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Calificación de crédito, la lección de la crisis de 2008

Las nuevas metodologías de la CNBV son más estrictas con los bancos, dice Antonio Villarreal; el principal cambio fue separar la estimación de reservas en dos incumplimiento y recuperación.
vie 26 septiembre 2014 06:01 AM
Sin control la deuda de los estados será problema en un quinquenio. (Foto: Getty Images)
deuda

La principal lección que dejó la crisis de 2008 a la banca de las principales economías, es que sus reservas de crédito fueron insuficientes para absorber los riesgos de incumplimiento de sus acreditados. Si bien esta situación encontró a los bancos mexicanos en una posición sólida, tuvo como consecuencia la reflexión que la Comisión Nacional Bancaria y de Valores (CNBV) llevó a cabo para evaluar los modelos de reservas utilizados hasta 2009, que se basaban principalmente en pérdida incurrida.

Como resultado de dicha reflexión, y considerando tanto los principales marcos contables internacionales (International Financial Reporting Standards, IFRS) y Generally Accepted Accounting Principles, USGAAP), la CNBV desarrolló nuevas metodologías para la estimación de reservas preventivas, basadas en modelos de pérdida esperada que inducen a la banca a establecer lineamientos más estrictos en la gestión del crédito.

El principal cambio consistió en separar la estimación de reservas en dos componentes: incumplimiento y recuperación. De esta manera se pueden conocer los factores que contribuyen en la estimación del riesgo y definir o modificar las políticas de gestión crediticia.

El objetivo de las nuevas metodologías es determinar la probabilidad de incumplimiento y severidad de la pérdida, mediante variables que evidencian el comportamiento de pago y perfil de riesgo de cada crédito individualmente.

Los modelos han sido definidos por la CNBV y adoptados por la banca paulatinamente, de modo que los últimos en emitirse fueron los correspondientes a estados y municipios en diciembre de 2011 , así como el de cartera comercial que entró en vigor en diciembre de 2013.

Entre los diversos factores que se consideraron en los nuevos modelos de estimación de reservas preventivas, destacan: el comportamiento histórico y la voluntad de pago; la antigüedad del crédito; y algunos otros muy particulares en el caso de cartera hipotecaria como el loan to value.

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En el caso de la cartera comercial, la nueva metodología de reservas cambió totalmente de enfoque, ya que anteriormente dependía de un análisis tradicional de variables financieras a las cuáles se les adicionaba el componente de experiencia de pago, resultando en una calificación con su correspondiente porcentaje de reservas.

El nuevo modelo publicado por la CNBV, cuya fecha de aplicación inició en diciembre de 2013, cambió de enfoque con el objetivo de contar con un modelo estandarizado para toda la banca dividiendo la cartera en Pymes, corporativos y grandes corporativos.

La característica más importante de este modelo es que un mismo acreditado (empresa), sea calificado de la misma forma, independientemente del banco y del ejecutivo evaluador.

El objetivo del modelo es estimar los parámetros de probabilidad de incumplimiento y severidad de la pérdida, para que el producto de ambos, al multiplicarse por el monto expuesto o saldo del crédito, resulte en el monto de reservas estimado.

El primero de los parámetros antes mencionado, la probabilidad de incumplimiento (Pi), depende de un puntaje o “score” que se estima con 3 grupos de variables: 1) variables de mora y comportamiento de pago con instituciones financieras bancarias y no bancarias, que incluye la historia registrada en el buró de crédito; 2) variables de los pagos de las obligaciones de la empresa al Infonavit como un “proxy” de la capacidad de generación de flujo de la empresa; 3) variables de los estados financieros de la empresa.

En el caso de la severidad de la pérdida, el nuevo modelo hace una clasificación por tipo de garantías, si estas son reales o financieras y mide su nivel de cobertura respecto del monto expuesto, ajustando el monto de severidad inicial de 45% para la cartera preferente y 100% para la cartera subordinada.

A continuación, se describe brevemente el impacto que ha tenido el nuevo enfoque metodológico en los participantes del sector bancario del país por tipo de cartera.

Fuente: KPMG con cifras de la CNBV al 31 de mayo de 2014, publicadas en su página de internet.

La evolución de las reservas de la cartera de consumo revolvente muestra que el impacto más importante se presentó de manera temprana al momento del arranque de la nueva metodología, incrementándose el porcentaje de saldo respecto a las reservas entre 5% y 10% en el grupo de los bancos comerciales [1]. A partir de enero de 2011, se ha mantenido un nivel muy estable para todos los grupos de bancos (Bancos de Consumo , G-7 ). 

En el caso de las reservas de crédito no revolvente, a partir de la aplicación de la nueva metodología, se observa una elevada variabilidad en el porcentaje de reservas respecto del saldo en los bancos de consumo y comerciales, destacando el incremento en los años de 2012 y 2013 de alrededor de 2% debido al deterioro de la cartera de préstamos personales y del crédito de nómina.No se observa incremento para el G7.

Fuente: KPMG con cifras de la CNBV al 31 de mayo de 2014, publicadas en su página de internet.

Para la cartera hipotecaria, a partir de la aplicación de la nueva metodología no se observan variaciones significativas.

Fuente: KPMG con cifras de la CNBV al 31 de mayo de 2014, publicadas en su página de internet.

La nueva metodología para la cartera comercial muestra un incremento importante en porcentaje de reservas respecto al saldo de alrededor de 1.5% para el grupo G-7, ya que estos bancos tomaron la opción de aplicación anticipada a partir del mes de junio de 2013. A partir de la adopción, no se observan variaciones importantes en el nivel de reservas.

En el caso de la banca de consumo, hay una disminución de alrededor de1.5% en el porcentaje de reservas respecto al saldo, debido a la cancelación de cartera de uno de los bancos más representativos de este grupo. A partir del mes de diciembre, se regresa al nivel del mes de julio, por el impacto de la adopción de la nueva metodología.

El segmento de bancos en el grupo comercial no sufrió variaciones importantes.

 

Fuente: KPMG con cifras de la CNBV al 31 de marzo de 2014, publicadas en su página de Internet.

La cartera de deuda gubernamental solo fue colocada por el G7 y la banca comercial, por lo cual el grupo de banca de consumo no presenta saldo.

Se observa un incremento en las reservas de los bancos comerciales, ya que es el sector que concentra el mayor saldo y los ajustes en las variables de insumo para la determinación de las reservas impactaron de manera más importante en la estimación.

Considerando que la banca mexicana no posee un estándar en cuanto al tipo de productos y segmentos al que las instituciones van dirigidas, así como la emisión de las nuevas normas de información financiera recientemente publicadas (IFRS y USGAAP), los bancos deberán enfocarse en la tarea de adecuar sus políticas de control y gestión del riesgo de crédito, con la posibilidad de desarrollar modelos internos de provisionamiento de reservas que se ajusten al comportamiento específico de sus carteras, además de cumplir con la regulación vigente y las nuevas reglas de información financiera.

*El autor es socio de Asesoría en Gestión de Riesgos de KPMG en México

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