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Amenaza Chávez con más nacionalizaciones

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sáb 05 mayo 2007 01:34 PM

El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, bien podría materializar sus amenazas de estatizar bancos, siderúrgicas y cementeras, toda vez que ya tomó el control del mayor grupo de telecomunicaciones del país pese a que la firma intentó cumplir las condiciones del mandatario.

Chávez un cercano aliado del mandatario cubano, Fidel Castro, retomó el jueves su estrategia de lanzar disparos de advertencia cuando dijo a las compañías que si no cumplen con los lineamientos de su autoproclamada revolución socialista podrían ser nacionalizadas para beneficio del pueblo.

Un funcionario gubernamental de alto rango dijo que las amenazas de Chávez no deberían ser desestimadas como simple retórica política.

"Me temo que Chávez pueda ir para allá. No es la primera vez que dice que va a hacer algo y lo hace", dijo el funcionario, quien pidió el anonimato por su oposición a las políticas de nacionalización que lleva adelante el Ejecutivo.

El mandatario, que ya ha tomó este año el control del sector eléctrico y proyectos petroleros, dijo que los bancos privados y Ternium-Sidor, la mayor siderúrgica del país, deben adaptar sus negocios al "interés nacional".

El mes pasado, el presidente dijo que las cementeras podrían pasar a manos del Estado si se demuestra que no están colaborando para paliar el déficit habitacional del país, tras acusarlas de favorecer las exportaciones sobre el mercado doméstico.

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Pero, ceder a las exigencias de Chávez tampoco garantiza inmunidad frente a una posible nacionalización.

Antes de que el principal grupo de telecomunicaciones de Venezuela, CANTV fuera estatizada, Chávez habló durante meses sobre que tomaría la compañía si no ajustaba el pago de sus pensiones.

En diciembre, el grupo dijo en respuesta a una sentencia judicial que realizaría pagos retroactivos a más de 4,000 de sus pensionados y jubilados. Sin embargo, Chávez dispuso su nacionalización un mes más tarde.

"Creo que hay que considerar esto muy seriamente. Lo que está consiguiendo este año es el control estatal total de las instituciones", dijo Christian Stracke, analista de mercados emergentes en la firma de investigación CreditSights.

"Ahora está fijando su vista en el sector comercial", agregó.

Inversionistas ya preocupados

Desde su llegada al poder en 1999, Chávez ha consolidado un alto apoyo entre la mayoría pobre del país por inyectar ingentes recursos de la renta petrolera en programas sociales, incluso aunque los sondeos muestran que generalmente no comparte su entusiasmo por convertir al país en una nación socialista.

Chávez, cuya retórica antiestadounidense está salpicada con citas de Marx y Lenin, pulió sus credenciales antimercado esta semana.

Tras asegurar que su país abandonará el Fondo Monetario Internacional, aumentar el salario mínimo en un 20% y decretar que la jornada laboral se irá reduciendo gradualmente a seis horas, el mandatario tomó los últimos complejos petroleros en manos privadas que operaban algunas de las mayores compañías del mundo.

"El impacto en las decisiones de inversión es terriblemente negativo. Suceda o no (las nuevas nacionalizaciones), está incrementando la presión sobre las decisiones del sector privado", dijo Luis Vicente León, director de la encuestadora local Datanálisis.

A pesar de todo, algunas de las amenazas de Chávez nunca llegan a materializarse.

Aunque prometió este año tomar el control de toda la cadena de distribución de alimentos para solventar los periódicos problemas de escasez que han afectado a los supermercados, el presidente se limitó a eventuales y escasas confiscaciones de almacenes cárnicos.

Strake, de CreditSights, destacó que es políticamente más sencillo tomar compañías como CANTV y las eléctricas, cuyos principales accionistas son corporaciones estadounidenses.

Mientras Chávez se deleita molestando a Washington, Ternium-Sidor tiene capital latinoamericano, algo que no dudó recalcar en su amenaza.

"Las fuerzas productivas de América Latina deberíamos unirnos, pero no unirnos para que nos exploten", afirmó.

La presencia de grandes grupos españoles en la banca privada de Venezuela podría suponer un elemento espinoso, ya que Banco Provincial es una división de Banco Bilbao Vizcaya Argentaria, mientras que Banco de Venezuela es subsidiaria de Banco Santander Central Hispano.

"¿Querría poner en peligro sus relaciones políticas con España, con el gobierno socialista más importante en Europa?, se preguntó Strake.

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