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OPINIÓN: Las semejanzas entre la 'colina del perro' y la 'casa blanca'

Con 32 años de distancia entre un caso y otro, la forma en la que fueron construidas ambas residencias 'presidenciales' tienen similitudes
lun 24 noviembre 2014 10:31 AM
Casa Peña Nieto Lomas
Casa Peña Nieto Lomas Casa Peña Nieto Lomas

Nota del editor: Ricardo Monreal Ávila es diputado federal por Movimiento Ciudadano y líder de la bancada en San Lázaro de este partido; es licenciado en Derecho por la Universidad Autónoma de Zacatecas y doctor en Derecho Constitucional por la Universidad Nacional Autónoma de México. Síguelo en su cuenta de Twitter: @ricardomonreala

(CNNMéxico)— “Quien ignora la historia está condenado a repetirla”. Marco Tulio Cicerón.

Son 32 años de distancia entre un caso y otro, pero la forma en la que fueron construidas ambas residencias, y la manera como sus propietarios explicaron el origen de los recursos para construirlas, las acerca de forma y de fondo.

Son las casas de la colina del perro del expresidente José López Portillo y la casa blanca de Las Lomas de la actual primera dama, Angélica Rivera.

1) Ambas fueron construidas presuntamente con sendos préstamos personales; la colina, con un préstamo de Carlos Hank González, entonces jefe del Departamento del Distrito Federal, a José López Portillo, presidente en funciones de México (un préstamo de empleado a "jefe") (José López Portillo, Mis Tiempos, Fernández Editores, México, 1988, p. 1183). La casa blanca de Las Lomas, por su parte, habría sido construida con el préstamo de un proveedor de servicios puntualmente favorecido con contratos multimillonarios del gobierno del estado de México y del gobierno federal, durante la gestión de Enrique Peña Nieto (un préstamo del contratado al contratante).

2) En ambos casos, los préstamos no fueron formalizados en su momento ante notario público o en el registro público de la propiedad, a pesar de las enormes sumas involucradas de por medio; es decir, no existe fe pública de ambas operaciones, por lo que públicamente ambos acuerdos de voluntad entre las partes son inexistentes.

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3) Bajo la presión del escándalo y el escarnio público, los poseedores se vieron obligados a explicar el origen de las casas y, posteriormente, a deshacerse de ellas: el expresidente López Portillo donó el 80% del terreno de la colina del perro a un fondo público de reconstrucción por el terremoto de 1985; la actual primera dama ofrece en traspaso los derechos del inmueble de los cuales formalmente solo tiene la posesión, mas no la propiedad.

4) El monto de los recursos involucrados en ambos inmuebles es similar: la colina habría costado, con el terreno de 11,000 metros cuadrados y cuatro casas de "clase media alta", 217 millones de pesos de 1981 (8.8 millones de dólares, a 24.51 pesos por dólar de ese año) (José López Portillo, Ibídem.). La casa blanca de Las Lomas, por su parte, tendría un costo oficial de adquisición de 53 millones de pesos (4.5 millones de dólares del 2012). Sin embargo, el avalúo comercial independiente del equipo de investigación de Aristegui Noticias ubica el valor en 84 millones de pesos (7 millones de dólares).

5) El desenlace: En este punto se diferencian en ambas historias. López Portillo contempló la opción de deshacerse de la colina. Se inclinó por una solución híbrida: donar el 80% de los terrenos y quedarse con las cuatro casas. La explicación fue la siguiente: venderlas o traspasarlas "hubiera sido como reconocer que las casas se debían a acciones indebidas y que el presidente se arrepentía y como que devolvía lo robado. ¡Y eso no!" (Ibíd., p.1184). En cambio, ahora se oferta el traspaso de los derechos de posesión de la casa blanca.

Quienes manejan situaciones de crisis por escándalos políticos, señalan que las respuestas no solo deben ser verdaderas sino verosímiles, es decir, creíbles. A López Portillo pocos le creyeron la versión del préstamo desinteresado del profesor Carlos Hank. Se vio como un soborno o reparto de botín entre el subordinado y el jefe político. Por cierto, el préstamo nunca fue liquidado, reconoció el propio expresidente (p. Ibídem).

La versión oficial sobre la casa blanca adolece también de credibilidad, al ser previsible su desenlace. Con 48 horas de anticipación, el dirigente de Morena, Andrés Manuel López Obrador, develó la trama en un premonitorio tuit: "Estrategas del régimen están corriendo la versión de que mañana EPN devolverá el jacalito de Las Lomas. Mejor que devuelva la presidencia".

En su momento, la colina del perro sirvió para diseñar la propuesta de "renovación moral de la sociedad" de Miguel de la Madrid y la primera Ley Federal de Servidores Públicos donde se tipificó de manera puntual y detallada el delito de “conflicto de interés".

El episodio de la casa blanca de Las Lomas debe servir para lo mismo: actualizar y tipificar de una vez por todas la gama de conflictos de interés que se origina en el mundo del contratismo oficial, donde la frontera entre lo público y lo privado desaparece, tanto a nivel de los tres poderes del Estado como de los tres órdenes de gobierno, cerrando la puerta que ahora está abierta de par en par a los monstruos depredadores de la impunidad y la corrupción.

Las opiniones expresadas en este texto pertenecen exclusivamente a Ricardo Monreal

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