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Una amenaza se asoma en Wall Street

Los inversores convierten activos riesgosos en seguros para aumentar las ganancias de bancos; los expertos advierten que esta operación se parece a la que llevó al mercado a su colapso, en 2008.
mié 06 marzo 2013 06:00 AM
Las operaciones en Wall Street tienen el propósito de que los bancos cumplan con las nuevas normas de capital en EU. (Foto: Getty Images)
wall street

Durante siglos, los científicos y los filósofos trataron de convertir metales básicos baratos en el precioso oro y plata utilizados como moneda antigua. Ahora, los banqueros están tratando de lograr un equivalente en Wall Street.

Conocida como "transformación de garantías", este nuevo negocio se está convirtiendo en un raro punto brillante en la industria bancaria. En Wall Street, donde las nuevas regulaciones y las presiones competitivas han afectado las ganancias, hay esperanzas de que esto aumente las ganancias bancarias.

Sin embargo, la transformación de garantías -que comprende convertir activos relativamente riesgosos en otros aparentemente más seguros- ya está captando la atención de los reguladores.

En esencia, los bancos han encontrado una oportunidad de negocio dentro de la maraña de nuevas reglas diseñadas para hacer que el mercado de derivados de 640 billones de dólares -que estuvo en el centro de la crisis financiera- sea menos arriesgado.

A algunos expertos financieros, les recuerda inquietantemente al reordenamiento de las hipotecas de alto riesgo que ayudaron a alimentar el auge y el colapso financiero. Les preocupa que el negocio pueda terminar ocultando el riesgo en lugar de transformarlo, socavando potencialmente el propósito de las normas que han ayudado a estimular su creación.

La transformación de garantías "es exactamente el tipo de actividad en que la nueva regulación podría crear el potencial para un crecimiento rápido y donde por tanto debemos ser especialmente vigilantes", dijo el mes pasado Jeremy Stein, un gobernador de la Reserva Federal (Fed), en la primera advertencia pública del Banco Central estadounidense sobre este naciente negocio.

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Sin embargo, en el sector financiero, la transformación de garantías es vista simplemente como una herramienta para cumplir con las nuevas normas. El proceso implica bancos ayudando a fondos a comprometer sus valores no líquidos a cambio de garantías más líquidas, que luego pueden utilizar para respaldar sus operaciones de derivados.

"Es una industria nueva que está emergiendo", dice Supurna VedBrat, codirectora de operaciones electrónicas y estructura de mercado en BlackRock. Calcula que su compañía, la gestora de activos más grande del mundo, necesitará mucho más garantías de alta calidad para cumplir con las nuevas normas sobre las operaciones de derivados. Y ella está tratando de ayudar a satisfacer la creciente necesidad de buenas garantías.

Bancos de Wall Street, como Bank of America, Goldman Sachs y JPMorgan Chase, están listos para ayudar. Los bancos planean crear las garantías que clientes como BlackRock necesitan para respaldar sus ofertas de derivados.

En Bank of New York Mellon, Nadine Chakar lleva varios meses discutiendo con clientes de su nuevo servicio de transformación. El banco -que se especializa en salvaguardar miles de millones de dólares en activos- dijo a sus inversionistas el año pasado que espera compensar los menores ingresos de sus negocios más antiguos con una nueva demanda por la transformación de garantías.

Hasta ahora, los clientes de BNY Mellon -que van desde fondos de cobertura boutique hasta mega compañías de seguros y gestores de activos- han sido entusiastas, dice Chakar, vicepresidenta ejecutiva de los servicios de garantías globales del banco.

"A medida que hablamos con más clientes, más vemos que las actividades de transformación de garantías van a ser necesarias para ellos", dice.

A partir de este año, muchos reguladores globales exigirán a esas aseguradoras y gestores de activos que realicen sus operaciones de derivados a través de las llamadas contrapartes centrales (CCP por sus siglas en inglés).

Este desplazamiento hacia la compensación central es la culminación de casi cinco años de cooperación entre organismos de regulación internacionales para restringir los productos alguna vez descritos como "armas financieras de destrucción masiva".

Las nuevas reglas , incluyendo Basilea III, la ley Dodd-Frank en Estados Unidos y el Reglamento de Infraestructura de los Mercados Europeos (Emir  por sus siglas en inglés) exigen todas el uso de la compensación central. La idea, dicen los reguladores, es que las CCP se coloquen entre las dos partes de una operación, proporcionando un amortiguador, garantizando la operación de derivados si una parte no paga.

Para protegerse de las turbulencias de los mercados, las CCP recaudarán garantías o "márgenes" de entre la larga fila de clientes que todavía utilizan derivados. La garantía normalmente se presenta en forma de bonos gubernamentales o dinero en efectivo, títulos considerados lo suficientemente seguros como para proteger a la cámara de compensación si un usuario de derivados cae en impago.

Determinar cuánta garantía extra será necesaria es el tema de un acalorado debate. Las estimaciones van desde 500,000 millones de dólares hasta 10 billones de dólares. Aunque bancos y operadores han sido acusados de usar derivados, tales como los credit default swaps (CDS o seguros de incumplimiento crediticio), para apostar sobre la suerte de otras entidades financieras, miles de empresas y fondos dependen de productos como los swaps de tasa interés o de divisas.

"Estamos hablando de los nuevos requisitos de garantías por varios billones de dólares pero en realidad nadie lo sabe, ya que dependerá de muchos factores", dice Hélène Virello, directora de gestión de garantías de BNP Paribas, el banco de inversión francés.

A pesar de sus connotaciones alquímicas, el proceso de transformación garantías no elegibles en algo aceptado por las CCP es simple, y está basado en las mesas de operaciones de préstamo y recompra o de valores, o "repo", existentes desde hace varias décadas en los bancos. Estas mesas suelen prestar valores -desde bonos gubernamentales hasta acciones de pequeña capitalización- a cambio de dinero en efectivo.

"No es una idea nueva, es una nueva forma de empaquetarlo", dice Jamie Lake, una ex administradora de garantías de Goldman Sachs que ahora trabaja en la consultoría de mercados de capital GreySpark. "El negocio de la transformación simplemente será como el negocio repo".

En un acuerdo típico, una compañía de seguros podría llegar a un banco cargando con una cartera de activos de baja calificación, como bonos basura. El banco prestaría los bonos en el mercado de repos -por lo general a otro banco grande- a cambio de bonos gubernamentales o efectivo. Los bonos del gobierno o el efectivo pueden ser utilizados como garantía para respaldar las operaciones en derivados de la compañía de seguros, compensadas centralmente.

Al igual que las CCP, los bancos que prestan el servicio cobrarán comisiones y tomarán una tajada de las garantías de sus clientes a cambio de la transformación. La garantía se presenta en forma de un "descuento", o de una porción recortada del valor de mercado del activo. "El descuento es básicamente lo que equipara la garantía de otra manera desigual", dice David Little de Calypso Technology, que ofrece software de compensación para los grandes bancos.

Por garantías más arriesgadas, como bonos basura, se espera que los bancos retengan una porción mayor del activo a transformar. Si el valor de los bonos cayera , el banco podría recurrir a su propia garantía para completar la operación.

"El descuento puede ser diferente a lo que las CCP están pidiendo", dijo Judson Baker de Northern Trust, otro banco de custodia. "Harán su propio descuento propietario para estar cómodos con el riesgo de ese activo en particular".

En la actualidad no se dispone de estimaciones fiables de las ganancias potenciales para la industria bancaria. Pero Morgan Stanley y el consultor Oliver Wyman escribieron en un informe el año pasado que los ingresos procedentes de la transformación de garantías "es probable que compensen gran parte lo perdido" cuando entraron en vigor las nuevas regulaciones que pueden inhibir algunas de las viejas prácticas de los bancos para hacer dinero.

"Los bancos se están preparando para ello, pero no están seguros todavía de si van a ser un gran elefante o un pequeño ratón", dice Little.

Pero los bancos también dicen que están cautelosos respecto a asumir demasiado riesgo al prestar el nuevo servicio. Si se sobrecargan de demasiados activos de calidad inferior, podrían dañar su propio negocio al consumir grandes porciones de sus balances generales.

Los clientes pueden encontrar que es más fácil y más barato mezclar sus carteras de activos para liberar garantías elegibles. JPMorgan dijo a sus clientes la semana pasada que optimizar la "garantía existente costaría una décima parte de transformar un bono corporativo estadounidense a tres meses a un equivalente del Tesoro de Estados Unidos.

Si los bancos son reacios o incapaces de proporcionar toda la transformación que necesitan sus clientes, entonces otras entidades financieras podrían intervenir; incluso prestamistas históricamente aversos al riesgo como los fondos de pensiones.

"No piensen que toda la transformación ocurrirá en nuestro balance general", dijo Gerald Hassell, presidente ejecutivo BNY Mellon, en respuesta a una pregunta reciente acerca de los riesgos que supone para su banco el nuevo negocio de la transformación. "Parte de nuestra misión es ser un intermediario entre las partes en donde actuamos como el agente".

Fondos con grandes carteras de valores de bajo rendimiento pero de alta calidad podrían querer obtener beneficios adicionales por sus activos, prestándolos. "Podríamos ver nuevos proveedores de liquidez como fondos de riqueza soberana o fondos de pensiones bien capitalizados entrando para obtener un rendimiento adicional y proporcionar una parte de esta necesaria liquidez", dice Baker.

La posibilidad de nuevos proveedores de garantías ha provocado una respuesta inusual por parte de algunos banqueros: una advertencia acerca de los riesgos potenciales para el sistema financiero.

"Siempre y cuando estos chicos sepan lo que están haciendo, no van a introducir más riesgo. Aumentarán la cantidad de actividad de financiamiento, pero no el riesgo", dice un banquero que pidió no ser nombrado. "Pero si tienes un grupo inexperto que está proporcionando financiamiento, que no entiende el riesgo, y que no están cobrando el descuento adecuado, entonces esto podría introducir más riesgo sistémico en el sistema financiero".

El riesgo es que el nuevo negocio podría crear más y más complicadas cadenas de garantías, que son más susceptibles a círculos viciosos de retroalimentación cuando el mercado comienza a bajar.

Stein, el gobernador de la Fed, advirtió que los inversores que transforman garantías podrían terminar enfrentando "opciones de compra de márgenes".

Eso significa que una compañía de seguros que intercambió bonos basura por bonos del Tesoro de Estados Unidos, por ejemplo, tendría que introducir más dinero en efectivo para cumplir con el alza de nivel de la garantía o comenzar a cerrar su operación con derivados si el valor de los bonos comienza a caer.

Manmohan Singh, un economista del Fondo Monetario Internacional (FMI) que se especializa en cuestiones de garantías, teme que los bancos pueden manipular sus requerimientos de capital regulatorio para adoptar rentablemente esta actividad. Eso podría significar que no estén bien aislados si los mercados colapsan.

"Simplemente no puedes transformar un activo clasificado BBB en AAA sin que te cueste", dice. Singh. "Si los bancos hicieran esto en grandes cantidades les costaría sus activos ponderados al riesgo. Eso es algo que me parece que los reguladores tendrían que tener en cuenta".

Mientras tanto, los bancos, incluyendo a Barclays, Citigroup, Deutsche Bank y State Street se preparan para dar el servicio. Una reciente encuesta de la Fed muestra que más de dos tercios de los grandes bancos están hablando con los clientes acerca de la transformación de garantías. Los fondos de pensiones también dicen que están discutiendo prestar sus activos más seguros.

Lake agrega: "Vamos a acabar con una industria entera construida en torno a la regulación que puede haber hecho, de manera no intencional, que sea menos transparente ver dónde yace realmente el riesgo.

Con aportes de Shahien Nasiripour en Washington, Lisa Pollack en Londres y Cardiff García en Nueva York.

Operaciones repo: Un vasto mercado con debilidad por los retiros

En septiembre de 2008, Matt King, estratega de Citigroup, tomó nota de un rincón remoto en los mercados financieros. Mientras que los inversores en los grandes bancos habían estado preocupándose por las pérdidas en las hipotecas subprime reempaquetadas, había un problema mayor aproximándose.

"La cuestión importante que enfrentan todos los fundamentos financieros a futuro no son las amortizaciones, sino el financiamiento y el apalancamiento", escribió King. "Las mismas características que están diseñadas para hacer que las operaciones de recompra o 'repo' sean seguras para los prestamistas en efectivo tienden a crear riesgos para las personas que dependen de ellas para pedir préstamos".

Tan sólo 10 días después de que la nota de King fuera publicada, Lehman Brothers se declaró en bancarrota después de encontrar que era incapaz de reinvertir la vasta cantidad de financiamiento que había obtenido del mercado de recompras o 'repo'.

Este mercado es uno de los más grandes en el mundo financiero. Ayuda a financiar billones de dólares de valores y transacciones financieras diariamente. La transformación de garantías financiará la conversión de dichos activos también.

En una típica operación repo, el banco compromete un activo, como un bono del Tesoro de Estados Unidos, a cambio de un préstamo a corto plazo. El activo está destinado a proteger al prestamista en caso de incumplimiento.

Debido a los repos están asegurados por una garantía, tienden a ser considerados como más seguros que el financiamiento sin garantía. Pero hay un truco. El mercado de repos tiene una tendencia a retirarse en momentos de tensión en el mercado. Cuando los participantes del mercado se vuelven desconfiados de los activos que son utilizados como garantía en operaciones de repo, pueden solicitar seguridad adicional o simplemente retirarse.

Tales retrocesos o retiros en el mercado de repos han jugado un papel en casi todas las quiebras bancarias importantes en los últimos años - como Lehman Brothers y Bear Stearns.

La preocupación es que, debido a que la transformación de garantías se logra a través del mercado de repos, también podría ser susceptibles de agudizar los retiros. "En momentos de estrés, los descuentos sobre las operaciones de repo se pueden volver muy grandes", dice Craig Pirrong de la Universidad de Houston.

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