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OPINIÓN: Encarcelar a los inmigrantes en EU no es la solución al problema

En muchos casos, los inmigrantes ilegales son detenidos innecesariamente y en condiciones infrahumanas
lun 11 marzo 2013 11:55 AM
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Nota del editor: Andrea Black es directora ejecutiva de la Red de Supervisión de Detenciones, una organización no lucrativa que monitorea el sistema de detención y deportación de inmigrantes de Estados Unidos y pugna por un cambio. Anteriormente fue directora ejecutiva del Proyecto Florence para los Derechos de los Inmigrantes y los Refugiados, que proporciona servicios legales gratuitos a los inmigrantes detenidos en Arizona.

(CNN) — De todas las condiciones inhumanas que rodean a la detención de los inmigrantes, la más grave es la de estar encerrados. La detención significa que los padres son alejados de sus hijos y enviados a prisiones lejanas en las que es imposible visitarlos.

Los inmigrantes que han vivido en Estados Unidos durante casi toda su vida pierden su empleo, su hogar y su medio de vida mientras están encerrados en las prisiones de la Agencia de Inmigración y Aduanas (ICE), tratando de luchar para no ser deportados a un país al que ni siquiera recuerdan, muchas veces sin contar con la guía de un abogado que los lleve por el complicado laberinto de la ley de inmigración.

Por eso, es una buena noticia saber que cientos de inmigrantes regresaron a sus hogares y a sus comunidades después de que la Agencia de Inmigración y Aduanas los liberara de los centros de detención en todo el país antes de que entraran en vigor los recortes al presupuesto federal .

Esta maniobra nos está llevando en la dirección correcta como nación. El encerrar a miles de inmigrantes no es esencial para que la agencia lleve a cabo su misión. Ahora, se nos ha dado la oportunidad de considerar mejores opciones.

ESPECIAL: Las claves de la reforma inmigratoria

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El impacto de esta decisión va más allá de los ahorros fiscales: las personas regresaron con sus seres queridos, los proveedores regresaron a sus comunidades y se liberó a las personas que buscaban asilo huyendo del confinamiento que exacerbó su trauma anterior.

Después de trabajar como abogada de los miles de inmigrantes detenidos en el desierto de Arizona durante ocho años, he visto los resultados devastadores y finalmente ineficaces de nuestro sistema de detenciones.

En nuestra oficina regularmente recibíamos llamadas de esposas desesperadas, la mayoría de ellas ciudadanas estadounidenses, cuyos maridos estaban detenidos. A menudo, los esposos eran los únicos proveedores de la familia. Las mujeres y sus hijos se enfrentaban a ser desalojados de sus casas porque no podían pagar la hipoteca. Se les obligaba a recurrir a la beneficencia y su desempeño escolar se veía afectado. Entre mis clientes había personas que buscaban asilo tras huir de la persecución y la tortura en sus países, solo para encontrarse encerrados tras las rejas durante meses e incluso años mientras buscaban protección en Estados Unidos.

Desde el 2003, han pasado más de 2.4 millones de personas por la red de más de 250 centros de detención de inmigrantes. La manutención diaria de cada persona es en promedio de 164 dólares, lo que significa que el ICE gastó más de 1,700 millones de dólares en 2011 para detener a 429,000 inmigrantes, una cifra récord.

Gran parte de este dinero va a las corporaciones privadas que tienen concesiones para albergar a casi la mitad de los inmigrantes bajo la custodia del ICE y buscan expandir su negocio, ya que han gastado millones de dólares en donaciones de campaña durante los últimos diez años y tienen cabilderos a nivel estatal y federal.

Entre los inmigrantes detenidos hay residentes permanentes legales que tienen  profundos lazos familiares y comunitarios, inmigrantes indocumentados que han vivido en Estados Unidos desde hace décadas como parte de familias de estatus mixto, sobrevivientes de tortura, solicitantes de asilo, mujeres embarazadas, veteranos del ejército y enfermos. Sin importar sus antecedentes, pasan meses y a veces años confinados tras las rejas mientras esperan una audiencia en la que se determinará si pueden quedarse legalmente en Estados Unidos.

Las condiciones en los centros de detención son punitivas e inhumanas. En un grupo de reportes que compilaron recientemente los miembros del Comité de Supervisión de Detenciones, se pusieron de relieve las condiciones  de 10 prisiones en las que están detenidos los inmigrantes y que ejemplifican las atrocidades inherentes al sistema de detención de inmigrantes.

Descubrimos que los inmigrantes detenidos esperan semanas o meses para recibir atención médica; que tienen un tiempo de recreación al aire libre inadecuado o a veces nulo, no tienen acceso a la luz del sol ni al aire fresco; se les proporcionan alimentos inadecuados y nutricionalmente deficientes; se recurre al confinamiento en solitario como castigo, como lo demostró un reporte del Centro Nacional de Justicia para los Inmigrantes y de Médicos a Favor de los Derechos Humanos.

Sus familiares pasan por dificultades extraordinarias para visitar a sus parientes presos. En el caso de algunas instalaciones, las familias tienen que trasladarse cientos de kilómteros para visitar a sus seres queridos solo para ser obligados a "visitarlos" a través de un enlace en video en un edificio diferente, no porque representen un riesgo, sino porque la prisión no quiere incurrir en gastos adicionales por las visitas en persona.

La lejanía de muchas de las prisiones también interfiere peligrosamente con la capacidad que tienen las personas de obtener ayuda legal para sus casos. Con frecuencia carecen del acceso a un abogado.

Como dijo un inmigrante detenido en la prisión del condado de Baker en Florida: "Somos como perros, no podemos ver el sol ni el cielo. De hecho, hasta un perro puede salir".

Desde el 2003, al menos 131 hombres y mujeres murieron en estos centros, entre los que se cuentan prisiones privadas, reclusorios de condados y centros federales, según reportes de la ICE.

No tiene que ser así. Hay otras opciones además de la detención , como los programas comunitarios que ofrecen apoyo legal y servicios sociales; estas opciones son significativamente más baratas: algunos de estos programas cuestan 14 dólares al día. Estas opciones arrojan una tasa de comparecencia ante las cortes de inmigración del 93% y permiten que las personas permanezcan con sus familias en sus comunidades.

En vista de lo que sabemos sobre este sistema oculto y punitivo, es alentador saber que los inmigrantes están siendo liberados de algunas de las peores instalaciones enlistadas en los reportes. El ICE debería extender esta acción reciente al liberar a todos los que no estén sujetos a la detención obligatoria y recurrir a otras opciones para los que lo están.

Las acciones del gobierno tienen que ser parte de una iniciativa integral que reforme nuestro sistema de detención de inmigrantes.

Una medida esencial es que el Congreso derogue las leyes de detención obligatoria que han provocado que se triplique el número de detenidos. Bajo estas leyes, hasta el 70% de los inmigrantes detenidos tienen que ser encarcelados sin que se evalúe individualmente el riesgo que representan a la seguridad pública mientras que el gobierno trata de demostrar que tiene la facultad de deportarlos. Esta práctica va en contra de nuestro sistema de justicia penal y es absolutamente contrario al espíritu estadounidense .

Hasta que el Congreso actúe, el gobierno de Obama debe renovar su compromiso con la reforma urgente al sistema de detenciones al cerrar las prisiones más atroces, a trabajar agresivamente con las organizaciones no gubernamentales para promover los programas de supervisión comunitarios sobre las personas sujetas a proceso y a impulsar la regulación legal y la supervisión a cargo de un tercero de los centros de detención restantes.

Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Andrea Black. 

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