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El Capital Humano en tiempos de crisis

Administrar el CH con eficiencia puede ayudar a amortiguar los efectos de la crisis: Sonia Morales; el entrenamiento, medición del rendimiento y flexibilidad de horarios son aspectos cruciales, opina.
mar 28 julio 2015 06:02 AM
Una vez interrumpido, un empleado se toma hasta 23 minutos para concentrarse de nuevo en su trabajo. (Foto: Archivo)
empleados

“La economía mexicana atraviesa por uno de sus momentos más complejos” afirmó recientemente Agustín Carstens, Gobernador del Banco de México. Por otra parte, diversos analistas han revisado a la baja su perspectiva de crecimiento para 2015 y 2016.

El panorama que ofrecen estos expertos nos deja con la vista clavada en el horizonte preguntándonos, ¿qué va a pasar con mi empresa? y sobre todo ¿qué puedo hacer ahora ante lo que se avecina?

En primera instancia, se debe tomar conciencia de que todas las crisis traen oportunidades y representan el momento propicio para encontrar las opciones que nos permitan continuar siendo competitivos.

La primera tarea es analizar las capacidades de la empresa, así como el impacto real del estancamiento económico en su nicho de mercado. Después de haber analizado estos aspectos, se tendrá mayor certeza sobre las decisiones a tomar, entre ellas, reducir, conservar o crecer en personal.

Bajo esta perspectiva, la recomendación  es apostar por el Capital Humano (CH), por ser un factor de inversión que otorga valor a las organizaciones y se traduce en redituables resultados.

Los beneficios de administrar eficientemente el CH dependen en gran medida del buen desempeño de quienes integran la organización y apostar por él implica trabajadores motivados e involucrados con la empresa, lo cual da como resultado reducción de costos relacionados con la contratación y formación de nuevos elementos que no conocen a la organización.

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Una realidad es que las empresas ocupan y se preocupan la mayor parte del tiempo por su estabilidad económica y con frecuencia descuidan al capital humano; esto trae como consecuencia el empobrecimiento del valor de la empresa, colocándola en desventaja frente a los competidores que sí le apuestan a este factor.

En este sentido, son diversos los aspectos a tomar en cuenta para trabajar en una buena administración del CH y por citar algunos, nos encontramos con el apoyo a la carrera profesional del trabajador, el entrenamiento laboral, la proyección profesional, salarios variables según objetivos, medición de rendimientos, objetividad y flexibilidad en el manejo de la jornada laboral y conocimiento sobre la situación económica de la empresa para que el trabajador entienda las decisiones de los directivos.

Cabe mencionar que los resultados de la organización están fuertemente correlacionados con su clima laboral. Toda empresa que posee un buen clima laboral disminuye el ausentismo, baja la siniestralidad y facilita la captación de grandes y buenos talentos.

Lograr lo anterior es factible si los jefes logran ser desarrolladores de talentos, tener capacidad de dirigir grupos, retener a las personas que valen en un equipo, además de motivarlos.

En cuanto a los trabajadores, deben analizar su capacidad de responsabilidad, de trabajo y de perseverancia para lograr objetivos, todo ello logrará definir en qué parte del proceso o de la organización pueden potenciarse las cualidades de los colaboradores.

Toda empresa busca empleados con talento y que detecte oportunidades de negocio. Identificarlos es una labor continua. Normalmente son personas con nata capacidad para influir en su entorno, poseen liderazgo sin necesidad de que sean jefes. Son capaces de contagiar emociones y para las empresas es muy útil detectarlos porque representan un valor agregado que se plasma en los productos o servicios que ofrece.

Lo anterior solo son algunos de los datos que toda empresa necesita saber y traducir en acciones, para que a través de su capital humano pueda sortear un episodio de lento crecimiento económico y que independientemente de su tamaño o penetración en el mercado objetivo, profesionalice cada uno de sus procesos y por ende, a sus colaboradores, ya que son factores que se unifican en la cadena productiva y son fiel reflejo de la organización. En sí, representan la carta de presentación que tiene la empresa hacia el exterior.

Cabe recordar que para toda persona, entre menor formación o capacitación posee, mayor probabilidad tendrá de perder el empleo y también más dificultades para encontrar trabajo. Sucede lo mismo con las empresas, entre menos preparadas, más posibilidades tiene de salir del mercado. Evitémoslo… una buena administración del capital humano y laboral lo permitirá y esto aplica en todo momento, tanto en la bonanza como en situaciones de contracción económica, como la que actualmente enfrentamos.

 

*Integrante del Comité Técnico Nacional de Capital Humano

sonia@transitions.com.mx

 

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