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Cómo mantener en pie la empresa familiar

Víctor Esquivel habla de los fondos como alternativa al financiamiento ante el reto del crecimiento; las alianzas estratégicas y la inversión de fondos privados dan posibilidades amplias al futuro.
lun 14 febrero 2011 06:02 AM
Para llegar a estas conclusiones se desarrolló una investigación que contempló 148 estudios sobre más de 308,000 personas. (Foto: Jupiter Images)
familia-personas-JI.jpg (Foto: Jupiter Images)

De acuerdo con algunos datos de censos económicos, más del 90% de las empresas mexicanas cuenta con estructuras accionarias familiares. Este hecho es más evidente si se observa que en las empresas públicas dominan aquéllas donde el papel de uno o varios empresarios o una familia como tal, se encuentran detrás de ellas.  Cuando hablamos de empresas familiares nos referimos a aquellas organizaciones en las que el fundador o un grupo de accionistas mantiene una fuerte injerencia en la toma de decisiones.  Hemos identificado que muchas empresas familiares poseen áreas de oportunidad en el establecimiento de políticas administrativas, financieras y contables, ya que el papel del empresario está enfocado en la parte comercial o en la operación del negocio más que en las medidas de gestión administrativas. Esto llega a ser una barrera al momento en que la empresa pretende crecer, ya que la falta de institucionalización en muchos de sus procesos y de control en la gestión del negocio conlleva problemas en la búsqueda de alternativas de financiamiento. 

Alternativas de financiamiento

Uno de los temas centrales en la agenda de las organizaciones familiares al momento de pensar en las estrategias de crecimiento es cómo financiarlo sin incurrir en elevados costos y sin perder la flexibilidad de procesos de toma de decisión y control. Es común que las empresas accedan a algunas de las siguientes alternativas:

  1. Si la empresa tiene un buen historial operativo, es posible que solicite un préstamo bancario. Esta alternativa se caracteriza por elevadas tasas de interés y restricciones financieras y legales que lejos de incentivar el crecimiento y expansión, terminan por llevar a la organización a mantener costosos pagos de intereses y permitirle poca flexibilidad para la operación del negocio.
  2. Dependiendo del tamaño de sus operaciones, es posible que la organización se acerque a un mercado público de deuda y/o capital. Si las condiciones económicas son favorables, esta alternativa provee de recursos adicionales a la organización sin necesidad de la pérdida de control. Sin embargo, se ha observado que a veces las empresas familiares terminan por abandonar este tipo de esquema por lo complejo que es el cumplimiento y preparación de la información que se requiere para listarse en un mercado de valores, ya que resulta más costoso mantenerse listada que los beneficios económicos que obtienen del mismo.
  3. Acercarse a las fuentes de financiamiento no tradicionales, entre las cuales se encuentran las siguientes:
    1. Inversión o alianza estratégica: un comprador predispone un horizonte amplio de tiempo en el cual buscará obtener rendimiento por medio de la capitalización de su inversión. El inversionista generalmente está interesado en obtener control sobre las decisiones y rumbo de la organización y no espera desinvertir en el corto o mediano plazo, por lo que su retribución se irá capitalizando por medio de dividendos derivados del flujo de la misma operación, de sinergias con otras operaciones existentes o por la simple apreciación de la compañía durante el periodo en que se tenga participación en la organización. Cuando llega a ser considerable la participación del inversionista, la organización familiar incurre en el riesgo de perder el control en los procesos de toma de decisiones, principalmente cuando los grupos que inicialmente eran minoritarios controlan una parte considerable del negocio .
    2. Inversión financiera de fondos privados: un inversionista pretende conformar un portafolio por medio de diversos proyectos de inversión con el objetivo primordial de incrementar el valor del mismo. Acabando el plazo de inversión (que regularmente es menor que en el caso de los inversionistas estratégicos) terminan por enajenar la parte de negocio que adquirieron. A este tipo de inversión se le caracteriza por tratar de institucionalizar al negocio, incrementar su valor en el corto y mediano plazo, a través del crecimiento de la empresa, para proceder a algún tipo de mecanismo de salida en donde el inversionista buscará obtener un rendimiento por la venta exitosa de su participación. 

En este sentido, los fondos privados han surgido como una alternativa para que algunas organizaciones puedan hacerse llegar de los recursos que han buscado para financiar su crecimiento. El proceso normal de financiamiento se lleva a cabo por medio de un análisis del tipo de inversión, la cual puede ir desde obtener una participación minoritaria, conformar una aventura conjunta (joint venture), hasta la venta de control o total de la empresa. En nuestra siguiente participación comentaremos sobre las características que comúnmente tiene una empresa familiar que atrae la atención estos fondos y cómo éstos ofrecen una solución de financiamiento e institucionalización a la organización.

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*Los autores son socio a cargo de la Práctica de Servicios de Asesoría Financiera y Asesor de Asesoría Financiera de KPMG en México, respectivamente. asesoria@kpmg.com.mx

 

 

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