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La creencia en Dios constituye una herramienta de interacción social

Jesse Bering asegura que la creencia en Dios se debe a rasgos psicológicos que dan la impresión de que hay un observador moral viéndonos
mié 30 marzo 2011 01:40 PM
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Nota del editor: El psicólogo Jesse Bering, director del Instituto de Congnición y Cultura de la Universidad de Queens, en Belfast, Irlanda, habló en entrevista con TimeHealthland sobre su nuevo libro El instinto de creer, donde expone su teoría sobre las razones por las que nuestros cerebros nos hacen propensos a creer en Dios.

La creencia en Dios es una característica evolutiva del ser humano que le ayuda a sobrevivir, al actuar como una fuerza coercitiva para el comportamiento positivo para el individuo y la sociedad donde se desarrolla, de acuerdo con el psicólogo Jesse Bering, autor del libro The Belief Instinct (El instinto de creer).

La habilidad para entender que las personas tienen intenciones y perspectivas respecto a nosotros es una herramienta cognitiva social que nos ayuda a interactuar con otras personas, explica Bering.

El autor agrega que esta habilidad, que él llama teoría de la mente, "fue tan útil en nuestro éxito con otros humanos, con nuestro razonamiento sobre otros animales en términos de explotación y predicción de comportamiento, que fue generalizada a todo tipo de objetos animados, incluso al Universo, que según esa línea de pensamiento, tendría un estado mental e interés en nosotros.

"Existe una configuración básica de rasgos psicológicos que nos dan la impresión de que hay un observador moralmente interesado viéndonos", precisa Bering.

A la pregunta sobre si el origen de la religión es la ansiedad ante nuestra mortalidad , el psicólogo responde que, si bien este miedo a la muerte es una parte central de la susceptibilidad de la gente a las creencias y a la fe, no es el motivo principal.

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"Incluso si estamos absolutamente convencidos de que no hay nada después de la muerte, de que somos mortales y de que nuestras mentes dejan de trabajar, es difícil no tomar una perspectiva en tercera persona sobre nuestra propia muerte, como pensar en tu funeral. Es una limitación cognitiva.

"Sin importar lo convencidos que estén de que no hay Dios, muchos aún se preguntan cuál es el significado de su vida (…) Tenemos un tic en nuestra psicología que nos hace plantearnos esa pregunta. Es una adaptación que crea la noción de que tenemos una relación con otro ser sobrenatural.

De acuerdo con Bering, tener un propósito en la vida que se extienda indefinidamente nos da un sentir vago de que alguien quiere que hagamos algo, y eso presupone la existencia de otra mente.

El autor asegura que entender que este propósito de la vida y la consecuente existencia de una mente superior son ilusiones puede ayudarnos a apreciar la vida un poco más. "Si estás realmente convencido de que ésta es la única vida que tienes, puedes tomarla más en serio y será más fácil aplicar tu experiencia individual".

Respecto a la creencia religiosa en contraposición con el ateísmo, Bering aclara que todos tenemos el mismo cerebro evolucionado y todos somos susceptible a las creencias. "De ninguna manera estoy diciendo que la religión sea algo malo o que la gente religiosa sea menos inteligente (…) Ese ha sido el problema principal de los nuevos ateos: toman una postura elitista de que la religión es para los tontos y los crédulos ".

A continuación reproducimos algunos fragmentos editados de la entrevista con el autor:

Time Healthland: En tu libro cuentas cómo de niño te sentías muy culpable por haber roto el huevo Fabergé falso de tu vecino, y sobre cómo después "juraste por Dios" que tú no lo habías hecho.

Jesse Bering: Una de las cosas que me parecen interculturales es que a los niños les afecta de forma especial y fácilmente les influye la amenaza del castigo de agentes sobrenaturales . Se trata de un aparato de regulación de comportamiento, un mecanismo de control que previene que los niños hagan cosas que no queremos que hagan cuando no los estamos viendo.

Es un mecanismo adicional al autocontrol que previene que hagan cosas que a final de cuentas le causan problemas a ellos o a sus padres.

Time Healthland: ¿Por qué creer en lo sobrenatural ayudaría a un individuo de una especie a sobrevivir?

Jesse Bering: En el sentido de la evolución, la creencia en dioses inhibe un comportamiento que potencialmente causaría problemas sociales.

Afecta nuestra capacidad para controlar el comportamiento negativo, que es casi siempre mejor inhibirlo, incluso si las posibilidades de que alguien descubra tus faltas sean muy bajas. Esto incluso podría traducirse en faltas de oportunidades reproductivas si tu reputación quedó manchada.

La ilusión de un observador, ya sea un dios o alguien más, te prohíbe hacer algo que por razones egoístas querrías hacer. No tiene que ser real, sólo tiene que funcionar de forma mecánica. Es particularmente importante en los casos que gente subestima la presencia de un observador humano .

Time Healthland: Pero las escrituras de muchas religiones implican la abstinencia del sexo, y aún así, inhibir el sexo no parece una forma de éxito reproductivo. 

Jesse Bering: Cuando la gente está básicamente convencida de que Dios está de su lado y de que Dios comprende por qué hacen lo que hacen, hay muchas lagunas psicológicas que también funcionan del lado de los intereses reproductivos.

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