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Los tips de viajeros expertos para optimizar tus vacaciones

Las formas en que se puede tomar un tiempo durante los viajes para respirar y tener minutos para reflexionar
vie 10 octubre 2014 10:55 AM

Llevamos vidas ocupadas. Aunque muchos de los quehaceres ahora toman menos tiempo que antes, el sentimiento de que no hay suficientes horas en el día para terminar el trabajo parece ser predominante.

El resultado: "estoy ocupado" es un dicho popular entre los profesionales. Una persona, sin embargo, decidió cuestionar esta excusa.

Quizá al escuchar esta frase en muchas ocasiones, el periodista de The New York Times y caricaturista, Tim Kreider, fue impulsado a escribir un ensayo personal poniendo en duda nuestras llamadas vidas "ocupadas".

Su texto, titulado La trampa ocupada, fue publicado en el diario estadounidense junto con su colección de ensayos No aprendemos nada: Ensayos.

“Existe esta idea… como de autotranquilidad, de que si tu calendario está todo reservado y lleno, entonces tu vida debe ser muy importante. Mi teoría es que la gente vive con el temor de lo que pasaría si no tuvieran todo su tiempo lleno”, dice Kreider. “Ellos sentirían algún tipo de temor existencial arrastrándose en torno a los bordes de sus vidas”.

Los viajeros parecen particularmente propensos a la trampa. Para ayudar a estos trotamundos a liberarse, hemos agrupado consejos de expertos en la industria de los viajes.

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El especialista en manejo del tiempo

Julie Morgenstern es una organizadora profesional. ¿Su talento? Enseñar a las personas a encontrar ese precioso “tiempo para mí”.

“Todos se sienten muy ocupados, todos batallan, ya sea bajo la dinámica de “el mundo contra mí” o “el tiempo de la familia contra el tiempo para mí”, dijo.

Para poder obtener un major manejo de nuestro tiempo, Morgenstern recomienda tratar al tiempo como un espacio tangible.

“Imagina que estás organizando la cajuela del carro o un armario. Uno agruparía las cosas no solo por su tamaño, sino por los artículos que se parecen... no solo los pondrían en cualquier espacio disponible”, señala.

“Hacer lo mismo con el tiempo aumenta la eficiencia. Conocer personas usa una parte del cerebro, mientras que desarrollar estrategias usa otras”. Agrupar las cosas, dice la experta, ayuda a mantenernos enfocados.

El viajero frecuente

Tom Stuker ha registrado más de 10 millones de millas (más de 1 billón de kilómetros) de viajero frecuente. Al pasar alrededor de dos tercios de su vida viajando, él ha aprendido a simplificar el proceso de desplazamiento para una máxima eficiencia y productividad.

“Yo siempre tengo copias del itinerario, además de cada una de las correspondencias de los hoteles, aeropuertos, todo”, dice.

“Me aseguro de llevar cada cargador para cada pieza de equipo, y me aseguro de que todo esté cargado antes de que me suba a un avión”, añade.

Stuker también cree en la importancia de viajar ligero. Idóneamente, a él le gusta viajar con una sola maleta y suficiente ropa para dos o tres días (lavandería, indica, es preferible para una maleta voluminosa).

“Me gusta tomar mis cosas e irme. Cuando uno aborda de 300 a 400 viajes al año, los 30 o 40 minutos que uno se la pasa esperando por una maleta realmente pueden añadirse a la larga”, dice.

El empacador perfecto

Anne McAlpin, autora de Empácalo: Viaja Inteligente, empaca ligero, ha diseñado un sistema para maximizar el espacio de equipaje. Para los principiantes, ella sugiere empacar una paleta de colores limitada.

"Si uno empaca alrededor de un color básico significa que uno puede empacar menos, porque todo se revuelve y combina", dice. Ella argumenta que los pasajeros deberían empacar un máximo de tres pares de zapatos, de ser posible uno dentro de otro. También se deben colocar en la parte baja del equipaje, justo arriba de las llantas... como son el accesorio más pesado, ayudará a prevenir que el equipaje se revuelva”.

"Las camisas y las pijamas deberán ser enrolladas lo mayormente posible (mientras más las enrolle, lo menos que se arrugan”, dice. Para ahorrar dinero en lavandería, ella empaca una bolsa de plástico y lava su ropa usando una porción de champú.

El buscador de zen

Kadam (o maestro) Morten Clausen instruye a los ocupados neoyorquinos a desconectarse en el Centro de Meditación Kadampa, en New York. El truco para encontrar la paz mental, dice, no es buscarla, sino dejar que llegue a ti.

“Si uno de manera muy paciente, y sin ninguna expectativa y sin tratar de obtener cualquier resultado rápido, dirige su mente inquieta de nuevo y se enfoca en la respiración, incluso por unos cuantos segundos, algunos grados de paz naturalmente aparecerán”. Explica. Aún más, dice, la meditación se puede realizar en un avión o en un cuarto de hotel. Sin embargo, lo que sea que hagas, no hay que empantanarse con los objetivos.

“Yo creo que una de las razones por las que corremos tanto es que estamos buscando algo que nos llene.

Si nos mantenemos pensando lo que hay allá afuera, vamos a continuar fallando en ver toda la gran experiencia de paz y felicidad que nos está esperando por dentro”.

Este artículo fue publicado originalmente en octubre de 2013

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