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<em>Ricos</em>, <em>deliciosos</em> y ¿nutritivos?

Si el día de la Candelaria te tocó preparar los tamales, cuida tu salud y la de todos preparándolos con ingredientes más nutritivos
mar 02 febrero 2010 11:40 AM
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cuarto- tamal oaxaqueño Sin Pie de Foto

El día de la Candelaria no tiene que ser motivo de angustia para quienes cuidan su peso.

La tradicional tamaliza suele dejar efectos negativos en la cintura de los mexicanos, que se reúnen en familia para cenar el 2 de febrero y terminan consumiendo una cuota calórica que les costará mucho eliminar.

Pero no hay que resignarse: los tamales pueden aportar menos calorías y más nutrientes si se hacen de una forma diferente. El secreto está, simplemente, en incluir frutas y vegetales en su preparación.

El problema no es el tamal en sí mismo, sino cómo lo comemos, afirma la nutrióloga Saby Camacho.

Si lo acompañamos con un bolillo -la tradicional guajolota- o peor aun, si lo freímos, y además lo acompañamos de atole, estaremos consumiendo alrededor de 700- 800 calorías, que es la mitad del requerimiento de todo un día en un solo alimento.

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La especialista asegura que un tamal sí puede ser una buena opción para los niños, cuando no hay mucho tiempo para desayunar o cuando no quieren comer, porque tiene muchas calorías en poca cantidad de alimento, y, siempre que su consumo sea moderado, es benéfico, pues ellos están creciendo y metabolizan los alimentos muy rápido.

A diferencia de las quesadillas, cuyos ingredientes sí tienen un valor nutricional (queso Oaxaca, pollo, champiñones, papa), el tamal tiene mucha harina y manteca, y casi siempre son preparados con carne de cerdo, lo cual significa un gran aporte calórico.

Una quesadilla tiene alrededor de 100 calorías, mientras que un tamal puede llegar a tener 350 calorías por sí solo, más el aporte del atole, que es de cerca de 200 calorías.

"Hay tamales que aportan más de 600 kilocalorías, ya que contienen grandes cantidades de  manteca de cerdo y de caldo de pollo, hasta aquellos que solo aportan 80, como los tamales de sal", refiere la maestra en Ciencias de la Salud.

Los indígenas, los mejores

Los tamales oaxaqueños o tradicionales de otros estados, como Veracruz y Chiapas, sí tienen un aporte nutricional, a diferencia del tamal tradicional, pues contienen más vegetales, cereales e incluso algunos tienen frutas,, como la ciruela pasa, el chabacano y la piña.

Esto los hace equivalentes a una comida completa. "Si además se combina con una pieza de fruta o una pequeña ensalada, esa comida ya tiene el aporte calórico necesario para el día", afirma Camacho.

Es recomendable también acompañarlo de un jugo de fruta en lugar del tradicional atole, con lo que se consume la vitamina del jugo y se suprime la harina del atole, o en todo caso, preferir los atoles preparados con frutas, como el de guayaba.

"Comer un tamal acompañado de un rico atole de vez en cuando o en fechas festivas es bueno, pero su consumo en exceso acumula calorías e incrementa los riesgos de obesidad", advierte, respecto de quienes consumen tamales regularmente como desayuno o cena.

Para rescatar este platillo sin poner en riesgo la figura y la salud, la nutrióloga certificada recomienda equilibrar los ingredientes, disminuyendo el uso de grasas animales (manteca) incorporando variedades que incluyan vegetales o frutas cocinados de tal manera que no pierdan sus propiedades nutrimentales ni sus vitaminas.

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