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OPINIÓN: La conducta de La Volpe, ¿marcará el fin de su trayectoria?

La "conducta inapropiada" del técnico argentino no solo le costó el puesto en Chivas, también puede ser el inicio del fin de su carrera
mié 30 abril 2014 08:27 PM

Nota del Editor: Ernesto Campos dirige el área de RP deportivo en Edelman México, tiene una columna en Estadio Diario, imparte el seminario de Periodismo Deportivo en la Escuela Carlos Septién García y fue coeditor en la sección Cancha, de Grupo Reforma. Síguelo en su cuenta de Twitter: @trotaestadios

(CNNMéxico) — Podría decirse, sin intentar ofender por supuesto, que quien pensó que Ricardo La Volpe sería la salvación para las Chivas pecaba de ingenuidad. Pero a pesar de lo polémico del personaje pocos pensarían que su paso por Chivas sería el que le diera fin a su trayectoria luego de sólo 26 días en el cargo.

El Guadalajara se ha caracterizado por dar bandazos en la última década en la toma de decisiones importantes y la contratación de este técnico argentino es simplemente la última en una cadena que sólo le ha sumado críticas, pese a que una de ellas le trajo un título con la dirección de José Manuel Chepo de la Torre.

Jorge Vergara es el dueño del equipo y un personaje polémico, que por el momento es más impopular que querido por los aficionados a su escuadra, y tomó la decisión de traer al bigotón en una medida desesperada ante los inminentes problemas de descenso y por la humillación de caer por goleada en el Clásico ante el América.

La Volpe por su parte tomó el empleo luego de sumar un fracaso tras otro desde que dejó la Selección Mexicana de Futbol en 2006 y pensaba que su mano dura podría ser la oportunidad de revertir el rumbo de su carrera y tener un cierre digno luego de haber hecho una pausa para atenderse un problema cardiaco.

Como periodista he tenido que tratar con él y no es un secreto que su forma de ser es difícil para el entorno en el que trabaja. Aún así es respetado por su brillante forma de plantear partidos en la cancha.

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Muchos atribuyen a esa forma de ser a que en sus vitrinas sólo ha podido colocar un campeonato de Liga, el de la temporada 1992-1993 al mando del Atlante. Sus más fieles defensores dirán que el Invierno 2002 también le corresponde aunque él abandonó el cargo ocho partidos antes de la conclusión del certamen.

En esa ocasión se marchó del Toluca para irse a dirigir la Selección Nacional y dejó en el cargo a Wilson Graniolatti, su auxiliar. Pero tras unas críticas de la dirigencia mexiquense este último dejó botado el cargo justo antes de empezar la semifinal por consejo del mismo La Volpe a quien le habían pedido volver. Al final Alberto Jorge estuvo en la banca los últimos cuatro juegos y se coronó.

Por todo lo anterior es que la relación La Volpe-Chivas parecía una bomba de tiempo desde el principio. El carácter difícil de su entrenador y su dueño parecían no encajar y tras cuatro fechas en la banca la situación del equipo en la cancha simplemente empeoró y no pudo lograr su calificación a la Liguilla.

Lo que no aparecía en el guión de esta historia es que el estratega escogería una semana en la que la solidaridad para evitar atropellos ha sido la nota en el deporte mundial. Primero en el futbol español cuando un aficionado del Villarreal le arrojó un plátano al defensa brasileño Dani Alves en una reprobable muestra de racismo el pasado 27 de abril.

Al instante el jugador tomó la fruta y se la comió en plena cancha, lo cual despertó una solidaridad mundial de jugadores y personajes públicos que subieron imágenes a las redes sociales mientras degustaban una banana.

Después en el basquetbol de la NBA, el comisionado Adam Silver decidió expulsar de por vida al dueño de los Clippers de Los Ángeles luego de que se filtraran unas grabaciones en las que reclamaba a su novia por subir fotos junto al Magic Johnson por ser negro. Esto apenas el martes 29 de abril.

Así La Volpe fue señalado por cometer una “conducta inapropiada” con una mujer del staff del club, misma que lo denunció ante las autoridades y lo reportó con el equipo. Ante tal hecho Jorge Vergara lo despidió sin darle derecho a réplica en esa conferencia de prensa.

En un mundo deportivo en el que el respeto a los jugadores está al fin en la agenda permanente, la acusación que pesa sobre La Volpe es un clavo en su ataúd profesional. Sería un problema de reputación corporativa y de relaciones públicas tener a un vocero así. Y tal vez el único capaz de arriesgarse a tenerlo es justamente el que lo está despidiendo ahora.

No sé si es el primer o último caso al respecto pero es una buena noticia que ya no se quede sólo como una mala experiencia en la historia de quien sufrió el abuso. Y aunque muchos critican a Jorge Vergara por sistema o por tener motivos, considero que en esta ocasión está tomando la medida correcta.

Las opiniones recogidas en este texto pertenecen solo a Ernesto Campos.

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