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OPINIÓN: Tu empresa no sólo necesita jefes también necesita gurús

El personal talentoso y experimentado necesita alternativas a la carrera gerencial para progresar profesional y personalmente
mar 10 febrero 2015 08:55 AM
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Nota del editor: Ryan Holmes es el director general de  Hootsuite , una plataforma de redes sociales que utilizan millones de personas, además de las empresas líder en el mundo para gestionar sus perfiles sociales. Síguelos en @ invoker  y @ hootsuite .

(CNNMéxico) - Las 'startups' son, necesariamente, la cuna de la innovación: rebasan los límites del diseño, de la mercadotecnia, de las estrategias de ventas y más. Pero uno de los ámbitos en las que incluso las empresas innovadoras tienden a fallar (y a depender de ideas gastadas y anacrónicas) es en los recursos humanos.

Para ejemplificar esta cuestión tenemos la "carrera gerencial". Para ascender en el ámbito corporativo, aún en las empresas más progresistas, generalmente es necesario asumir un cargo gerencial. Conforme el control se extiende sobre equipos cada vez mayores y, finalmente, sobre departamentos completos, asciendes en la jerarquía de la organización. El progreso (en cuanto a cargo, paga y reconocimiento) está directamente relacionado con el manejo de personal.

Pero ¿esto tiene sentido? El manejo del personal es un conjunto de habilidades específicas. No todo el mundo las tiene. No todos quieren desarrollarlas. Encasillar a la gente que tiene mejor desempeño (colaboradores que tienen una valiosa experiencia propia) en un molde gerencial único difícilmente parece ser la forma más eficiente de utilizar los recursos de la empresa.

Silicon Valley ha reconocido esta situación desde hace tiempo. Las empresas de tecnología, las Google, las Facebook y las Apple del mundo, son famosas por ofrecer carreras técnicas o especializadas a los ingenieros talentosos que no aspiran a un cargo gerencial. El problema es que estas carreras tienden a ser informales y, con mucha frecuencia, son un callejón sin salida.  Un ingeniero estrella puede llegar al pináculo de su carrera técnica (y de su potencial de ganar dinero) tras unos cuantos años sin tener más opción que dedicarse a actividades gerenciales.

En busca de la vía del gurú

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Lo que hace falta, no solo en el mundo de la tecnología sino en general, es una vía específica y formal para las personas excepcionales a las que no les agrada manejar personal. Estos son los expertos al interior de una organización que han acumulado un conocimiento único y que continuamente impulsan a su empresa a mejorar. Es probable que sean líderes, pero guían con el ejemplo, no con órdenes. Inspiran a los compañeros que los rodean con sus contribuciones singulares y no por medio de instrucciones directas. Para ellos, hace falta algo a lo que me gustaría llamar una "vía del gurú".

Para los gurús, el ascenso no implica asumir la responsabilidad de equipos cada vez más numerosos. Por el contrario, los gurús ascienden en una organización de otras formas. Tal vez les den el control de proyectos cada vez más grandes con presupuestos más cuantiosos sin tener la responsabilidad de trabajar en problemas y líneas de producción nuevos; es probable que les pidan que sean los mentores de los reclutas prometedores o que los designen expertos en el tema.

Los ascensos no se basan en el desempeño del equipo, sino en el impacto del individuo sobre la organización y en la profundización o la ampliación de las habilidades en conjunto. Lo más importante es que los gurús reciben las mismas recompensas que la gente que sigue una carrera gerencial: nuevos nombramientos, oportunidades de capacitación y desarrollo profesional, mejor paga y prestaciones y otros beneficios.

El resultado es benéfico tanto para el empleado como para el patrón. Los empleados excepcionales siguen haciendo lo que hacen mejor mientras se les abre la puerta a una vía clara de progreso. La organización en sí mejora sus probabilidades de conservar a la gente más talentosa, la gente que ya está haciendo contribuciones excepcionalmente importantes.

Como el talento atrae al talento, se pone en marcha un ciclo virtuoso de reclutamiento: los candidatos de alto calibre harán fila para trabajar con los gurús adecuados. Además, los gurús son líderes ideológicos que escriben y hablan sobre lo que saben y fungen como embajadores clave de la marca mientras llaman positivamente la atención sobre la empresa y su cultura corporativa.

Cómo hacer que funcione

En mi propia empresa (un despacho de medios sociales que cuenta con 700 empleados), hemos implementado una carrera específica para los gurús en nuestro equipo de ingeniería.  Los desarrolladores de nivel medio tienen la opción formal de volverse "ingenieros en jefe" y manejar a un equipo o volverse "ingenieros sénior" y ampliar su propia experiencia técnica. Los gurús y los gerentes ascienden por igual en términos de compensación, cargo y antigüedad, según sus resultados. También es importante señalar que los empleados pueden transitar entre el cargo de gurú y el de gerente y viceversa sin perder su estatus. De hecho, algunos de nuestros empleados de mayor rango han cambiado varias veces.

No obstante, la vía del gurú se puede aplicar más allá del mundo de la ingeniería, razón por la cual la estamos implementando en toda la empresa. No hay razón alguna para que un vendedor estrella tenga que volverse gerente de ventas ni un diseñador brillante tenga que terminar dirigiendo a un equipo creativo si esa no es la carrera que busca. A final de cuentas, lo que garantiza el éxito de una organización es el equilibrio entre los gerentes y los gurús: los gurús imaginan el cambio, los gerentes lo implementan; los gurús miran al futuro, los gerentes ven los detalles; los gurús alteran el orden establecido, los gerentes lo mantienen.

Para las empresas nacientes que buscan perturbar la cultura corporativa conservadora e implementar nuevos métodos eficaces, los recursos humanos bien podrían ser una de las últimas fronteras. Reconocer que no todo el mundo tiene un "perfil gerencial" (y que los colaboradores individuales también necesitan una vía para progresar) es una misión largamente postergada.

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