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OPINIÓN: 'La Tuta' y su manera de comunicarse con la sociedad

¿Se mantendrán en la impunidad aquellos personajes que, con o sin cámaras ocultas, formaron parte de los mensajes de Servando Gómez?
vie 27 febrero 2015 09:03 PM

Nota del editor: Surya Palacios es socióloga, abogada y periodista mexicana. Colabora en  Idconline , revista que pertenece a Grupo Expansión; síguela en su cuenta de twitter:  @suryapalacios

(CNNMéxico) — Las organizaciones delictivas en México, como en todo el mundo, incorporaron a su actuación los avances tecnológicos, incluyendo aquellos que hoy forman parte de la vida cotidiana de millones de internautas. Al hacerlo, no solo cambiaron las formulas generadoras de sus conductas ilícitas, sino –sobre todo- transformaron su manera de comunicarse con la sociedad.

Ese es el caso de Servando Gómez la Tuta, señalado como líder de Los Caballeros Templarios, detenido la madrugada de este viernes en Morelia, Michoacán, cuya presencia en Internet tiene más de un millón de referencias, entre las que se incluyen 137,000 videos con los que, de una u otra forma, está relacionado.

Autodenominado como delincuente, Gómez no solo tenía una estrategia dentro del mundo de la ilegalidad, pues -en mi opinión- sus actividades al margen de la ley se acompañaban de sendos planes mediáticos cuyo fin era ampliar, aunque fuera artificialmente, la importancia de sus delitos.

Lee:La Policía Federal detiene a Servando Gómez 'la Tuta' en Michoacán

En términos jurídicos esta es una conducta inversa a la que generalmente se observa entre los criminales, al menos entre aquellos que han sido mostrados a la prensa mexicana tras su detención. Por ejemplo, los narcotraficantes Rafael Caro Quintero y Joaquín Guzmán Loera el Chapo públicamente negaban las acusaciones de la autoridad y se referían a sí mismos como agricultores.

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En contraste, la Tuta no sólo admitía ser parte de la delincuencia, sino que llegó a expresar, en uno de sus videos difundidos en redes sociales, un distorsionado concepto de moral que privilegiaba –siempre según sus dichos- los intereses del pueblo. No obstante, sólo se trataba de una ética delincuencial aparente con la que Gómez intentaba mostrar el supuesto poderío de su organización.

Sin embargo, desde mi perspectiva, lo que sí consiguió actuando como video blogger de los bandidos del país fue transmitir la sensación de que los sobornos, el dinero ilícito, y la colusión con la delincuencia, eran algo cotidiano en una parte de la sociedad michoacana.

Políticos, hijos de estos, empresarios, y hasta trabajadores de medios de comunicación, fueron protagonistas de sus filmaciones; si bien en algunos casos los que fueron grabados en video se encontraban a la fuerza ante el líder de Los Templarios, en otros las escenas mostraban cordialidad y hasta camaradería.

Justo ese es el mensaje político que logró difundir la Tuta: nos mostró que sus acompañantes en algunas de sus producciones fílmicas no eran muy distintos a él mismo. Incluso, esas imágenes nos dejaron con ese mal sabor de boca que suele aparecer cuando estamos ante una situación de peligro o incertidumbre.

Por eso ahora la pregunta no es si recibirá el castigo que designa la ley por los delitos que haya cometido, nuestra duda debería ser si se mantendrán en la impunidad aquellos que, con o sin cámaras ocultas, durante años formaron parte de las relaciones que tejió Gómez.

Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Surya Palacios.

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