan alternativas para llegar a su hogar; los proveedores de servicios y transporte darán informes actualizados en tiempo real y recomendaciones de itinerarios alternativos.

Actualmente en Europa se encuentran ejemplos de este tipo de proyectos de transporte exitosos en acción. Ciudades como Estocolmo implementaron un sistema de cargo por utilización de carreteras para racionalizar y descongestionar el transporte público, la red de subterráneos y trenes. Recientemente en esta ciudad se anunció un nuevo proyecto con investigadores del KTH Royal Institute of Technology en Suecia, que utiliza la tecnología analítica para recopilar información de dispositivos Global Positioning System (GPS) colocados en 1,500 taxis de la ciudad. Los datos darán a la ciudad y a los residentes información en tiempo real sobre el flujo de tránsito y los tiempos de viaje para que puedan decidir cuál es la mejor alternativa para viajar.

- Aumentar la eficiencia y capacidad de la infraestructura de ferrocarriles. Si hay un héroe en el dilema aéreo europeo, es el ferrocarril. Se estima que 50,000 pasajeros tomaron el tren entre jueves y domingo de la situación de crisis; un salto de 30% con respecto a las reservas normales, según Progressive Fix. Ferrocarriles de Holanda, una de las líneas férreas nacionales más activas de Europa, ya está utilizando la tecnología inteligente para ponderar variables que incluyen la demanda de pasajeros y los vagones disponibles para armar y programar sus 5,000 trenes en una red de 390 estaciones y 2,800 kilómetros de vías. Su sistema mejora el cumplimiento y la puntualidad para más de un millón de pasajeros por día, al relacionar con más exactitud la cantidad de trenes en servicio con el tráfico de usuarios esperado. Al introducir el sistema ferroviario al siglo XXI de esta manera, podemos ofrecer mejores experiencias a los pasajeros y más rapidez en la entrega de mercaderías. 
- Desarrollar planes de contingencia que puedan ayudar a predecir una serie de problemas de transporte. Desde la congestión diaria del tránsito hasta desastres naturales mayores , mucho más perturbadores aunque menos probables, como terremotos o erupciones volcánicas, necesitamos mejores herramientas para desarrollar una planificación dinámica predictiva y de contingencia.

Con la posibilidad de predecir en tiempo real las condiciones del tránsito en el futuro cercano, los controladores del tránsito pueden tomar medidas preventivas para mitigar la congestión inminente, y los usuarios de la red vial pueden decidir cuál es el mejor itinerario. Este tipo de herramientas puede ofrecer asesoramiento al viajero en tiempo real por Internet, el servicio de información al pasajero 511, por PDA y dispositivos móviles, entre otros medios. Algunas compañías están probando este tipo de software en Singapur, con la capacidad de examinar patrones de tránsito actuales y predecir la congestión con una anticipación de hasta 45 minutos. El sistema demostró tener una exactitud de aproximadamente 90 por ciento en predecir el volumen y la velocidad de los conductores, información que luego se utiliza para ajustar 1,700 semáforos.
El transporte más inteligente puede impulsar la vitalidad económica y mejorar nuestra calidad de vida. Puede ser más eficiente, proporcionar un mejor servicio a los clientes y ciudadanos, proteger el medio ambiente y afianzar nuestra seguridad. El resultado es que la tecnología necesaria ya está disponible hoy, para empezar a dar a los usuarios y a las empresas lo que realmente desean: claridad sobre su itinerario de viaje, visión de los potenciales obstáculos que puedan presentarse y una transición sin inconvenientes entre el transporte vial, aéreo y ferroviario. Podemos comenzar hoy a construir transporte más inteligente para el siglo XXI.

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*El autor es el director del Global Rail Innovation Center de IBM en Beijing.

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