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La horticultura urbana genera tres toneladas de cultivos en el DF

La permacultura es un nuevo concepto que busca un uso eficiente de los recursos y la energía en las ciudades
sáb 11 febrero 2012 06:09 AM
granjas urbanas horticultura
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En las ciudades está emergiendo un nuevo concepto de desarrollo que busca crear ecosistemas humanos sostenibles basados en un uso eficiente de los recursos y la energía, conocido como permacultura.

En términos absolutos, la República mexicana produce unos 30 millones de toneladas de residuos sólidos urbanos al año, de los que un 40% es materia orgánica producida en nuestros hogares.

El promover la separación de residuos y la fabricación casera de composta, junto con la elaboración de huertos urbanos, es uno de los retos que afronta Arnold Ricalde, asesor de la Comisión para la Gestión Integral de los Residuos Sólidos del Distrito Federal.

La iniciativa, conocida como Círculo Verde está en marcha desde 2009 y, hasta la fecha, indica Ricalde, “hemos logrado este círculo virtuoso: en lugar de que nuestros residuos orgánicos vayan a los rellenos sanitarios, los aprovechamos para que se queden en la casa y coadyuven a crear composta para los huertos urbanos, donde sembramos las hortalizas, hierbas y flores que integraremos en nuestra dieta. Estamos generando soluciones de sustentabilidad”.

Solución local

La iniciativa de horticultura urbana a pequeña escala, lanzada por la Secretaría de Desarrollo Rural y Equidad para las Comunidades (Sederec), en colaboración con la Universidad Autónoma de Chapingo, es una de las actividades destacadas actualmente. Ellos presumen que a la fecha han generado unas tres toneladas de cultivos en la ciudad.

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“Tenemos actividades en 15 delegaciones del DF, en azoteas, traspatios, áreas comunes de las unidades habitacionales internados, escuelas primarias y secundarias, y en tres reclusorios”, detalló Susana Durán, coordinadora social de Agricultura Sustentable a Pequeña Escala de la Sederec.

Carolina Lukac, cofundadora de Sembradores Urbanos A.C., describe algunas ventajas de la agricultura urbana: “Cultivar en espacios pequeños con prácticas ecológicas disminuye el consumo de agua, químicos y transgénicos, y aumenta la biodiversidad. Además de suponer una excelente manera de conectar con los ciclos de la naturaleza, reutilizar la cantidad de desechos que generamos y establecer una relación consciente con los alimentos”.

Para la red Sembradores Urbanos A.C., los huertos urbanos son, además, una herramienta productiva, educativa y terapéutica. Así es como lo promueven en las escuelas, reclusorios, en alianza con empresas privadas y gobierno, o en los talleres que imparten en su sede del Huerto Romita, un terreno baldío en pleno corazón del Distrito Federal.

De basura a suelo fértil

Compostar significa crear y mantener determinadas condiciones de temperatura, humedad y oxigenación para que millones de microorganismos transformen materia orgánica en abono natural, mantillo o composta.

Para hacer una buena composta, la asociación civil Sembradores Urbanos sugiere armarla en un contenedor que permita la circulación del aire y esté accesible para voltearla y humedecerla con frecuencia. Puede ser un guacal de madera, bote de basura, tambo o una caja de plástico.

Los ingredientes pueden ser sobrantes de alimentos, aire, agua y calor. La comida es la materia orgánica que puede ser verde (desechos orgánicos de la cocina o de animales como estiércol, pasto/hojarasca fresca); café (paja, hojarasca seca, periódico, aserrín o cáscara de arroz) o negra (tierra fértil, composta madura).

Carolina Lukac y Arnold Ricalde coinciden en la clave para mantener un huerto saludable, abundante y sustentable: imitar los patrones de la naturaleza y aportar diversidad con variedad de hortalizas orgánicas, hierbas aromáticas y flores, además de realizar una siembra escalonada y rotar cultivos.

Este texto es un fragmento del reportaje Agricultores citadinos, que fue publicada en la revista Quo de enero de 2012.

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