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CKD’S: Financiamiento para el desarrollo

Estos instrumentos pueden ser una opción para invertir, dicen Federico Hernández y Hugo García; los Certificados de Capital de Desarrollo son adquiridos por fondos de inversión o Afores.
mar 14 diciembre 2010 06:01 AM
Los instrumentos de inversión como los CKD’s pueden ser un buen recurso para invertir en la Bolsa.  (Foto: Photos To Go)
mercados bolsa (Foto: Photos To Go)

Los Certificados de Capital de Desarrollo tienen un papel extraordinario en el desarrollo de la infraestructura y representan una novedosa contribución para la economía de México. Son instrumentos estructurados de largo plazo que ayudan a fondear obra pública, bienes raíces y proyectos tecnológicos. Los Certificados de Capital de Desarrollo (CKD's) podrían abrir un nuevo espacio para el financiamiento de grandes proyectos de infraestructura, inmobiliarios y comerciales en México. Ya se han colocado en la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) cinco emisiones de estos certificados bursátiles, por más de 16,000 millones de pesos. El reto es interesar a las Sociedades de Inversión Especializadas en Fondos para el Retiro (Siefores) y a las Administradoras de Fondos para el Retiro (Afores).

Los CKD's son un nuevo instrumento de inversión que se está difundiendo en México, Canadá, Australia y otros países, y representan una oportunidad para los inversionistas institucionales. En México se hicieron posibles en 2009 gracias a reformas legales que permiten a las Afores y Siefores realizar inversiones en empresas y proyectos privados. Los CKD's son emitidos por un fideicomiso y representan una parte del capital colocado; están diseñados para financiar proyectos de tamaño mediano y grande, y de largo y muy largo plazo.

Debido a estas características han interesado a empresas y proyectos que requieren de inversiones de largo plazo así como a los inversionistas institucionales que necesitan colocar su dinero en negocios que tengan retornos competitivos y un riesgo controlado. Es el caso de las Afores y Siefores, y en menor medida de las aseguradoras y afianzadoras, pueden también adquirir CKD's, de igual manera que sociedades de inversión, fondos de pensión privados e inversionistas particulares calificados, mexicanos y extranjeros.

Negocios de largo plazo

Estos instrumentos han despertado considerable interés en el mercado, en el gobierno mexicano y entre los inversionistas, como también entre las instituciones financieras y especialistas. 

A fines de julio pasado el Programa Nacional de Infraestructura, junto con Banobras, autorizaron y avalaron un paquete de cuatro nuevas emisiones por 16,300 millones de pesos adicionales, lo que llevaría el total emitido a más de 32,000 millones. Los principales inversionistas han sido las Afores, aunque la participación de los instrumentos estructurados dentro de sus portafolios es todavía pequeña.

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Los CKD's son certificados bursátiles de capital emitidos por un fideicomiso  y cotizan en la BMV. Están fundamentalmente destinados al financiamiento de obras de infraestructura como aeropuertos, carreteras, hospitales y plantas de tratamiento de agua. Sin embargo también pueden utilizarse para fondear desarrollos inmobiliarios y turísticos al igual que en proyectos tecnológicos. 

Además, los recursos pueden utilizarse para adquirir acciones de empresas privadas o fondos de inversión, si esto fuera autorizado por el comité técnico o de inversiones del fideicomiso. Los prospectos y la clave de pizarra de cada colocación, así como información sobre el objetivo, plazo y tipo de administración, se publican en la página de internet de la BMV.

CKD's, acciones y bonos de deuda

Es conveniente señalar algunas características que lo asimilan y diferencian de las acciones ordinarias de las empresas, y de los certificados o bonos de deuda. 

Una diferencia importante con las acciones es que los CKD's tienen un plazo de liquidación -a 10, 20 o 30 años-, mientras que las acciones representen el capital de manera indefinida o hasta que el negocio sea liquidado. En ambos casos el inversionista es un socio capitalista, pero en el modelo CKD su intervención se da a título de fideicomisario y en los Comités de Gestión y Auditoría. Las administradoras de CKD's tienen un propósito claramente establecido y por lo general no pueden incursionar en giros de negocio o industrias con la libertad con que lo hacen las empresas particulares. Una vez que se cumple el plazo, la administradora del fideicomiso debe liquidar sus activos y repartir el producto entre los inversionistas.

Los CKD's también son diferentes de los bonos de deuda. En una emisión de deuda convencional, la empresa emisora se compromete a pagar lo que pidió prestado con una tasa de interés previamente pactada y conocida. No existe otro tipo de compromiso, por eso se conocen como papeles de renta fija. El CKD, en cambio, no ampara un pasivo sino que representa una parte del capital y los activos de la empresa. Como socios capitalistas los inversionistas tienen derecho a recibir parte de las utilidades y participan en los órganos de gobierno. En el CKD la ganancia va adherida al éxito del negocio que se pretende apoyar. 

Como podemos ver, los CKD's poseen características que los distinguen de las acciones ordinarias y los certificados de deuda, entre otros instrumentos de inversión. Éstos han despertado el interés del mercado, lo que se pone de manifiesto por el hecho de que las primeras cinco emisiones en nuestro país alcanzaron un valor de 16,000 millones de pesos.

Como parte de este nuevo fenómeno financiero y de negocios, es necesario comprender los riesgos y retos asociados, y establecer los niveles de asesoría requeridos y necesarios, tanto desde el punto de los inversionistas como de los administradores. 

*Los autores son socio y director de la práctica de finanzas corporativas de la consultoría KPMG de México. 

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