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México: las dos vías para el crecimiento

El país tiene dos 'armas' para luchar contra el clima de incertidumbre económica: Ramón Peña-Franco; con esas medidas se incrementaría la productividad y se contrarresta la baja en el consumo privado.
mar 29 abril 2014 06:04 AM
El gasto público es uno de los factores para que la estimación del país no descienda. (Foto: Getty Images)
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Durante el primer trimestre del año se han emitido recortes a las expectativas de crecimiento económico de México en 2014 por parte de instituciones privadas y organismos internacionales. Entidades financieras como Barclays, HSBC, Credit Suisse, Banorte y Banamex han ajustado sus proyecciones como resultado de indicadores poco alentadores en el cuarto trimestre del año pasado y en lo que va de éste.

Más recientemente, el Fondo Monetario Internacional (FMI) mantuvo su proyección de crecimiento para el país en 3%. El Gobierno mexicano no modificará sus estimaciones, situadas en 3.9%, hasta no conocer el desempeño de los indicadores económicos en el primer trimestre del año.

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Aunado a las bajas expectativas de crecimiento, predomina el malestar social con la reforma hacendaria y demás cambios estructurales que no terminan de consolidarse. Entre los factores externos, perdura un contexto de incertidumbre en la economía global, con un crecimiento moderado en Estados Unidos, de quien depende en gran medida el avance económico de nuestro país.

¿Cuál debe ser, entonces, la respuesta del Gobierno ante un clima de riesgos externos y de desaceleración económica interna? Más allá de las recetas económicas de largo plazo –como la muy necesaria inversión en educación de calidad–, las herramientas disponibles para crecer en el corto plazo serían: a) un gasto público orientado hacia la creación de capital físico, es decir, infraestructura (carretera, portuaria y aeroportuaria); y b) la aprobación y ejecución de las leyes secundarias de las reformas estructurales —en particular en materia de competencia, telecomunicaciones y energía—.

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Lo anterior permitirá lo siguiente: 1) incrementar la productividad, mediante mayor competitividad y la democratización de ésta; y 2) contrarrestar la baja en el consumo privado ante el aumento de impuestos, así como crear empleos mediante la expansión del crédito a Pymes (principales generadoras de empleo).

1. Gasto público

¿Cómo gastar para crecer? Los modelos económicos de las últimas décadas señalan que, para impulsar el crecimiento del Producto Interno Bruto (PIB), un país debe incrementar el capital físico, favorecer el crecimiento del capital humano y los avances técnicos, entre otros.

Al respecto, el Gobierno Federal anunció para este sexenio un plan muy ambicioso de infraestructura, equivalente a 4 billones de pesos. Tan solo este año se tiene destinado casi el 13% de los recursos totales para más de 4,000 proyectos de inversión.

Las obras en cuestión tendrán un impacto considerable en el crecimiento de la economía en los trimestres faltantes del año. Éste no se ha reflejado aún en tanto muchos de los proyectos se encuentran en fase de licitación, concesión o contratación.

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Por otro lado, el gasto programable se ha ejecutado en tiempo y forma en lo que va de este año, creciendo 19% en el primer bimestre con respecto al mismo periodo del año pasado. El gasto de las dependencias del Gobierno Federal aumentó 43.4%, incluyendo las obras de infraestructura encabezadas por la SCT. En esta tesitura, el gasto de inversión crecerá más que el gasto corriente este año, colocándose en más de 800,000 mdp; es decir, 13.7% más que el año pasado en términos reales, lo cual representa el 24.2% del total del gasto programable para 2014.

Por otro lado, con el fin de dar mayor certidumbre a la consecución de estos compromisos, se están produciendo mecanismos de trasparencia  del gasto, como es el caso del recientemente inaugurado portal en internet “Transparencia Presupuestaria” ( www.transparenciapresupuestaria.gob.mx ), en el que se podrá monitorear el uso de los recursos federales.

2. Las reformas estructurales

Segundo, es de esperarse que las reformas estructurales y un mayor dinamismo de la economía en Estados Unidos sean factores que mejoren los indicadores económicos en el mediano plazo. El gobernador de Banxico, Agustín Carstens, declaró recientemente que la economía mexicana podría crecer alrededor de 5% hacia el final del sexenio.

Para ello, sin embargo, se necesitan las leyes secundarias de las reformas, pendientes de ser aprobadas por los legisladores; para lo cual habrá un periodo extraordinario de sesiones que se extenderá hasta junio. Si se logra evadir una parálisis política en el Congreso, estaremos presenciando grandes cambios constitucionales y estructurales.

Se estará en posibilidad de concretar lo que se ha denominado como la democratización de la productividad, es decir, a crear instituciones y un marco jurídico que estimule la competitividad y nivele el terreno de juego para todos los participantes, chicos y grandes, en la economía nacional. Como esto me refiero, por ejemplo, al acceso a crédito por parte de las Pymes, energéticos más baratos para las empresas nacionales –gasolina, gas, electricidad– para mover al país y crear incentivos para abandonar la informalidad en el campo laboral.  

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Apostarle a las Pymes bien puede contrarrestar los efectos negativos de impuestos más altos sobre el consumo. Estas contribuyen con más del 50% del PIB y generan cerca del 80% del empleo en México.

En una coyuntura en la que las exportaciones, así como el consumo y la inversión privados, todavía no muestran señales evidentes de aceleración, se requiere  en el corto plazo de un gasto oportuno y estratégico, así como de acelerar el proceso de ejecución de las reformas. El partido en el poder tiene la capacidad política –en tanto logre las mayorías necesarias en el Congreso–. En palabras de Deng Xiaoping: “No importa que el gato sea blanco o negro, si no que cace ratones”.

*El autor es graduado de finanzas internacionales y política económica del ITAM y la Universidad de Columbia . Se ha desempeñado como analista de investigación en  The Economist Group. Actualmente es asesor del subsecretario de Egresos de la SHCP . Twitter: @ramonpenafranco

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