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OPINIÓN: No al nuevo aeropuerto internacional en Texcoco

Legisladores y ambientalistas deben promover el rescate ambiental del Lago de Texcoco y buscar opciones viables para un nueva terminal aérea
jue 05 junio 2014 07:00 AM
Lago de Texcoco
Lago de Texcoco Lago de Texcoco

Nota del editor: José Luis Luege Tamargo es el presidente de la asociación civil, Ciudad Posible, orientada al impulso de políticas públicas, proyectos y acciones metropolitanas. Ha desempeñado diversos cargos públicos enfocados en el medio ambiente. Fue el titular de la Comisión Nacional del Agua.

(CNNMéxico) — Hoy que celebraremos el Día Mundial del Medio Ambiente, exhortamos a las autoridades federales, legisladores, grupos ambientalistas y a la sociedad, a defender y promover el plan de rescate ambiental del Lago de Texcoco. También, a buscar opciones viables para un nuevo aeropuerto internacional para la Ciudad de México, que garanticen íntegramente un desarrollo sustentable.

La Secretaría de Comunicaciones y Transportes (SCT) plantea la construcción del nuevo aeropuerto internacional para la Ciudad de México en la zona federal de Texcoco. Se confunde a la sociedad al hablar de una ampliación del actual aeropuerto hacia la zona federal, cuando en realidad se está planeando un nuevo aeropuerto de gran escala, que además inhabilitará la operación del actual aeropuerto con sus dos terminales.

El proyecto de la SCT es contrario al "Plan Lago de Texcoco" aprobado desde 1971 por decreto presidencial, como un programa de largo plazo para el rescate ambiental de la zona federal del Lago de Texcoco. A lo largo de este tiempo, se realizaron labores de reforestación sin precedentes y se mejoraron los suelos salitrosos del vaso del Lago. Adicionalmente, se construyeron obras hidráulicas importantes para regular tormentas y conducir los drenajes, así como un hermoso lago al que se bautizó con el nombre de "Nabor Carrillo".

Este lago, ha replicado en parte las condiciones ancestrales del Lago de Texcoco y es una zona protegida de anidación y reproducción de aves migratorias; anualmente llegan más de 100,000 aves de diversas especies, algunas de ellas en peligro extinción.

Los terrenos federales donde se pretende la construcción del aeropuerto son por naturaleza "inundables", protegidos por la Constitución y las leyes en la materia; no solo está prohibido su desincorporación y cambio de uso de suelo, sino que además, están obligadas las autoridades federales a continuar con los trabajos para que esta zona cumpla su función ambiental y de protección frente a inundaciones.

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La Ciudad de México en su crecimiento desenfrenado desecó ríos y lagos, también eliminó áreas verdes de filtración y recarga de acuíferos. Actualmente cerca del 70% del agua que se consume proviene del subsuelo, lo que está llevando al agotamiento de los acuíferos. La consecuencia de esta urbanización insustentable, está ocasionando hundimientos constantes y mayores escurrimientos en temporada de lluvias. Estos factores obligan a mantener áreas de regulación y a buscar otros espacios con objeto de incrementar la capacidad de almacenamiento. La zona dederal de Texcoco cumple con esa función esencial de protección frente a inundaciones.

La saturación del actual aeropuerto internacional de la Ciudad de México tiene solución. Se han presentado las opciones de la ampliación del aeropuerto de Toluca y la construcción de uno nuevo en Tizayuca, Hidalgo. Los dos proyectos son viables como lo demuestran los estudios de la propia SCT en distintos momentos. Serían complementarios y permitirían un desarrollo urbano regional equilibrado poniendo límites al crecimiento horizontal del Distrito Federal.

La construcción de un nuevo aeropuerto en la zona federal de Texcoco es incompatible con la vocación ecológica, de regulación hidráulica y de captación de agua del vaso del Lago de Texcoco; destruiría el hábitat de las aves migratorias, promovería la expansión urbana ya insostenible y pondría en grave riesgo de inundación a la Ciudad de México.

Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a José Luis Luege Tamargo.

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