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La autoformación profesional 3.0

La accesibilidad al conocimiento actual permite mejorar las aptitudes, dice Roberto Sánchez; el experto explica cinco puntos básicos para mejorar el desempeño profesional.
mar 12 febrero 2013 06:01 AM
La autoformación se debe de convertir para todos en una forma de vida y una actitud frente al desarrollo profesional. (Foto: Getty Images)
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Vivimos en una época donde todo lo que nos rodea cambia muy rápido, donde no existe lo estable y donde la inmediatez es un deber.

Esta evolución del entorno, que es imparable, y no parece afectada por la crisis que vivimos actualmente, nos compete a todos, exigiéndonos estar cada vez más y mejor preparados.  

Y es, también, en momentos como éste, después de las vacaciones, cuando afrontamos el presente preguntándonos qué podemos hacer para mejorar nuestras competencias profesionales.

Hasta la fecha, la responsabilidad casi en exclusiva de preparar y gestionar el talento en las empresas estaba delegada en los departamentos internos de formación. Sin embargo, la accesibilidad a la información y al conocimiento unido a la velocidad a la que cambian las cosas, hace casi imposible que las áreas internas puedan cubrir de una forma eficiente todas las necesidades cambiantes de los profesionales que gestionan, más aun cuando esa evolución es a veces desconocida.

Esta situación provoca, cada vez más, una creciente sensación de que la formación interna no llega para mantener actualizado al talento dentro de una compañía . Y esto ¿tiene solución? Sí, la Autoformación. ¿Estamos por tanto ante un cambio de paradigma en el enfoque de la formación por parte de las áreas de Gestión del Talento?  La respuesta es que sí y que no.

Por un lado, sí, porque cada vez más está a nuestro alcance la posibilidad de crecer y desarrollarnos profesionalmente. Y no, porque esto es algo muy habitual en profesiones tan antiguas como la Medicina.

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Sin lugar a dudas, si buscamos un referente claro donde existe una autentica convicción de lo importante de la autoformación, podemos mirarnos al espejo del colectivo médico, entre otros más. Colectivo que sabe mejor que nadie que el prestigio y la evolución profesional de cada uno depende además de sus propias habilidades, de la formación adicional a su titulación que sea capaz de alcanzar y que nadie le dice cuál es. Por eso, existen prácticas tan habituales, como es el asistir a congresos, seminarios, cursos, publicaciones, investigaciones, que deben surgir de la propia iniciativa del profesional.

Por tanto, nos encontramos con que la autoformación se debe de convertir para todos en una forma de vida y una actitud frente al desarrollo profesional, y cada día más, es una habilidad que todos tendremos que desarrollar en mayor o menor medida si queremos seguir evolucionando profesionalmente, ya que a la velocidad que cambian las cosas, dejar esta responsabilidad sólo en manos de otros, no será la mejora solución.

Por ello, es un reto de las direcciones de Gestión del Talento, el fomentar una cultura de autoformación, además de facilitar los medios necesarios a los empleados de su organización.

Una forma rápida de comenzar a montar uno su propio plan de autoformación, es seguir unos pasos muy sencillos, que poco a poco nos ayudaran a estar al día, sin mucho esfuerzo y casi sin darnos cuenta:

1.    Identifica aquello importante en tu trabajo y en tu evolución profesional

2.    Identifica fuentes de información, asociaciones, escuelas u otros ámbitos que estén relacionados con dichas necesidades y dedícale atención a la oferta educativa e informativa que ofrecen habitualmente.

3.    Identifica a los "gurús" o referentes de tu actividad y busca la mejor forma de seguir su actividad y opiniones sobre las materias que te afecten. A día de hoy, casi todos los referentes tienen su propio blog, Twitter o dan conferencias.

4.    Busca grupos o foros de conocimiento sobre las temáticas que más te afecten y forma parte activa de ellos. Son muy fáciles de encontrar en redes sociales como LinkedIn o en otras más verticales.

5.    Y lo más importante es que te reserves un tiempo cada dos o tres meses (2 o 3 horas es suficiente) para realizar tu propio plan de formación para el próximo periodo, identificando: seminarios, webinar, libros, foros, ferias o cursos a los que tienes pensado asistir o consumir para completar tu desarrollo profesional.  Adicionalmente están todos esos libros, blogs o sitios web que nos permiten una consulta más frecuente para estar al corriente de cómo avanza nuestra profesión.

Con el tiempo, esto se habrá convertido en una práctica habitual y la incorporación de nuevas vías para aprender será algo natural. En muy poco tiempo, podremos ver los resultados de haber comenzado a desarrollar nuestro propio plan de entrenamiento: La autoformación.

El autor es director de la Práctica de Organización y Personas de everis México*

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