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La migración urbana mal atendida incentiva las zonas marginadas

Los habitantes de villas en zonas marginadas deberían ser la prioridad de los gobiernos de las urbes más grandes del mundo, alerta la ONU
vie 19 noviembre 2010 01:25 PM
villas chabolas pobres marginadas
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Jockin Arputham ha sido un habitante de una chabola -viviendas construidas en los suburbios de grandes ciudades con materiales de baja calidad- durante 43 años. Es uno de los más de un millón que hay en India.

Comparte un terreno de 30 hectáreas a las afueras de Mumbai, con casi 700,000 personas. Tienen baños comunitarios y duermen en lugares construidos por ellos mismos.

Arputham, de 64 años, comenzó a abogar por los derechos de los habitantes de estas villas pobres desde hace 40 años, cuando fue amenazado con ser desalojado. "¿Cómo podía permanecer callado cuando mi chabola iba a ser demolida y todos nosotros íbamos a convertirnos en indigentes?", explicó Arputham a CNN.

Arputham es ahora el presidente de Slum Dwellers International, una confederación de habitantes urbanos de bajos recursos, de 28 organizaciones internacionales.

Un tercio de la población de países en desarrollo vive en chabolas, de acuerdo a ONU Habitat, el departamento de las Naciones Unidas que se centra en el desarrollo urbano.

Manejar estos asentamientos improvisados –que usualmente están sobrepoblados, carecen de suministro adecuado de agua y limpieza y en donde normalmente los derechos de tierra de los habitantes son inseguros –es un reto que enfrentan las ciudades en todo el mundo.

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Es un problema que no va a desaparecer. ONU Habitat pronostica que el número de habitantes de chabolas en el mundo crecerá seis millones cada año y alcanzará los 889 millones en el 2020.

"Antes que nada, las autoridades citadinas necesitan reconocer que tienen problemas de villas pobres y deben fijar objetivos de cómo reducirlos", dijo Eduardo Moreno, jefe de Observatorio Urbano Mundial de ONU Habitat.

"Muchas ciudades automáticamente responden que no tienen este tipo de villas o que son muy pequeños, pero la información de ONU Habitat muestra que el problema es mayor de lo que los funcionarios citadinos quieren creer".

Moreno dice que el gobierno necesita invertir en reducir la pobreza urbana y en involucrar a las comunidades en sus programas para mejorar las condiciones de las chabolas.

Se ha avanzado. A lo largo del mundo en desarrollo, la proporción de citadinos viviendo en estas villas ha caído a 33% de un 46% en 1990. Según ONU Habitat, se ha logrado mejorar las condiciones de las chabolas.

Sin embargo, mientras la proporción de chabolas ha bajado, el número absoluto de personas viviendo en ellas ha aumentado debido al rápido crecimiento de la población urbana.

Para reducir las cifras absolutas, "se necesita no sólo mejorar las villa, sino crear las condiciones para evitar que se formen nuevas", dijo Moreno a CNN.

"Autoridades nacionales, estatales y locales necesitan trabajar juntos para predecir el crecimiento de las ciudades y suministrar tierra asequible y vivienda para los migrantes que lleguen", añadió.

China, por ejemplo, ha reducido la proporción de su población urbana viviendo en chabolas por un cuarto desde el 2000 al ofrecer incentivos fiscales a los desarrolladores que construyan casas baratas, de acuerdo a ONU Habitat.

"Gradualmente el gobierno ha ido demoliendo estas zonas y ha construido nuevos hogares para que la gente se mude", dijo Yiyi Lu, una investigadora de la Universidad de Nottigham y experta en desarrollo social y política china, del grupo de reflexión con sede en Londres Chatham House.

Aún hay gran cantidad de migrantes viviendo en casas relativamente baratas en las afueras de la ciudad, dijo ella, "pero es un alojamiento adecuado con servicios básicos y no están concentrados en áreas gigantescas".

Pero limpiar las chabolas y realojar a sus residentes en cualquier otro lugar no es una solución a largo plazo, dice Jeb Burgmann, un consultor de desarrollo urbano y autor de Bienvenido a la Revolución Urbana.

"No hay una historia de éxito al limpiar las villa y mover a la gente a otro lado", dijo. En cambio, argumenta, los gobiernos se deben de concentrar en mejorar las condiciones de las chabolas, a los que él prefiere llamar "ciudades migrantes".

"El hecho de que la gente con bajos ingresos ahorren dinero y utilicen su propio trabajo para crear asentamientos urbanos no es malo. Lo que es malo es cuando los gobiernos no los ayudan", dijo a CNN.

Cuando se les ofrece el apoyo adecuado, las villas pueden convertirse en "distritos económicos robustos y resistentes", dijo Brugmann, señalando el enfoque de Brasil con sus villas, conocidas ahí como favelas.

Brasil llevó servicios básicos a sus favelas como drenaje, agua, escuelas, clínicas de salud. También ayuda que se les lleva a los habitantes el estándar municipal de construcción para obtener títulos de sus tierras.

También ayuda deshacerse de las pandillas "para que la policía tenga una relación estable con las comunidades y la gente no viva en medio de la delincuencia organizada", dijo Brugmann.

Aruptham está de acuerdo en que los gobiernos deben ayudar a los habitantes de las chabolas a obtener derechos legales de sus tierras. Él aboga por permitir que las comunidades se involucren en la toma de decisiones. "Necesitamos proyectos de base comunitaria, con el apoyo del gobierno para mejorar nuestras chabolas", dijo.

La India ha estado haciendo eso, dijo ONU Habitat, citando sus esfuerzos para capacitar a los urbanos pobres y suministrar servicios básicos y asegurar la tenencia de asentamientos irregulares.

Por lo tanto, sus cifras muestran que el porcentaje de población urbana viviendo en villas pobres en la India se ha reducido de un 41% a un 28% durante la última década.

Pero el punto de vista desde las chabolas es muy diferente. Aruptham se muestra escéptico de las cifras y dice que no ha visto las medidas aplicadas. "El gobierno sigue hablando, pero es diferente hablar que hacer", dije. "Ellos hablan mucho, pero hacen poco".

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