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OPINIÓN: El islam, factor clave en el sueño de las mujeres de Afganistán

EU no tiene por qué sacrificar sus metas de promover la democracia y la paz entre el pueblo afgano
jue 12 julio 2012 11:48 AM

Nota del Editor: Imam Feisal Abdul Rauf es director de la Iniciativa Cordoba , una de las ideas principales del plan de un centro islámico cerca de la zona cero, y es el autor de Moving Mountain: Beyond Ground Zero to a New Vision of Islam in America.  Daisy Khan es directora ejecutiva de la  American Society for Muslim Advancement y fundadora de WISE & Global Muslim Women’s Shura Council.

(CNN) — Esta semana observamos con horror la ejecución de una mujer afgana, a quien dispararon en nueve ocasiones mientras una multitud de ruidosos hombres que se asumían como musulmanes gritaban y los animaban.

Nos recordaron una tragedia similar ocurrida en 1999 en la que una madre de cinco, vestida con una burqa azul, fue asesinada de un disparo en un estadio de futbol soccer en Kabul. En ambos casos, las mujeres fueron erróneamente acusadas por adulterio, ya que no había pruebas, evidencias, un juicio justo, el debido proceso o justicia.

Las similitudes entre las dos matanzas nos dicen que no han cambiado las cosas en Afganistán durante la década en la que Estados Unidos ha tenido injerencia en ese país. Cuando los estadounidenses se preguntan por qué hemos fallado en Afganistán, culpamos a las prácticas tribales anticuadas, su rechazo hacia la libertad estadounidense,y sobre todo, culpamos a su religión: el Islam.

Aunque lo hemos dicho una y otra vez, permítannos repetirlo una vez más: Las acciones de estos hombres ocurrieron en medio de una absoluta y suprema violación de las leyes de Dios, y el Islam no permite la violencia, de ningún tipo. Punto.

A pesar de que EU contempló la promoción de los derechos de las mujeres, los derechos humanos y la democracia, como algunas de sus metas a alcanzar en Afganistán antes de invadir ese país, pareciera que esos objetivos se diluyeron en nuestros esfuerzos por establecer una democracia 'secular' en una República Islámica.

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Cuando el gobierno de EU envió a nuestras tropas con la intención de eliminar a al Qaeda y al Talibán y establecer un nuevo gobierno en Afganistán, nos hicimos responsables del futuro de su gente. ¿No es trágico, después de ese derramamiento de sangre y de todos los dólares gastados de quienes pagan sus impuestos, que pueda haber un resurgimiento del Talibán y de este tipo de violencia inimaginable? Cuando EU se vaya de Afganistán de forma permanente, las mujeres afganas, sin duda, sufrirán.

Durante la década pasada, nuestros legisladores fallaron al no tomar en cuenta el importante papel que jugó la religión (y todavía lo hace) en la estructura de la sociedad afgana. Si queremos afectar la manera en la que los afganos conceptualizan nociones importantes como la justicia, debemos entender a las fuerzas que influyen en la toma de las decisiones de sus vidas.

Después de 30 años de guerra, sistemas gubernamentales política y civilmente inestables, y un pésimo sistema educativo, muchos afganos buscan a las autoridades religiosas para que guíen sus acciones. La solución para pelear contra el extremismo y para afectar un cambio en Afganistán yace dentro del sistema religioso, por lo que es normal que les resulte extraño adoptar una ideología secular.

Habiendo dicho esto, EU no tiene por qué sacrificar sus metas de promover la democracia y la paz entre el pueblo afgano.

Tal y como establecieron los Padres Fundadores de EU, aspectos como la "vida, libertad y la búsqueda de la felicidad" son derechos básicos para todos los estadounidenses, y por tanto, también el Islam establece la protección y la preservación de la vida, religión, familia, intelecto, propiedad y dignidad para todos. Debemos buscar maneras en las que dichos derechos puedan realizarse y formas en las que podamos trabajar con los afganos para poder ocuparnos de estas injusticias.

En el 2006, Daisy fundó la Iniciativa de la Mujer Islámica por la Espiritualidad e Igualdad (WISE por sus siglas en inglés), un movimiento social de justicia que trabaja para reclamar los derechos de las mujeres en el Islam. El Consejo Internacional de Consulta de las Mujeres Musulmanas, a través de un grupo de expertos y activistas, se sintieron obligados, por el nivel de violencia registrado en contra de las mujeres, a publicar el documento " Jihad en Contra de la Violencia” ,  en el que condenaban el extremismo violento y la violencia doméstica.

La respuesta a este reporte fue sobrecogedora. Muchos imams —líderes religiosos musulmanes— de Afganistán reconocieron, en base a la evidencia bíblica que les entregamos, que de una forma no intencionada, ellos propagan interpretaciones distorsionadas e incorrectas de El Corán.

 en que la evidencia bíblica que les dimos los ayudaron a darse cuenta de que ellos estaban propagando interpretaciones distorsionadas e incorrectas del Quran, inintencionadamente.

El valor de la información que les acercamos fue tan trascendental que ellos nos dijeron: "El gobierno de EU no debió gastar miles de millones en la guerra, sino en involucrar a los imams en lo concerniente a los derechos de las mujeres, y hoy en día, las cosas podrían ser diferentes". Del mismo modo, una mujer afgana nos dijo que "los imams son nuestro único escudo en contra del Talibán".

La Primavera Árabe ha obligado a los legisladores de EU a reconocer la importancia fundamental de colaborar con los movimientos político-religiosos en Medio Oriente, y los esfuerzos para incluir a estos movimientos, que gradualmente toman su propio camino en nuestra política exterior. 

Como musulmanes, sabemos que solo en la esfera religiosa será posible alcanzar nuestra visión de paz, democracia, prosperidad y el respeto a los derechos humanos y de las mujeres en Afganistán, y evitar que las atrocidades, como las ejecuciones, no vuelvan a suceder nunca más.

Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Imam Feisal Abdul Rauf y Daisy Khan.

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