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Fotos subacuáticas que ayudan a los perros a encontrar un nuevo hogar

En las imágenes, los canes de un refugio son mostrados bajo el agua para dejar ver su 'personalidad' y animar a las personas a adoptarlos
sáb 27 octubre 2012 01:51 PM

Seth Casteel nunca esperó que sus fotos en las que retrata perros causaran tanto alboroto y tampoco esperaba que uno de sus clientes caninos saltara a una alberca durante una toma.

Casteel, de 31 años, es el autor de una peculiar colección de imágenes de perros captados mientras se lanzaban al agua, nadaban, chapoteaban y en general, jugaban en el agua. Lo que diferencia a estas fotos de todo lo que has visto antes es la perspectiva de Casteel: debajo de la superficie, con los perros apresurandose hacia la cámara mientras persiguen un juguete.

Casteel dice que los perros son modelos interesantes.

“Disfrutan los beneficios de la vida del siglo XXI: vivir en una casa caliente, dormir en una cama contigo (...) pero al meterse al agua aflora su instinto salvaje”.

Las fotografías de los perros mojados de Casteel saltaron a la fama el 9 de febrero, cuando alguien posteó algunas de sus fotos en la red social Reddit, que se volvieron un éxito de la noche a la mañana. Fueron compartidas en Facebook, Google+ y Twitter y obtuvieron más de 150 millones de visitas. Su sitio web ( www.littlefriendsphoto.com ) colapsó debido al aumento del tráfico.

“Para la mañana del 10 de febrero las fotos estaban por doquier”, dijo. “Fue la locura. Literalmente ocurrió en un parpadeo”.

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De repente estaba recibiendo solicitudes y ofertas de todas partes del mundo. Una de ellas fue un contrato para un libro de la editorial Little, Brown and Company, que publicó el 23 de octubre Underwater Dogs (Perros bajo el agua), una obra de 132 páginas en las que se muestran los perros empapados. También se vende un calendario de pared del año 2013.

“Nunca me hubiera imaginado que pasaría algo como esto”, dijo Casteel. "Pasé de no tener suficiente trabajo a tener demasiado”.

Castell dijo que quiere mostrar la personalidad única de cada perro al que fotografía y contar su historia.

“Me interesa lo emotivos y parecidos que son a los humanos ”, dijo.

Antes de empezar la toma, Casteel dedica tiempo a conocer al perro y a ganarse su confianza. “Me presento, empezamos a jugar, nos hacemos amigos y nos metemos al agua”, dijo.

Casteel usa un traje y máscara de buzo y a veces usa pesas para evitar flotar. Luego, lanza un juguete y empieza a tomar fotografías.

Nunca sabe lo que obtendrá. A veces le lleva hasta dos horas obtener una buena foto bajo el agua, como le ocurrió con un can de nombre Duncan. Por el otro lado, Duchess, la labrador negra de ojos grandes que sale en la portada del libro, le dio una imagen estelar en tres minutos, dijo.

“Podría obtener una gran toma de inmediato… o no”, dijo Casteel, “pero eso es lo que me encanta”.

Algunas de las fotos son francamente aterradoras o extrañas, ya que los traviesos animales muestran los dientes y agitan sus patas mientras persiguen una escurridiza pelota de tenis o algún otro juguete.

“Puedes obtener algo muy tonto, o puedes obtener algo aterrador”, dijo el fotógrafo. "Algunos niños piensan que esas imágenes primitivas y perturbadoras son graciosas”.

La forma en la que Casteel se involucró en la fotografía de perros es toda una historia en sí misma.

“Para mí, fue como el destino, si es que crees en esa clase de cosas”, dijo.

Mientras trabajaba en el departamento de publicidad de Sony Pictures, empezó a trabajar de voluntario en un refugio para animales localizado en la región de Los Ángeles. Casteel tomaba fotografías favorecedoras de los animales que esperaban ser adoptados, nada que ver con las clásicas fotos de refugio en la que se ven los perros aterrorizados, encerrados en pequeñas y oscuras jaulas. Con las fotos más agradables, en las que se mostró la personalidad de los animales, se lograron más adopciones, dijo.

“Hemos tenido resultados fantásticos con la exhibición de las fotos positivas”, dijo.

Poco después, él y un extraño ayudaron a acorralar a un Weimaraner vagabundo que estaba corriendo de un lado a otro en una calle transitada. Una vez que el perro estuvo a salvo del tránsito, el hombre empezó a conversar, Casteel mencionó sus fotos del refugio y el extraño lo contrató para que tomara fotos de su perro.

Gracias a las recomendaciones obtuvo otros trabajos similares. En una de esas tomas privadas, el perro saltó a la alberca, con lo que nació una nueva carrera.

(El New York Times contrató recientemente a Casteel para enviarlo a Alaska a fotografiar la migración del salmón rojo. Una de las grandes diferencias entre fotografiar perros y fotografiar peces, bromeó, es que “a los salmones ciertamente no les interesa una pelota de tenis”).

Su labor en el refugio también lo llevó a crear una organización no lucrativa llamada Second Chance Photos , a través de la que capacita a los refugios de perros en el arte de la fotografía de mascotas. Esa labor lo ha llevado a través de Estados Unidos así como a Australia y Gran Bretaña, dijo. “En verdad lo disfruto porque me da la libertad de explorar lo que me apasiona”.

“Ni siquiera me refiero a ello como un trabajo. Es mi vida”, agregó. “Para mí es como un sueño hecho realidad”.

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