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OPINIÓN: ¿Por qué hay tantos candidatos a la presidencia de EU?

Muchos de los candidatos a la Casa Blanca no tienen oportunidad de ganar la nominación, pero buscan alcanzar otros objetivos
mar 23 junio 2015 10:18 AM
Carly
Carly Fiorina, Donald Trump Carly

Nota del editor: Julian Zelizer es profesor de Historia y Asuntos Públicos en la Universidad de Princeton e investigador de New America. Escribió los libros Jimmy Carter y The Fierce Urgency of Now: Lyndon Johnson, Congress, and the Battle for the Great Society.

(CNN) — ¿Por qué hay tantos candidatos a la presidencia de Estados Unidos en 2016?

Muchos de los candidatos que han levantado la mano (Donald Trump, George Pataki, Carly Fiorina, Ben Carson, Mike Huckabee, Bernie Sanders, Martin O'Malley) tienen pocas posibilidades de ganar, así que uno se pregunta, ¿qué esperan lograr?

Si no es probable que ganen, ¿qué pretenden lograr los candidatos en las primarias?

Hay varias cosas que los candidatos pueden lograr para sí o para su partido sin tener que ganar la candidatura.

Vender una idea: A menudo, los candidatos quieren asegurarse de que sus colegas en su partido estén atentos a ciertas cuestiones. Sienten que la dirigencia y los candidatos del momento ignoran problemas clave para la salud del país.

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Hay muchos personajes de la vida pública que sienten que esa es razón suficiente para emprender una campaña seria. Esta fue la razón por la que el senador por Minnesota, Eugene McCarthy, participó en las primarias de 1968: su objetivo era asegurarse de que los demócratas que se oponían a la guerra de Vietnam estuvieran presentes.

Al ser un veterano de la política, Bernie Sanders, senador por Vermont, debe saber que las probabilidades de derrotar a Hillary Clinton son ínfimas. Pero, sin importar el resultado, pone de relieve ante el partido sus inquietudes sobre la desigualdad económica, sobre el proceso político fracturado y sobre el rápido deterioro del ambiente.

Aunque Sanders no gane mucha tracción en términos de votos, su capacidad para obligar a Clinton a abordar de frente estos problemas se podría considerar una victoria.

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Movilizar a un nuevo electorado: A veces, los políticos que pierden ayudan a incorporar a un nuevo electorado al partido. Ronald Reagan lo hizo con los conservadores sureños de derecha en las primarias republicanas de 1976, cuando se enfrentó al entonces presidente Gerald Ford. Ford derrotó a Reagan por poco, pero Reagan incorporó y dio fuerza a los conservadores que usualmente no votaban en las primarias, como los de Texas.

En 2004, el gobernador de Vermont, Howard Dean, usó la tecnología emergente de redes sociales para atraer a los jóvenes liberales al proceso de selección de los demócratas. Aunque John Kerry ganó la candidatura y perdió frente a George W. Bush en las elecciones generales, los grupos a los que Dean activó serían esenciales para la victoria de Barack Obama en 2008.

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En el caso de los republicanos en 2015, tanto Rand Paul como Ted Cruz tienen pocas posibilidades de ganarle a Jeb Bush o a Marco Rubio, pero tienen la posibilidad de atraer a los republicanos conservadores libertarios y sociales que no se han identificado con el Partido Republicano de la pasada década.

Aunque no ganen, pueden incorporar al partido grupos nuevos de electores que pueden ayudarle al partido en esta y otras elecciones, así como a sus candidaturas futuras.

Vender su imagen: Hay algunos candidatos que entran a las primarias para promover su propia carrera. Parece que Donald Trump, el magnate inmobiliario y exestrella de reality shows, considera que el proceso de selección es una forma de promover su propia fama y reputación. Postularse a la presidencia solo es otra manera de mantener vivo su nombre en los medios nacionales.

Otros, como Ben Carson, entran a la contienda sin tener un plan claro ni relación con los grupos en general. Su objetivo al parecer es el deseo de cobrar mayor prominencia en la escena pública. Como hay un mundo tan dinámico de medios políticos, consultores y grupos de estudios, postularse a la presidencia podría aumentar la estatura de una persona y brindar oportunidades.

Mike Huckabee se ganó un lugar en Fox News luego de postularse en varias ocasiones.

En el caso de Trump, uno de sus atractivos podría ser que tiene un nombre reconocido y es probable que llegue al primer debate del Partido Republicano (se transmitirá en Fox y está limitado a 10 candidatos) y a la primera etapa del primer debate de CNN (la cadena llevará a cabo un segundo debate con los que no pasaron el primer corte). Esa es una exposición nacional invaluable.

Otra de las grandes consecuencias de postularse a la presidencia sería obtener una nominación a la vicepresidencia o al gabinete, y esto es lo que deben estar pensando los que tienen menos posibilidades. La visibilidad y prestigio que se pueden obtener de una candidatura podrían mejorar las posibilidades de una designación de esa clase para personajes como Pataki o Chris Christie.

Probar las aguas: Para muchos otros candidatos, está claro que ganar en la política estadounidense requiere de varios intentos.

Participar en las elecciones primarias y en las asambleas electorales es una experiencia de aprendizaje. Cuando Mitt Romney se postuló en 2008, creía que tenía muchas posibilidades de que lo nominaran. Pero a pesar de que perdió, la experiencia le ayudó a ser un candidato más sólido en 2012, año en el que ganó la candidatura.

Postularse también es un esfuerzo para consolidar las credenciales que se necesitan para acercarse a quienes contribuyen con las campañas y a los supercomités de acción política (súper PAC, por sus siglas en inglés) en los años siguientes, con la esperanza de ser un candidato creíble. Leer: EU, ¿un país tan democrático como 'Game of Thrones'?

Hay candidatos de menor perfil como John Kasich, Scott Walker y Martin O'Malley, quienes tienen grandes ambiciones para el futuro cercano pero saben que participar en la contienda de 2015 puede fortalecerlos para la próxima.

Las primarias y las asambleas electorales siguen siendo un poderoso foro nacional a través del que se puede alcanzar una gran cantidad de objetivos. Particularmente en una época en la que hay tantos medios centrados en la política (que cubren constantemente las campañas interminables y prestan atención a cualquier candidato que se una a la carrera) y en la que los súper PAC pueden financiar campañas por su cuenta, la tentación de postularse a la presidencia es más fuerte que nunca.

Las opiniones recogidas en este texto pertenecen exclusivamente a Julian Zelizer.

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