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OPINIÓN: Lo que está mal con la sátira de Saturday Night Live

La caracterización de Sean Spicer en SNL pone de manifiesto el peligro de la comedia política, que nos hace ver con demasiada simpatía los defectos de las figuras políticas, asegura Dean Obeidallah.
mar 25 julio 2017 07:05 AM
Sean Spicer
Sátira Para muchos, la interpretación que hace Melissa McCarthy (der.) de "Spicey" como un personaje simpático y torpe ha llegado a definir al exsecretario de prensa Sean Spicer, señalan analistas.

Nota del editor: Dean Obeidallah es el presentador del programa de radio "The Dean Obeidallah Show" de la emisora SiriusXM y columnista de The Daily Beast. Síguelo en @deanofcomedy . Las opiniones aquí expresadas son exclusivamente suyas.

(CNN) – Gracias al show "Saturday Night Live" (SNL) tenemos dos versiones de Sean Spicer, el saliente portavoz de la Casa Blanca . Está la versión que Melissa McCarthy interpreta humorísticamente en el programa nocturno; y luego está el Spicer que ha defendido muchas de las escandalosas afirmaciones de Donald Trump con declaraciones falsas y mentiras descaradas.

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El problema es que la versión de "SNL" pinta a Spicer mucho más encantador y simpático de lo que realmente es. Y esto nos da una idea del poder de la comedia política. La comedia puede usarse para hacernos reír mientras nos recuerda las faltas de un político. Pero el riesgo es que la comedia puede hacer que una figura política viciada parezca simpática e incluso nos ayude a pasar por alto su mala conducta.

Basta con ver las reacciones cuando Spicer anunció su dimisión como secretario de prensa el viernes. La representante demócrata Pramila Jaypal tuiteó: "Enorme golpe para SNL. Adiós, Sean Spicer". La periodista y colaboradora de CNN April Ryan, que había tenido un enfrentamiento con Spicer en el pasado, escribió en Twitter, "¡Ya no habrá más Melissa McCarthy!" Mientras que el actor Zach Braff escribió en la misma red, "Imágenes reales de la salida de Sean Spicer" y compartió un clip de McCarthy con aspecto triste en las calles de Nueva York.

nullNo me malentiendan, tuve una reacción similar ante la noticia de su renuncia. Pero si McCarthy y "SNL" no hubieran caracterizado a Spicer de la manera en que lo hacían, ¿creen que habríamos visto una reacción tan fuerte?

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De no ser por esa versión en clave de humor, muchos de nosotros habríamos respondido como lo hizo el New York Times el sábado, presentándolo como la persona que comenzó mintiendo en su primer día como portavoz de la Casa Blanca y siguió haciéndolo desde entonces.

Les recuerdo que Spicer nos mintió en su primera conferencia de prensa después de que Trump jurara el cargo, defendiendo las infundadas declaraciones de Trump sobre la cantidad de personas que asistieron a su toma de posesión.

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Spicer declaró enfáticamente: "Esta fue la audiencia más grande que jamás haya presenciado una toma de posesión. Punto". Pero, como lo señalaron los verificadores de datos del Washington Post: "Esta es una lamentable actuación del nuevo secretario de prensa", pues hizo "una serie de afirmaciones falsas y engañosas al servicio de un asunto relativamente menor". Concluyeron que las declaraciones de Spicer ese día le valieron el máximo de cuatro Pinochos por mentiroso, no sin agregar "ojalá pudiéramos darle cinco".

Y no podemos olvidar que Spicer defendió las acusaciones gratuitas de Trump sobre un masivo fraude electoral inventando fuentes para que Trump pudiera manejar la pérdida del voto popular. En la conferencia de prensa del 25 de enero, Spicer afirmó que una encuesta Pew de 2008 "mostró que el 14% de las personas que votaron no eran ciudadanos".

Sin embargo, el sitio independiente Politifact calificó esa declaración como falsa, toda vez que la encuesta del Pew Research Center "no hace mención alguna de no ciudadanos que votan o se registran para votar".

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Y la lista de las declaraciones disparatadas de Spicer en defensa de Trump continúa. Desde su observación de que Adolfo Hitler "ni siquiera se rebajó a usar armas químicas" en un intento por ganar apoyo para el bombardeo de Trump en Siria, hasta las declaraciones falsas sobre el papel que Paul Manafort jugó en la campaña en un esfuerzo por distanciar a Trump de su exjefe de campaña.

Pero, para muchos, la interpretación que hace McCarthy de "Spicey" como un personaje simpático y torpe ha llegado a definir al exsecretario de prensa. De hecho, la última vez que vimos a McCarthy como Spicer en "SNL" demuestra este punto.

Fue una escena en mayo, mientras "Spicey" estaba defendiendo una mentira de Trump, un reportero le preguntó si no era posible que Trump le estuviera mintiendo, a lo que McCarthy respondió benévolamente, "él no haría eso, él es mi amigo".

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"Spicey" luego confrontó a Trump, interpretado por Alec Baldwin, exigiendo saber si Trump le había mentido alguna vez. Baldwin respondió: "Solo desde que empezaste a trabajar aquí". A través de la comedia, “Saturday Night Live” había borrado la culpabilidad moral de Spicer por mentirnos, atribuyéndole toda la culpa a Trump.

En cambio y por fortuna, "SNL" ha tenido cuidado de no perdonar las transgresiones de Trump. De hecho, en ese mismo sketch del programa, Baldwin le dice a McCarthy "bésame". A lo que "Spicey" respondió: "No puedo, tengo una esposa e hice votos". Entonces "SNL" nos recordó los infames comentarios de Trump en ocasión de Access Hollywood cuando Baldwin le replica a McCarthy: "Soy famoso, está bien".

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En la era de Trump, la comedia está jugando un papel crítico al servir como liberación catártica y fuente de empoderamiento para aquellos que se oponen a Trump. Pero los programas de comedia deben ser conscientes de que hay una línea muy fina entre hacernos reír por la mala conducta de una figura política y minimizarlos a través de la comedia que los vuelve inmerecidamente simpáticos.

En vista de lo que está en juego, esperemos que los comediantes sigan utilizando su talento para recordarnos la mala conducta de Trump y no lo conviertan en una versión naranja.

Consulta más información sobre este y otros temas en el canal Opinión

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