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OPINIÓN: 'El Chaco' marca diferencias y se entregará con la selección

El exjugador Andrés Chitiva explica las razones por las que un jugador naturalizado es perfectamente capaz de jugar para México
vie 09 agosto 2013 05:48 PM

Nota del Editor: Andrés Chitiva es un exjugador profesional de futbol, militó en el club colombiano Millonarios y los mexicanos Pachuca, América, Atlas, Indios y Veracruz. Colombiano de nacimiento y mexicano por naturalización.

(CNNMéxico) — Muchos niños y jóvenes invierten tiempo y esfuerzo en un deporte maravilloso, el futbol, lleno de retos, sueños, responsabilidades y obligaciones, con la intención de convertirse en futbolista profesional después de mucha lucha y esfuerzo.

En algún momento, ese sueño, por fin, se convierte en una profesión.

A mí, la oportunidad de ser profesional en México me llegó hace 13 años. Vine pensando en trascender, con la intención de abrirme espacio en un mundo que cada día es más complejo y disputado. Fue entonces que me encontré con un país lleno de gente maravillosa, personas increíbles, ciudades hermosas y grandes seres humanos. Un país agradable y muy involucrado con el deporte, especialmente el futbol.

Después de algunos años de éxitos deportivos y una gran comunión con México y su gente, en especial en Pachuca, decidí adquirir la nacionalidad mexicana por razones sentimentales, culturales y personales.

¿Por qué? Porque sentía felicidad, me sentía en casa, bienvenido; por razones económicas, de estabilidad, y porque desde mi punto de vista, si te entregas en el trabajo y en todos los aspectos de la vida, puedes aspirar a lo que sea, incluido sentirte aún todavía más parte de una tierra como México. Con todas las de la ley.

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Como yo, todos los futbolistas desean estabilidad y pertenencia en algún momento de su vida. Y para ello, un factor clave es el trabajo, y en nuestro caso, como extranjeros, debemos marcar diferencia. 

La selección mexicana de futbol es uno de esos espacios a los que podemos acceder. Obviamente, para ser tomado en cuenta tienes que haber pasado muchos 'filtros': sentir los colores de México, haber tenido una carrera exitosa, haber marcado diferencia y sentirte involucrado.

Desde el año 2000, tuve la oportunidad de convivir y jugar con todos los jugadores naturalizados que han defendido la playera de México. Y meto las manos al fuego por cada uno de ellos, porque siempre intentaron aportar algo positivo a la selección. Siempre buscaron destacar.

En el caso de Christian Giménez —jugador del Cruz Azul nacido en Argentina— puedo decir que es un señor dentro y fuera de la cancha. Es una gran persona, pero además es un excelente jugador. Siempre ha dado lo mejor de sí en los equipos en que ha trabajado y ha intentando ayudar a sus compañeros. Es ganador, positivo y ahora que tiene la nacionalidad mexicana, estoy seguro que se siente como tal.

Sé que genera polémica su posible llamado a la selección, pero sinceramente creo que es un jugador diferente, comprometido y que quiere a México. No dudo que sienta los colores, pero esa decisión, la de convocarlo o no, únicamente le corresponde al técnico y su grupo de trabajo.

¿Qué grado de compromiso y responsabilidad podría tener Christian? Absoluto. Porque no se trata de ir a la selección solo por ir, no se trata solo de ponerse una playera verde. Y él sabe que representar a una selección es más que un partido porque implica la felicidad de muchos mexicanos, brindar alegrías a casi todo un país.

Estoy seguro que para Christian implicará mucho más que simplemente pararse en un campo de juego y cantar el himno nacional. No, es mucho más que eso, ¡es sentirte invitado y bien recibido en tu propia casa!, e implicará responder a la confianza de un grupo de personas, a la afición, a una bandera, a una idiosincrasia que no todos asumen como debe ser.

Cuando tienes confianza y sientes que perteneces a algo, lo tomas, lo deseas y lo cuidas de tal forma que lo haces tuyo y se vuelve propio, inseparable e invaluable. Como ser mexicano.

Muchas personas piensan que te naturalizas por interés, por comodidad, por algo económico. Sí, por supuesto que se gana estabilidad, pero es también una recompensa por haberte entregado y haber dado todo de ti en el trabajo para el que fuiste contratado. No puedo hablar por todos, pero sí por la gente que conozco y por mí.

Tuve razones suficientes como para querer ser mexicano. Primero, por la importancia que México ha tenido en mi vida personal y profesional, pero también por el grupo de trabajo que encontré durante muchos años en Pachuca, por la gente y experiencias que alcancé al enfrentar diversos desafíos en este país, con diferentes condiciones y objetivos, pero siempre recibiendo una palmada en la espalda.

Estoy agradecido con México y sé que muchos más de mis colegas extranjeros, naturalizados y no naturalizados, también lo están.

Nací en Colombia, soy colombiano y amo a mi país y a mi gente, pero una gran parte de mi vida es México y estoy orgulloso de haber tomado la decisión correcta. También soy mexicano. Siempre he dado lo mejor de mí, y si algún día me equivoqué, fue adentro de una cancha, porque afuera, así como me han tratado, así como me he entregado, yo lo he sabido corresponder.

Y estoy seguro que Christian, también lo hará.

Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Andrés Chitiva.

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