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La computadora ideal de una empresa

El uso de equipos ensamblados permite reducir costos dentro de la empresa, dice Alejandro Soriano; este tipo de computadores otorga capacidades necesarias para cada función.
vie 29 octubre 2010 06:00 AM
Las renovaciones de bajo costo para estás máquinas contrarrestan su devaluación y permite mantener los equipos al día. (Foto: AP)
computadora (Foto: AP)

Sin importar el tamaño de una empresa, cada una tiene necesidades de información y, por lo tanto, de sistemas de cómputo homologables a tales exigencias. Este artículo muestra las ventajas de configurar las computadoras de un negocio con elementos a la medida para una operación óptima, sin desaprovechar recursos tecnológicos ni económicos. En el panorama ideal, las empresas tendrían recursos suficientes para subsistir de la mejor manera y desarrollarse en base a dichos bienes. En el mundo real, existe la inflación, las tasas de interés, la depreciación y el máximo principio de las necesidades infinitas y los recursos limitados; por lo tanto, es primordial usar los medios disponibles para aprovecharlos tanto como sea posible.

Una de las necesidades a satisfacer, que en nuestros días se ha vuelto higiénica para las empresas, es la tecnología. Por ello es que las partidas presupuestarias de micro hasta grandes organizaciones incluyen siempre sistemas de cómputo. En este respecto, las computadoras ensambladas son una solución adaptable a las necesidades de información y presupuesto de compañías de cualquier clasificación.

Las computadoras ensambladas son aquellos equipos integrados por elementos de hardware y software comprados por separado. Por un lado, esto significa que el usuario final o ensamblador puede elegir cada parte de la configuración interna y externa de un vasto pool de opciones en el mercado; por otro, significa que el nuevo equipo puede o no estar formado por unidades que funcionen de la manera más óptima como un todo.

Es posible configurar las características internas de acuerdo a los requerimientos de quien la usará; sea un ejecutivo, diseñador, programador, analista, cajero, investigador, arquitecto, etc., cada cual con necesidades de capacidad y desempeño diferentes.

En cuanto a hardware, una computadora ensamblada puede conformarse con accesorios de excelente calidad como gabinete, mouse, teclado, bocinas, webcam, lector universal de memorias, unidad de CD y DVD, cables, hubs USB, entre otros; además, estos pueden variar según su tipo de uso, desde accesorios de uso rudo, como los teclados de látex, hasta aquellos para altos ejecutivos con diseño innovador y profesional. La marca, Acteck, de accesorios de tecnología, tiene múltiples soluciones disponibles para hace reste tipo de equipos de cómputo adecuados para cualquier giro empresarial.

Precio, adaptabilidad, desempeño y beneficios post-compra están entre las ventajas de las computadoras ensambladas.

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Es notable la diferencia de precio entre una white box (término en inglés) y una de marca de las mismas características; además del costo inicial, las partes y componentes de la primera pueden ser remplazadas con mayor facilidad, sin invalidar la garantía del equipo completo, por lo tanto, y siendo que los equipos de cómputo son activos depreciables, las renovaciones de bajo costo contrarrestan dicha naturaleza, manteniendo equipos al día.

Su adaptabilidad radica en las miles de opciones para cada una de sus partes, software y hardware, pues puede personalizarse de acuerdo al presupuesto y características deseadas de estética y desempeño.

Las computadoras ensambladas adquieren un estilo propio con innumerables diseños exteriores, de diferentes materiales, texturas y colores.

El desempeño y calidad de una white box puede ser igual o mejor que una de marca pues es posible ensamblarla con los elementos adecuados para la actividad principal que el usuario realice en el equipo. De esta manera, la inversión se aprovecha sólo en las unidades que serán de utilidad, no en aquellas que no serán usadas y que se cargarán a la factura en una computadora de marca.

Después de la compra, un sistema  ensamblado es mucho más durable, sencillo y menos costoso de actualizar y migrar que uno configurado por una marca. Dado que el periodo de garantía es diferente para todas sus partes, éstas pueden ser sometidas a revisión o ser remplazadas por separado, sin anular la póliza. Por esta razón, el mantenimiento es, a su vez, más simple.

La clave para conseguir una white box que aporte a la productividad está en  quien la ensambla. Generalmente, estos ensambladores se encuentran en centros especializados en tecnología o en las sucursales de distribución de este tipo de productos.

Ellos pueden fungir como asesores sugiriendo productos de acuerdo a las necesidades, gustos y presupuesto del cliente, además, proveen el servicio y atención post-compra en caso necesario.

Las más importantes compañías fabricantes de componentes y mayoristas de cómputo apoyan a los ensambladores establecidos en el canal con talleres de actualización, capacitaciones, en licitaciones y muchas otras actividades que contribuyen a su continua especialización.

La formalidad con la que los ensambladores ofrecen sus servicios y la calidad de los componentes internos y externos son prueba de la conveniencia de las white boxes. Aunque es verdad que se requiere de tiempo y evaluación para adquirirlas como empresa, son sin duda merecedoras de una relación costo-beneficio favorable para su negocio.

*El autor es Gerente de Marketing de Acteck

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